martes, 8 de mayo de 2012

LA REFORMA FINANCIERA, FINALMENTE, NACERÁ EL VIERNES

El Gobierno no quería que Rato recibiera dinero público para Bankia


La marcha de Rato, ¿es una “decisión personal”, “en una entidad privada”, como dice Cospedal, o es parte de la reforma financiera que tratan de cerrar de una vez Rajoy y De Guindos? Las afirmaciones de la secretaria general del PP parecen abiertamente negadas desde la mayor parte de los diarios, según resulta fácil comprobar: El Gobierno fuerza la salida de Rato. La dimisión del presidente de Bankia marca el inicio de una gran reforma financiera, asegura El País. El Gobierno fuerza la salida de Rato para salvar Bankia, sostiene El Mundo. Dice ABC: El Gobierno fuerza la marcha de Rato para sanear Bankia. Abandona el cargo al verse obligado el Ejecutivo a inyectar cerca de seis mil millones en la entidad por su exposición al ladrillo. Titula La Vanguardia: Rato se aparta. El presidente de Bankia tira la toalla tras varios meses de presión del Gobierno. Dice El Periódico de Cataluña: Rajoy fuerza que Goirigolzarri releve a Rato. Economía toma las riendas de la cuarta entidad financiera, que necesitará entre cinco y diez mil millones de las arcas públicas. Incluso en el muy gubernamental La Razón se explica que Rato deja Bankia tras anunciar Rajoy que saneará la entidad. Añade que el expresidente del FMI justifica su dimisión para que no se entienda que las ayudas públicas ha sido para favorecer al PP. Rajoy y De Guindos pidieron a Rato que abandonara la presidencia de Bankia, dice La Gaceta. La Voz de Galicia también entiende que Rato dimite para facilitar la salvación de Bankia con dinero del Estado. Y por supuesto, en los diarios especializados en cuestiones económicas, se insiste en la tesis de que Rajoy y Guindos “se han cargado” y prescinden de Rato: Titula Expansión: Bankia, intervenida. El Gobierno fuerza la salida de Rodrigo Rato. Botín, González y Fainé pidieron el viernes a De Guindos una solución. Titula Cinco Días: Guindos entra en Bankia. Economía prepara ayudas públicas por más de siete mil millones. Y en El Economista se asegura que Guindos invitó a Rato a irse “para no dañar al Gobierno”. No quería que se pensara que daba ayudas a Bankia por ser próximo al PP...

Por lo menos, los periódicos parecen tener claro, en términos generales, lo que niega Cospedal: Que el gobierno tiene mucho que ver, todo, con la salida de Rato de Bankia. La fuerza, ni más ni menos, para evitar lo que parecería inevitable: pensar que el Gobierno “presta” cinco, seis, ocho o diez mil millones de dinero público para salvar a Bankia, la antigua Caja Madrid, lastrada como ningún otro banco por los activos inmobiliarios “tóxicos”. Por lo demás, y como era fácil de prever, los diarios de este martes hacen del hasta ahora presidente de Bankia, Rodrigo Rato, el incuestionable personaje del momento, y le dedican los primeros espacios en todas sus portadas, como desde el mediodía de ayer vienen haciendo todos los restantes informativos virtuales o radiotelevisivos. Pero, al margen de preguntarse y responder “por qué se va Rato”, que es la pregunta del momento, y qué le fuerza a esta nueva “escapada”, que permite recordar la que, en su momento, hizo del FMI, cuando aún no había terminado su mandato, el propio Rato aporta su excusa: Estimar que es lo más conveniente para la entidad que ha venido presidiendo, considerada como clave para la reestructuración del sistema financiero español. Y luego, la no menos sorprendente decisión de dejar sucesor designado: Rato añade en su comunicado de despedida que va a proponer al consejo de la entidad la designación de José Ignacio Goirigolzarri como consejero y futuro presidente del grupo.

Como decimos, es de la mayor importancia saber que la decisión de prescindir de Rato y designar a Goirigolzarri, el jubilado “de oro”, coincide con los planes del Gobierno de poner en marcha de forma inminente, tras muy largas deliberaciones y retrasos, y tras muchas presiones del FMI, del BCE, de otras entidades financieras españolas, un plan de saneamiento para Bankia que prevé la inyección de cerca de 10.000 millones de dinero público con el objetivo de cubrir su riesgo inmobiliario. Junto a ello, también se cambiarán gestores y parte del consejo. Eso sí, al lector de diarios les quedará la duda: ¿Es Bankia una entidad solvente, si merece la inyección de tanto dinero público? Rato ha querido lanzar ese mensaje "muy tranquilizador" a los 10 millones de clientes de la entidad después de anunciar su dimisión. "Bankia es una entidad con un nivel de solvencia muy alto, además con una muy robusta situación de liquidez y con una plantilla de profesionales espléndida que sirve a 10 millones de clientes y a los 400.000 accionistas", ha declarado.

De manera que el sacrificio de Rato tiene mucho que ver con la reforma financiera que se nos ha venido anunciando desde la llegada del Gobierno de Rajoy y que se viene retrasando sin explicaciones. Las presiones internacionales, y en particular, la charla de Draghi con Rajoy en Barcelona, y el hecho de que la concesión de créditos siga siendo una anomalía y una dificultad en la recuperación económica, fuerzan, sin duda, a reactivar ese proyecto que aparece en la cartera de De Guindos desde el primer momento, pero que no termina de nacer, entre las muchas dudas que suscita: Banco malo, qué hacer con los activos tóxicos, qué hacer con las cajas de ahorros aún supervivientes, con Bankia-Caja Madrid, con la Nova Caixa Galicia que apadrina Núñez Feijoo, con el gobernador del Banco de España, con el ICO, con el Frob... Muchas cuestiones que acaso, finalmente, se terminen de resolver de aquí al viernes, cuando “toque” el día de las reformas de cada semana...

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