OCHO AÑOS SON SUFICIENTES
Finalmente, se han cumplido los augurios que hace unas cuentas semanas se hicieron públicos, sobre la fecha probable en la que el presidente Zapatero, dos de abril, daría a conocer sus propósitos y sus intenciones personales sobre su propio futuro político. Finalmente, en el Comité federal que se produjo y desarrolló en la mañana de este sábado, el presidente Zapatero anunció su firme voluntad de completar su segundo y último mandato, que culmina el 14 de marzo del año que viene. Zapatero ha argumentado que dos legislaturas son suficientes, que en ellas ha podido caber todo un programa de reformas, y que incluso por razones familiares es lo más indicado y aconsejable no prolongar más allá. Tampoco han faltado reflexiones sobre los tiempos muy duros que le han correspondido en esta segunda parte de su mandato, particularmente por causa de la crisis económica y sus penosas derivaciones, particularmente, la abultada destrucción de puestos de trabajo. Pero es evidente, primero, el propósito de Zapatero de apurar sus responsabilidades y completar las reformas hasta el último momento, y de hacer que se aprecien, en este año que aún resta de mandato, los efectos positivos de tales reformas, particularmente en la creación de empleo y de nuevas empresas. Zapatero, en un discurso muy meditado y consciente de la repercusión que iba a tener, enumeró las tareas que aún aspira a acometer en este tiempo que tiene por delante: en primer lugar, una serie de reformas aún pendientes, la campaña electoral de las municipales y autonómicas de dentro de cincuenta días, y los preparativos para que las elecciones de dentro de un año, el 14 de marzo de 2012 puedan resultar favorables para su sucesor, que habrá de salir de las elecciones primarias que e establecen en los estatutos del partido. En esta tarea, Zapatero tampoco ha querido estar ausente: cabe recordar que hace algunos años, alentó las aspiraciones de la titular de Defensa, -se recordará su toma de posesión, en la escalinata del palacio de la Moncloa, con honores y protocolo bien distinto a cualquier otro miembro del Gobierno- Carme Chacón, si bien, en los últimos meses, parece haber dejado pocas dudas sobre sus preferencias hacia el titular de Interior, y vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero hasta ahí habrán llegado sus “padrinazgos”: en adelante serán las normas y los ámbitos en que discurre un partido democrático las que determinen y dispongan. No es menos cierto que la propia oposición parece ya haber elegido a su propio rival, olvidándose de Chacón y haciendo de Rubalcaba el centro de sus críticas y ataques permanentes, particularmente pos dos casos en los que tuvo alguna clase de responsabilidad. Los casos Gal y Faisán, siempre relacionados con la lucha por el final de la banda terrorista ETA. De manera que, en su discurso de anuncio del final de su tiempo político de ocho años, Zapatero ha establecido un programa de actuaciones que probablemente no supondrá contraindicaciones por parte de sus propios correligionarios: Acabar con las reformas legislaturas aún pendientes, afrontar las elecciones municipales y autonómicas de dentro de cincuenta días, y elegir al candidato para las elecciones generales de dentro de un año. En todo caso, ejerciendo las tareas del gobierno y sus correspondientes responsabilidades hasta el último momento, sin olvidar la búsqueda de socios –ya iniciada, según dijo- para dejar aprobados los presupuestos generales del año que viene. Zapatero, con toda probabilidad, en los mítines en los que intervendrá ante las elecciones de mayo, y también las de marzo del año que viene, no pasará por alto sus propios balances de actuación, que considera muy dignos. Le han correspondido, en efecto, los tiempos más dulces y los tiempos más ácidos. Entre los primeros, el índice de parado más reducido de los tiempos democráticos, no superior al siete por ciento, y entre los segundos, la otra cara de la moneda, el paro superior al veinte por ciento que quisiera ver cómo empieza a reducirse en el año aún restante, aunque los pronósticos de los augures económicos aún apuntan algunos meses de crecimiento en el número de los no empleados. Con toda seguridad, ése será el gran esfuerzo al que dedicará lo que aún le queda de su doble mandato. Y a hacer viable un candidato sucesor que llegue a resultar imbatible a sus adversarios…
sábado, 2 de abril de 2011
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