HUBO ALGO DE FARSA EN LA NEGOCIACIÓN DEL DÉFICIT

Rajoy tenía pactado con la UE el déficit del 5,8 por 100 para 2012

Contrariamente a lo que pudo parecer, e incluso a la versión que Rajoy parece que pretendió ofrecer a los periodistas españoles, el jefe del Gobierno español no desafió a Bruselas al establecer el déficit para este año en el 5,8% del PIB en lugar del 4,4% al que, en principio, se había comprometido el Gobierno español. Tanto el presidente del Gobierno como su ministro de Economía, Luis de Guindos, según se cuenta en El Mundo de este domingo, informaron a la Comisión Europea, al Consejo y al Eurogrupo de las líneas maestras del ajuste. Según esta crónica, sólo un pequeño grupo de ministros conocía la cifra del objetivo de déficit con la que jugaba el Gobierno de Rajoy. De manera que, según concluye esta crónica, “el pulso entre España y las instituciones de la UE ha tenido algo de farsa…” También el diario El País coincide en esa versión, según la cual, Rajoy decidió “plantar cara a Bruselas… tras ver a Merkel”. Una crónica en la que, por cierto, se relata lo mal que le sentó a la canciller alemana la apreciación que había expuesto el ministro de Exteriores, García Margallo, de que Merkel siempre llega “15 minutos tarde a los problemas”. En aquel encuentro con la canciller, desarrollado el 26 de enero, Rajoy no llegó a pedirle margen, ni a anunciarle lo que iba a hacer. Pero entendió que ella, y otros, sólo querían de España reformas y garantías de que en 2013 llegará al 3% del déficit. Ella, además, pedía una reforma laboral muy dura, una ley de estabilidad inflexible, y que España garantizara que iba a recortar el gasto autonómico. Si les daba todo eso, pensó Rajoy, podría forzar en lo otro, el objetivo de déficit en 2012. Y eso hizo. El Gobierno español tiene la impresión de que las autoridades comunitarias, y particularmente Angela Merkel, están satisfechos con los compromisos del Gobierno español para salir de la crisis: congelación del sueldo a los funcionarios, fuerte subida del IRPF, recorte del gasto a los ministerios, exigente reforma laboral… En suma, una propuesta española creíble y suficientemente dura. Según explica El País, “el presidente y su equipo, fieles a su estilo, han escondido las cartas del 5,8%, es decir, 1,4 puntos más de lo pactado con Zapatero, hasta el final. No sólo a sus socios europeos. También a la mayoría de sus ministros. Se cerró el jueves, en la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, antes de Rajoy se fuera a Bruselas. Se había pensado en un 5,5% de máximo. Eso era cuando se creía que el déficit de 2011 se iría al 8,2%. Cuando se fue al 8,5%, se le añadieron tres décimas al número previsto. La clave, señalan en La Moncloa, es una reducción de 3,5 puntos del déficit estructural. Una barbaridad en plena recesión, recuerdan, que afectará a las autonomías y al gasto social. Rajoy ocultó así sus cartas definitivas, como hace siempre, pero llevaba semanas preparando el terreno a su manera. Luis de Guindos era el principal responsable de ese trabajo, pero no el único. Medio Gobierno estaba dedicado a esa tarea. Desde Margallo hasta Íñigo Méndez Vigo, su secretario de Estado para Europa, pasando por otros ministros. Y sobre todo el equipo de confianza del líder, el que le sigue a todos los viajes: Jorge Moragas, con sus contactos internacionales, y Álvaro Nadal, jefe de la oficina económica del presidente y encargado de hablar con los alemanes, entre otras cosas porque domina el idioma. Con algunos ese trabajo funcionó, con otros, sobre todo los países nórdicos, no. Pero el Gobierno está convencido de que esa batalla en Bruselas se puede ganar, y en cualquier caso, era mucho más grave generar un destrozo enorme en España haciendo un recorte de 44.000 millones de euros… Por lo demás, cabe recordar que tanto La Razón como ABC, los dos periódicos más afines al Gobierno del PP, habían indicado que el Gobierno estaba manejando un déficit próximo al seis por ciento, y nunca el 4,4 por 100 “heredado”. ABC habló la víspera de la cumbre comunitaria del 5,9. La Razón mencionó el 5,8… De manera que mientras, en público, Rajoy insistía en que cumpliría el 4,4% y se hacía el sorprendido con las cifras de déficit de 2011, en privado ya se anunciaba a todos los socios que el déficit se iría al menos al 8,2% y que el 4,4% era inviable.
Ahora queda el trámite de los presupuestos, y el compromiso de los gobiernos autonómicos en cumplir a rajatabla “el mandamiento de Rajoy”, por duro que pueda resultar…