No parece que la huelga vaya a tener mucho seguimiento
Tenemos a la vista “dos días cruciales”, tal vez, para la marcha de la, economía: primero, este jueves, la convocatoria de huelga general auspiciada por los sindicatos contra la reforma laboral. Y el viernes, los presupuestos de 2012, con una nueva “vuelta de tuerca” a los recortes en el gasto público que ya viene acometiendo el Gobierno, en las administraciones central, autonómicas y municipales, por igual. Sobre la conveniencia o utilidad de la huelga y sus posibles dimensiones, hay visiones distintas, y a menudo contrarias, pero hay una impresión general: No se cree que vaya a alcanzar grandísimas dimensiones en el seguimiento de los ciudadanos. En los últimos días se habían publicado previsiones que indicaban un 30 por 100 probable de seguimiento. Este miércoles, el diario La Gaceta asegura, citando una 4encuesta propia, que sólo un 18 por 100 de los españoles seguirá a los sindicatos a la huelga general. Y si en las encuestas anteriores se hablaba de un apoyo superior a la mitad de la población, ahora se asegura que “únicamente un seis por ciento de los desempleados apoya el paro”. En cambio, Toxo confía en que la convocatoria obtenga un seguimiento muy amplio, “a pesar de que se está usando el miedo. Se usa a la gente en paro, jóvenes, mujeres, para someter a un chantaje al conjunto de la sociedad. Se abunda en la idea de que nada va a cambiar para llevar a la sociedad a la resignación. Y allí donde las relaciones laborales son desiguales, porque son muy pocas las personas que trabajan (en el bar, el pequeño taller), se pretende que la gente no participe. Por eso tenemos que ayudarles a superar esa situación. Esa es la función de los piquetes informativos. A estas alturas no tengo ninguna duda de la participación en la industria, la construcción, la Administración, en el transporte. Creo que hay más ambiente de participación que en la huelga de 2010”, dice el convocante. La huelga trae consigo alguna complicación añadida: el desacuerdo que se ha producido en la negociación de los servicios mínimos en ocho comunidades. UGT y CCOO no se comprometen con esos servicios mínimos no pactados. Tampoco faltan acusaciones propias de estas vísperas: Indica El País que los sindicatos acusan a la CEOE de incitar a las amenazas y a la coacción, l bar, el pequeño taller), se pretende que la gente no participe. Por eso tenemos que ayudarles a superar esa situación. Esa es la función de los piquetes informativos. A estas alturas no tengo ninguna duda de la participación en la industria, la construcción, la Administración, en el transporte. Creo que hay más ambiente de participación que en la huelga de 2010”, dice el convocante. La huelga trae consigo alguna complicación añadida: el desacuerdo que se ha producido en la negociación de los servicios mínimos en ocho comunidades. UGT y CCOO no se comprometen con esos servicios mínimos no pactados. Tampoco faltan acusaciones propias de estas vísperas: Indica El País que los sindicatos acusan a la CEOE de incitar a las amenazas y a la coacción,
Y sobre el propósito básico de la huelga, los dos líderes sindicales, Méndez y Toxo, declaran que “la gente nos dirá mañana si asume con resignación la reforma y los recortes. Las centrales que dirigen convocaron el paro el pasado 10 de marzo, y ellos mismos explican que diecinueve días es muy poco tiempo para preparar una movilización de ese calibre, si bien ambos defienden que tenía que ser así: rápido, y coincidiendo con el trámite parlamentario, para lograr que en el Congreso y en el Senado se rectifique un decreto que consideran “radical”, porque rebaja el coste del despido o permite a los empresarios reducir salarios de forma unilateral. Por esto, y por los cambios en la negociación colectiva, Toxo y Méndez defienden que nunca como ahora ha habido tantos motivos para convocar una huelga general. Toxo, en concreto, entiende que “la reforma toca todas las piezas del ordenamiento laboral, y lo hace en un sentido desequilibrante, radical. Además, tiene un sesgo en relación con la negociación colectiva preocupante. Es una apuesta indisimulada por la individualización de las relaciones de trabajo y, fundamentalmente, lo que indica es que hay una apuesta muy clara para que la economía española compita solo con bajos salarios. Y añade Méndez que “de las siete huelgas generales que hemos tenido que convocar, porque no nos han dejado otra alternativa, ésta es la que tiene más motivos, con diferencia. Altera de una manera radical el modelo de convivencia en las empresas, desequilibrando la vida en ellas del lado del empresario. Y si se suman los recortes, te encuentras en un escenario de regresión social sin precedentes. De modo que la convocatoria de huelga, según los sindicalistas, es la respuesta que correspondía en un escenario en el que el Gobierno ha optado por dilapidar tres décadas de diálogo social en España. Contrariamente a lo que se ha dicho por parte de la propaganda oficial, no ha habido reuniones de negociación”. E insiste Méndez: “Convocamos la huelga porque tenemos que conectarla con el debate parlamentario, que ahora alcanza el punto álgido de enmiendas y debate. La huelga general no es un fin, es un medio para corregir la reforma”. Y se secunda Toxo: “El Gobierno se ha empeñado en decir que la huelga no sirve para nada. La táctica es desanimar. Rajoy era vicepresidente de un Gobierno que cambió radicalmente después de una huelga.. En las mismas declaraciones a El País, Méndez recuerda que, con ésta, en España ha habido 53 reformas laborales. “El país necesitaba más de compromisos, pero sinceramente no creo que nadie pueda acusar a UGT y CC OO de que no hayamos hecho un esfuerzo considerable de propuestas, y con mucha incomprensión. En medio de la crisis más dura y prolongada que en décadas ha conocido la sociedad española, hemos suscrito tres acuerdos que creo que han tenido una valoración insuficiente: el salarial de 2010, lo hemos repetido en enero corrigiendo los contenidos de aquel cuando todavía estaba vigente. Y, además, hicimos un acuerdo de pensiones como no hay Europa. Hemos hecho propuestas en 2011 con las elecciones enfiladas: reforma fiscal progresiva, búsqueda de que el crédito vuelva a fluir… Todo esto ha sido despreciado olímpicamente. Esta era la senda a seguir y no la del decretazo.
¿Quién apoya la huelga? A los propios llamamientos sindicales se suman los partidos de izquierdas. Los socialistas no han llamado a la huelga, pero han mostrado “gestos de apoyo”, como señala El Mundo. A su vez, IU sí ha mostrado un apoyo más explícito. Por supuesto, hay sectores más beligerantes con la huelga, como la patronal bancaria, cuyo presidente, Manuel Martín, ha advertido que la huelga nos acerca a Grecia y nos aleja de Alemania. Incluso un obispo, el de Ciudad Real, monseñor Algora, se ha manifestado con firmeza en contra de la reforma laboral, argumentando que se quiere establecer un mercado del trabajo en el que los empleadores hagan o deshagan a su antojo, olvidando que el empleado es, ante todo, persona. Y no duda en hablar de “tanta injusticia y explotación de los trabajadores”. Dice monseñor Algora que la reforma laboral rebaja claramente los derechos de los trabajadores...
Mañana habrá batalla de cifras sobre seguimiento de la convocatoria. Es parte del programa...
miércoles, 28 de marzo de 2012
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