EL ESTRENO DE BILDU EN LAS INSTITUCIONES MUNICIPALES
No hay duda de que las elecciones del 22 de mayo han dejado tras de sí los efectos de un tsunami político de grandes dimensiones. No sólo por la “barrida” que consiguió el PP, en votos primero y en ayuntamientos este sábado. También por las desavenencias en la izquierda de PSOE e IU, que también prefirió facilitar el acceso del PP a otros cuantos ayuntamientos que pudieron haber sido para la izquierda. O el entendimiento que, asimismo, se produjo en Cataluña entre el PP y CiU a la hora de unir fuerzas para constituir alcaldías. Luego, hay otro aspecto también muy reseñable, que es la victoria de la nueva fuerza constituida por Eusko Alkartasuna, y gran número de batasunos y proetarras. Más de cien ayuntamientos vascos y navarros y la “ocupación” de ciudades tan relevantes como San Sebastián, son demostrativos de este éxito incuestionable, y para muchos inquietante, de los abertzales. Es ahora una de las mayores incógnitas poselectorales, y ellos son los primeros que saben que se les observa con meticulosidad... ¿Significará alguna novedad con relación al mundo etarra? No es noticia que complazca a todos, precisamente, y ya se han empezado a escuchar voces críticas, como la del propio ministro del Interior y candidato socialista a la presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, que entiende que el éxito de Bildu pudo haber sido menor. ¿Por que no lo fue? El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, ha asegurado que "se podían haber hecho las cosas de otras manera para que Bildu tuviera menos apoyo institucional" como el que ha logrado la coalición abertzale, y que le permitirá gobernar en algo más de cien ayuntamientos de Euskadi y 17 de Navarra. Sin aludir directamente al PNV, Rubalcaba sí ha mostrado su desazón por la postura de los nacionalistas vascos de facilitar el acceso de Bildu a tantos ayuntamientos. "Pensé que las cosas se iban a hacer de otra manera", aseguró el vicepresidente. Rubalcaba añadió que "el Gobierno tiene como objetivo que ETA olvide la violencia definitivamente, que la entierre"."Que todo el mundo tenga las cosas claras". En realisad, las manifestaciones del vicepresidente sugieren muy distintas interpretaciones, como la dos que facilita el diario La Gaceta. En la primera, en portada, se asegura que “Rubalcaba culpa a Zapatero de que Bildu gobierne en 123 ayuntamientos”. En cambio, en sus páginas interiores, su versión es otra: “Rubalcaba afea a su propio Gobierno que el PNV no apoyara al PSOE en los consistorios”. Se relata que Rubalcaba explicó que Bildu podría haber tenido menos poder institucional si se hubiera llegado a los acuerdos que podrían haberse alcanzado. Y explica seguidamente el cronista que Rubalcaba lanzaba este misil político contra el PNV, o acaso contra el Gobierno, o a ambos. En otros diarios la interpretación es más directa: “Rubalcaba lamenta ahora el poder municipal que ha conquistado Bildu: el vicepresidente descarga en el PNV la culpa de muchos gobiernos abertzales”, asegura el cronista de La Razón, que recuerda que el PNV rechazó las alianzas con el PSE y con el PP. La misma interpretación la proporciona La Voz de Galicia: Rubalcaba culpa al PNV, por su estrategia de pactos electorales, del poder logrado por Bildu”.Y explica el cronista que un pacto general con los nacionalistas del PNV, que el partido de Iñigo Urkullu rechazó porque se consideraba una reedición de las políticas frentistas, hubiese impedido a Bildu hacerse con San Sebastián y con otras importantes ciudades como Rentería o Andoáin, y de forma especial, le hubiese arrebatado la Diputación Foral de Guipúzcoa.. También hizo referencia a las escenas de violencia que los radicales abertzales protagonizaron en municipios como Elorrio, y garantizó el ministro que el Gobierno seguirá trabajando para que ETA abandone las armas. Bildu, según señala una crónica de El País, evitó condenar los incidentes de sus simpatizantes en Elorrio, donde el único concejal del PP dio su voto a la candidata del PNV para arrebatar la alcaldía a la coalición abertzale. El secretario general de EA calificó los incidentes de Elorrio y algún otro, como la negativa a dejar entrar a periodistas en el pleno de Lizarza, como “situaciones excepcionales”. Por su parte, el portavoz de guardia del PP durante el fin de semana, González Pons, ha aprovechado la ocasión para reclamar un ministro del interior dedicado por completo a extremar la vigilancia sobre aquellos a quienes la Guardia Civil y la Policía nacional denunciaron como mandos de TA, y que ahora van a controlar el dinero, la información sobre los ciudadanos y van a ser los nuevos mandos de la policía municipal en poblaciones tan importantes como la capital guipuzcoana. Con la de Pons, se ha escuchado otra voz procedente del PP, la de María San Gil, nada feliz con lo sucedido en Euskadi en las elecciones del mes pasado. María San Gil ha viajado a Madrid este último fin de semana para presentar sus memorias, en las que habla de su distanciamiento con el PP de Rajoy: "No soy mujer de grises. No se entendería. ¿Por qué no se me deja ser como soy? ¿Por qué tengo que pedir perdón por no ser políticamente correcta? Me atacan por mi forma de ser, incluso personal, en mi propio partido, y muchos porque sigo considerando referentes y amigos a José María Aznar y Jaime Mayor. Pero es que lo son y me lo han demostrado cuando era alguien y también ahora". María vive en San Sebastián, "donde los asesinos han matado a 100 personas que conocía", y donde “ahora va a gobernar, desde ya, Bildu. No lo quiere soportar”: "Yo no puedo vivir en mi ciudad con un alcalde de Bildu. Mi marido y yo discutimos si marcharnos a Salamanca, donde estudié, o a Madrid, donde él quiere y tiene más opciones laborales"... Bildu, Sortu, la izquierda abertzale, Batasuna, Otegi y los casi 300.000 votantes que les respaldaron en las últimas municipales, son y serán para San Gil siempre lo mismo: Los malos: "Lo llevan en el ADN". Acepta otras opiniones, pero ni las comparte ni las respalda. Cree que PSE y PP se han entregado, que les han dado alas y que lo pagarán caro dentro de dos años con la pérdida del Gobierno autonómico. Insiste María en lo que explica en su libro: “El PP de Rajoy no es mi partido". .
En cuanto a Bildu ha fijado sus tareas urgentes: crear un escenario democrático para Euskadi, la legalización de Sortu y “la solución definitiva para los presos de ETA”. Precisamente, varios miles de personas se manifestaron en Bilbao a favor del acercamiento de presos etarras a cárceles de Euskadi... No hay duda de que sigue habiendo lo que ETA llama “problema vasco”... Aunque en esta fase, y siquiera de momento, por fortuna, no haya víctimas que lamentar. Sí otra clase de víctimas políticas, como parece evidente.
lunes, 13 de junio de 2011
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