EL PP TRATA DE CERRAR EL MAPA "PINTADO DE AZUL"

Elecciones en Andalucía y Asturias

Aunque presentan peculiaridades bien distintas, no hay duda de que los dos escenarios de confrontación electoral de este domingo suscitan incógnitas y merecerán atenciones amplias. Primero y principal, se trata, en ambas comunidades, de comprobar si el PP consigue cerrar “en azul” el mapa de España: si consiguiera situarse en la Andalucía que nunca consiguió y que ha sido feudo tradicional del PSOE, y en las Asturias que logró el “desertor” Cascos, tan sólo quedaría al PP imponerse en Euskadi –donde el pepero Antonio Basagoiti ayuda a gobernar al PSE de Patxi López-, en Cataluña –donde la pepera Sánchez Camacho ayuda a gobernar al convergente Artur Mas, y a los nacionalistas canarios de Paulino Rivero, que estos días vienen resistiendo a los propósitos del Gobierno de Rajoy a realizar prospecciones petrolíferas en las costas de Fuerteventura y Lanzarote, sin autorización previa del gobierno canario. En el resto de la Nación, los gobiernos, parlamentos, diputaciones y restantes autoridades obedecen ya, como un solo hombre” al todopoderoso Rajoy, que ha esforzado en las últimas semanas en tratar de sumar también a andaluces y asturianos a su imperio, de dimensiones nunca igualadas… ¿Qué posibilidades tiene de sumar esos dos territorios? Las encuestas han anticipado que es bastante probable, salvo que la política que viene imponiendo Rajoy haya comenzado a provocar rechazo. En ello han insistido los socialistas en sus mítines electorales, pero está por ver su eficacia. Griñán ha insistido en el avance que Andalucía ha registrado en los últimos años, y en proponer la región como zona de resistencia a una derecha que amenaza con socavar el Estado de Bienestar. En el lado contrario, también podría resolverse la duda sobre el “fin de treinta años de hegemonía socialista”, por el que han peleado los populares, y al que habrían ayudado los escándalos de tan largo período de mando. El escándalo de los ERE ha sido empleado abrumadoramente por los oradores del PP y sus medios afines. Todavía en su último mitin, Rajoyaseguraba que Andalucía “dejará atrás los escándalos”. Pero también se ha podido comprobar que los Gurtel-Camps o Palma Arena-Matas no lograron reducir la fuerza electoral del PP ni en Valencia ni en Baleares. Por lo demás, Javier Arenas lleva dos décadas esperando este momento, y todavía está por ver si conseguirá aunar voluntades suficientes de los andaluces. No pocos aún lo dudan, por más que El Mundo haya proporcionado la imagen de un Arenas sudoroso, de quien dice que “ha echado el resto para hacer historia en su región”. El País también muestra al dúo Rajoy-Arenas “en busca del poder absoluto en Andalucía”… Si no fuera de ese modo, el PP tendría la urgente necesidad de proceder a la búsqueda de un candidato alternativo, y de abandonar definitivamente a un aspirante que se habría demostrado tan ineficaz.
El caso asturiano es muy distinto. La aparición en escena de Alvarez Cascos y su Foro rompieron el esquema tradicional de dos grandes partidos y, acaso, algún tercero añadido. Cascos se vio en la necesidad de recurrir a las urnas tras comprobar que la pinza de sus oponentes tradicionales, PP y PSOE, no le permitían aprobar los presupuestos para el Principado, y en esa batalla ha continuado durante la campaña: entiende y explica, una y otra vez, que sólo él pelea por Asturias frente a los intereses “foráneos” de las grandes formaciones nacionales, que van “a lo suyo”. Por lo demás, tampoco los candidatos socialista y popular suscitan grandes entusiasmos de público y crítica. Se ha recordado abundantemente que Cherines, nombre familiar de la candidata, fue la más “casquista” de los populares asturianos, y que pocas cosas –salvo el desacuerdo radical de Cascos y Rajoy- podrían impedir el regreso al PP de Cascos. Recuérdese que la aventura de Cascos se inició precisamente en ese punto: Cuando Rajoy rechazó que Cascos cumpliera sus vivos deseos de ser el candidato del PP en la región…
Y los ciudadanos, ¿qué decidirán en estas urnas? Esa es la grandísima incógnita, como no podía ser de otro modo. Es seguro que aportarán alguna sorpresa que les iremos relatando desde la noche del domingo… Entre otras cosas, si caben algunas otras siglas, y con qué peso, como IU, o UPyD, en los nuevos parlamentos.