Hollande, la gran
esperanza, también para muchos españoles
No sólo están celebrando
su elección muchos franceses, la mayoría -casi el 52 por 100-, sino
también muchos españoles y no sólo los socialistas. Y muchos otros
europeos, a quienes la política que han impuesto el dúo
Merkel-Sarkozy, el famoso dúo Merkozy, les ha venido pareciendo
inadecuada y hasta nefasta en sus efectos. El repetido slogan, sobre
todo conducido por la canciller germana, pero secundado por el
“pequeño Napoleón” francés, de recortes del gasto, ha
conseguido un grado de parálisis preocupante en buena parte de la
zona Euro y al resto de la Unión Europea. La incuestionable
necesidad de reducir gastos, para reducir el inmenso coste que han
llegado a tener los Estados, ha sido llevado a sus últimos
extremos, conduciendo a la paralización, o recorte sustancial, de
muchas de las actividades productivas de primera importancia, tanto
en materia de infraestructuras como de investigación científica.
Víctima de esa política, ha dejado su inmenso poder el presidente
de la República francesa, Nicolás Sarkozy, y sitúa en ese puesto a
su adversario, el socialista François Hollande. Hollande, que
instaura el socialismo en el Palacio del Elíseo después de quince
años, llega con ideas muy distintas a las de su antecesor, y con
toda seguridad, afectará a la política de toda Europa. La propia
Merkel parece consciente de que las cosas empiezan a cambiar en los
modos de afrontar la crisis económica. No bastará la reducción del
gasto, sino que se hace imprescindible el lanzamiento de la economía
en aspectos clave, parea que la recuperación, el crecimiento y la
riqueza reaparezcan. Como ha señalado Hollande en su primer mensaje
tras la elección, y al anunciar que “el cambio empieza ahora”,
“la austeridad no puede ser una condena”. Por todas estas
razones, las elecciones francesas aparecen este lunes con la
relevancia que sólo las españolas hubieran alcanzado. Parecen tan
decisivas como si se hubiera peleado por el inquilino de la
Moncloa...
En los medios informativos
españoles, a su vez, hemos podido asistir, casi como propio, a una
repetición del debate francés, con partidarios y contrarios del dúo
que se peleaba por la Presidencia de la República. Ya durante la
campaña electoral, Sarkozy molestó a no pocos españoles con su
reiterada crítica a la situación “heredada del gobierno
socialista de Zapatero”. Que lo diga Cospedal o Sáenz de
Santamaría, pase. Pero en boca de Sarkozy parecía “un exceso y
una pasada”... Pues bien, al margen de las simpatías o
antipatías que a Sarkozy pudiera suscitarle Zapatero, resultaba
humillante y molesto el desdén hacia lo español y España que
mostró una y otra vez el expresidente galo. Pero, sobre todo, como
demostración personal de una política, la de austeridad a ultranza,
y al coste que pudiera tener para la recuperación económica,
Sarkozy resultaba un elemento molesto para muchos españoles que han
celebrado su derrota y su regreso a volver a ser un ciudadano
corriente, uno más. Y, por el contrario, Hollande llega en medio de
la esperanza de muchos europeos para quienes se hace imprescindible
recuperar unos niveles de crecimiento que hagan visible la
recuperación después de un tiempo demasiado largo de recesión Pero
ésta no es, ni mucho menos, la versión dominante hoy en los
medios, algunos de los cuales no dudan en mostrar la incertidumbre y
desconfianza que les origina el nuevo presidente: Frente al “Hollande
impulsa otra Europa”, de El País, en El Mundo y ABC coinciden en
hablar de la incertidumbre que, en su opinión trae consigo el
sucesor: “La victoria de Hollande abre la incertidumbre en Europa;
Victoria de Hollande, incertidumbre en Europa”, dicen los dos
grandes titulares de esos dos diarios. Por el contrario, en los
diarios catalanes se prefiere prestar atención preferente a los
efectos del cambio: Los planes de austeridad de Merkel pierden apoyo
en Europa, dice La Vanguardia. O bien, la victoria de Hollande
cuestiona la política de austeridad de Merkel y abre una nueva etapa
en Europa, señala El Periódico de Cataluña. En todo caso, parece
evidente lo que proclaman La Razón o La Gaceta Dice el primero que
el futuro de Europa queda en manos de “Merkollande”. Y el
segundo, que “la crisis derriba a Sarkozy”. Son varios los
periódicos que señalan que la crisis ya se ha llevado por delante a
muchos otros dirigentes políticos: La economía se ha llevado por
delante hasta 17 gobiernos europeos en sólo dos años, dice El
Mundo. El recuento coincide con el de La Razón: El presidente
saliente francés es el diecisiete dirigente europeo que ha caído
víctima del colapso financiero desde 2008.
Para los socialistas
españoles, no hay duda de que éste es un presidente y un Gobierno
que conviene celebrar y festejar, porque coincide con muchos aspectos
del programa de Rubalcaba: Ambos han propugnado que las políticas de
recortes debían ser acompañadas de medidas para relanzar la
actividad económica y la creación de empleo, y ambos coinciden en
reclamar que las políticas comunitarias no pueden dejar de lado esa
inactividad a la que está conduciendo el ajuste, el recorte y la
austeridad como obsesión de algunos dirigentes.
Por todo ello, el
socialismo español celebra como propia la victoria del nuevo
presidente galo y la derrota del “antipático Sarkozy”...
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