EMPIEZA A SUPERARSE LA GRAVE CRISIS DE LOS PEPINOS
Doscientos, tal vez trescientos millones de euros se calcula que se han podido perder en unos pocos días en la ya llamada crisis de los pepinos españoles, después de que una irresponsable senadora alemana llamada Cornelia, Cornelia Storck, exactamente, diera por supuesto y comprobado que unos productos agrarios españoles estaban siendo la causa directa de una intoxicación o envenenamiento que se viene produciendo en la sanidad alemana, y que ha causado ya por encima de quince muertes, en la última semana. ¿Ahora qué, quién pagará el error, el coste en cifras y el coste en prestigio y buena imagen, tras haberse demostrado que la ya famosa bacteria E. Coli no se encuentra en los pepinos españoles? De momento, el Gobierno español está terminando de hacer sus propios cálculos para cifrar los daños y reclamar las indemnizaciones que procedan. Aunque todavía hay opiniones sumamente cautas, que contrastan con las reclamaciones poco menos que violentas que hacen otros: "Hay que evaluar si España estaría en condiciones de pedir una indemnización a la comisión de la Unión Europea (UE) para contrarrestar el daño pecuniario que hayan sufrido nuestros productores", subrayaba la ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, de visita oficial en México. En cambio, hay un manojo de comentarios editoriales que arremeten con la mayor severidad contra la responsabilidad del Gobierno por no haber defendido suficientemente los productos españoles. La prioridad del momento, a juicio de la ministra de Exteriores, bastante ajena al conflicto, debe ser, "por un motivo de seguridad alimentaria, determinar dónde está el origen de la infección para que se pueda atajar". Sin embargo, la señora Jiménez ha recordado que España reclamó "desde el primer momento" a la comisión de la UE "cautela a la hora de señalar a un país u otro como responsable de la causa de la bacteria". Otro tanto viene haciendo la ministra Rosa Aguilar, o la ministra Pajín, todas “peleonas” en este conflicto que ha puesto en pie de guerra a un área específica del campo español, la de las hortalizas tempranas. Todas ellas, desde el gobierno, han destacado "el gran perjuicio" causado a los agricultores españoles por la denominada 'crisis del pepino', que ha cerrado a sus productos las fronteras de varios países europeos, como Alemania, Austria, Bélgica, Reino Unido y Rusia. Pero, sobre todo, en Alemania que ha tomado la iniciativa en este conflicto que ha derivado en otros mercados. Los cálculos de Exteriores indican que el sector hortofrutícola español de estas fechas mueve del orden de 200 millones de euros a la semana con sus exportaciones, y que esa es la cifra mínima de daños que habría causado el cierre de las fronteras europeas a nuestros productos. Jiménez, como Aguilar o Pajín, están convencidas de la necesidad de pedir compensaciones y de la conveniencia de sugerir a los citados países que abran de nuevo sus mercados a la verdura española, aunque se advierte que el conflicto de los pepinos está generando tensiones diplomáticas entre varios países, y no sólo entre España y Alemania. Dinamarca, República Checa, Luxemburgo, Hungría, Suecia, Bélgica y Rusia han bloqueado también la entrada de pepinos españolas en sus fronteras, y Moscú ha prohibido las importaciones de otros vegetales y amenaza con extender las restricciones a toda la UE. Las quejas españolas son rotundas, aunque desde medios informativos afines al PP se insiste en la pasividad del Gobierno español y se culpa, en última instancia, al escaso peso de Zapatero en Europa. Pero ha correspondido a la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino, Rosa Aguilar, elevar las criticas y reconducir la acusación sin pruebas efectuada por Alemania, mientras anunciaba que lo esencial ahora es "resolver con aquellos países de la UE que impiden la entrada de productos españoles la situación creada".
Sin embargo, estamos aún a la espera de que se conozca la fuente exacta de la contaminación , si bien se cita la opinión de científicos que sospechan que es muy posible que el origen esté en vegetales, porque el abono usado para fertilizar los campos puede portar E. coli. Esa incertidumbre sobre el final de las pesquisas ha retenido y aplacado las críticas españolas en los primeros días del problema. La propia Comisión Europea ha indicado que sigue pendiente de los resultados de otras pruebas para esclarecer el origen de la infección, aunque ya ha anunciado que estudia cómo compensar a los productores hortofrutícolas españoles por las pérdidas sufridas después de que se señalara a los pepinos procedentes de España como el origen de un brote infeccioso extendido en Alemania. El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, indicó tras una reunión informal de ministros de Agricultura y Pesca de la UE, que Bruselas dispone de varios mecanismos para responder ante la crisis en el sector hortofrutícola.
Pero el problema sigue vivo y se investigan sus causas reales: la cifra de muertos directamente relacionadas con el brote varía de las 15-16 informadas por las autoridades alemanas a las 3 que se limita a confirmar la CE, además de otra registrada en Suecia. Bruselas ha confirmado 347 infectados en Alemania, 30 en Suecia, 13 en Dinamarca, 6 en Francia, 7 en Holanda, 1 en Suiza y 6 en Estados Unidos. A éstos hay que sumar los dos casos de españoles que habían viajado a Alemania los últimos días. Y entre tanto, proporciona ya este miércoles El País el testimonio de uno de los principales comercializadores de fruta y verdura de El Ejido (Almería) sobre los efectos de la crisis del pepino para su empresa:. "Del jueves 26 hasta ahora hemos pasado de sacar al mercado 1.300 toneladas del producto a sacar, el lunes, solo 100. Ayer cerramos hasta nueva orden", relataba . Otros empresarios ha anunciado el cierre temporal de su negocio y el despido de todos sus trabajadores. Pero también hay ya alguna buena noticia: "Acaban de pedir tres camiones de melón y sandía para Alemania y uno para Austria", dice el prime ro de los empresarios afectados, convencido de que empieza a surtir efecto la “declaración oficial de inocencia del pepino y de los restantes productos vegetales españoles... Pero se tardará varios días en recuperar la normalidad. El Gobierno español apremia a sus socios de la UE para que se pongan en marcha los mecanismos de los que dispone la Comisión Europea para compensar los desastres económicos que han padecido los agricultores.
miércoles, 1 de junio de 2011
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