domingo, 3 de abril de 2011

EMPIEZAEL POSZAPATERISMO CON ZAPATERO

UNA RETIRADA QUE NO SERÁ AMABLE NI DE GUANTE BLANCO
Se puede anticipar y garantizar que los meses que aún le quedan en el poder a Rodríguez Zapatero, –todo un año- no resultarán amables para el principal partido de la Oposición, que lleva prácticamente un año reclamando elecciones anticipadas y “que se vaya ya”. Zapatero, que con bastante probabilidad va a estar presente en muchísimos mítines, a partir de ahora, es muy probable que empiece a “saldar cuentas” a un partido y a unos líderes que no han sido precisamente generosos en sus apoyos para sacar al país del atolladero de la crisis. El mismo ya ha anticipado que dirá quién le ayudó y quién le racaneó auxilios incluso en momentos críticos. Es seguro que ahora empieza una especie de ajuste de cuentas en la que Zapatero estará poco o nada callado. Es la ventaja de verse ya en la escalera de salida y sin otra preocupación que dejar a sus seguidores en las mejores condiciones para retener en los escaños de la Oposición a quienes no han tenido otra preocupación más visible que la de “tumbar” al anterior…., seguros., desde hace muchos meses, de que la victoria estaba de su lado. Sólo faltaba que Zapatero, desbordado por los problemas, y harto de escuchar el “váyase, señor Zapatero”, que también escuchó su antecesor socialista, Felipe González, les diera la salida electoral anticipadamente. No habrá tal, por más que ayer mismo, desde el PP unos cuantos de sus dirigentes –Cospedal, Arenas- volvieran a expresar su deseo de recurrir cuanto antes a unas elecciones que echen al personaje del palacete de la Moncloa. No está en sus propósitos, ni mucho menos, y es seguro que, en adelante, liberado de otros compromisos que los de terminar con la aprobación de las reformas pendientes y aplicar las ya aprobadas, Zapatero se mostrará con mucha mayor soltura y beligerancia hacia quienes le esperaban en cada pleno y le culpabilizaban de todos los males de la nación. En ese sentido, es muy probable que el presidente del Gobierno inicie ahora un año probablemente más apacible: tiene fecha de caducidad y es perfectamente consciente de que, por mucho que le estimulen a abandonar, no lo hará hasta que se produzca la investidura del sucesor. De manera que, con toda probabilidad, tendremos por delante un año “a cara de perro” con sus adversarios políticos. Y en este tiempo, que será en buena medida de mítines preelectorales –primero, de las autonómicas y municipales, y más tarde de las generales, es seguro que Zapatero tendrá ganas de “largar”, sin tapujos ni prevenciones de ninguna clase, y sólo pensando en beneficiar al partido cuyo liderazgo ha comenzado a abandonar desde el momento de anunciar que ya no es candidato a continuar. Eso, por lo que se refiere a los adversarios. En cambio, para sus correligionarios, Zapatero habrá de resultar especialmente cauto y neutral, por lo menos en lo que trascienda al exterior. Si bien parece probable que tiene un sucesor favorito, en Alfredo Pérez Rubalcaba, tampoco podrá pasar por alto que él fue quien alentó las aspiraciones de la otra candidata, Carme Chacón. Pero todo permite suponer que, en el último año, y viendo cómo funcionaban ambos miembros del Gobierno, no ha dudado en dar mayores grados de confianza a su titular de Interior antes que a la ministra de defensa, que de entrada, sale como probable perdedora en esas elecciones primarias que deberán producirse una vez que llevarse a cabo cuando el proceso electoral municipal y autonómico haya concluido. Allá por junio… Zapatero puede que llegue a estimular la retirada de Chacón, y de convencerla de que no es la persona adecuada para estas siguientes elecciones, sino tal vez las siguientes… Pero deberá efectuar esta clase de gestiones con la mayor cautela y discreción, para no airar a propios y a extraños. Por lo demás, hoy por hoy, a casi todos parece que la victoria de Rubalcaba está “cantada”, si bien muy a menudo, se ha comprobado que las elecciones primarias han proporcionado sorpresas mayúsculas en el PSOE. Rubalcaba deberá dejas tras de sí sus viejos armarios para ofrecer, sobre todo, eficacia y conocimiento profundo del Estado. ¿Y lña economía? No es improbable que el vicepresidente primero empiece a mantener despachos con Elena Salgado, para reforzarla en su papel, o acaso para buscarle una sustitución de mayor confianza…

No hay comentarios: