lunes, 21 de julio de 2014

Durán, esta vez sí, lo deja... casi todo Bueno, todo no. Sería mucha dimisión que Durán dejara todos sus cargos. De momento, deja su cargo en Convergencia i Unió, donde ejerce la secretaría general. Ya hace unas cuentas semanas había pre-anunciado que se iba a ir, pero luego lo reconsideró y se quedó en todos sus cargos. Ahora, parece que ha decido irse de esa competencia, sin esperar más, reservándose todas las demás que ejerce. El origen del enfado que origina su marcha está en dos materias. Primera, los sucesivos desencuentros con Artur Mas a cuenta del proceso soberanista catalán. Segunda, la imparable ascensión que Artur Mas otorga a Ezquerra y a Oriol Junqueras en esa misma estrategia rupturista con España. Ninguna de las dos cosas satisfacen a Durán, que, sin embargo, seguirá siendo diputado, posiblemente portavoz del grupo de catalanes diputados, y muy probablemente, otras muchas cosas de las que ha ido reuniendo a lo largo de su larga trayectoria política. Renuncia a su condición básica, y cabe sospechar que, detrás de ella, vendrán otras renuncias y dimisiones, demostrativas de que el entendimiento con Artur Mas ha llegado a su final, y que Mas ha cambiado a su gran compañero del juego: Oriol Junqueras tiene ahora más prevalencia e influencia de la que siempre tuvo Durán. De modo que ésta será una jugada con múltiples ramificaciones y derivaciones. En primer lugar, sobre la estrategia de Mas y sus convergentes en su debate con el gobierno español, materia en la que Durán era especialista y muñidor principalísimo. Nadie como él se manejaba en Madrid, entre los ministros de Rajoy o de Zapatero. De hecho, en múltiples ocasiones donó su nombre para ser incorporado a un gobierno que conocía bien en sus entresijos. Durán ha intentado forzar y apresurar el prometido encuentro de Rajoy y Mas sin conseguirlo. Siempre pensó que la conversación a dos bandas ayudaría a alguna clase de entendimiento, y finalmente, se va sin haber visto el grupo de sus constantes solicitudes a ambas partes. Rajoy, una vez más, viene demostrando que no tiene prisa alguna, probablemente porque entiende que, como decía Franco, los nuevos problemas ayudas a resolver a los viejos, por lo que no hace falta ocuparse de cada situación nueva que se presenta… Y entre tanto, parece que Rajoy tiene ahora en cuenta las propuesta de reforma constitucional que en su momento le propuso Rubalcaba, y que en su momento, y durante muchos meses, despreció olímpicamente. Ahora, y al ver cómo esa “tercera vía” la asume el sucesor de Rubalcaba, e incluso empieza a tener viabilidad entre sus propias filas, cuentan que se propone que su adversario Sánchez “delimite la reforma constitucional que plantea”. Manuel Iceta, desde Cataluña, y sobre la misma materia, sugería la posibilidad de que todo se redujera a un párrafo final, del tipo del que hace vigentes los conciertos vasco y navarro, que establezca las relaciones especiales de España con Cataluña. ¿Servirá un truco de esa naturaleza? No es improbable. Sobre todo, porque también está llamando, a las puerta de la Moncloa de Rajoy el lendakari Urkullu, que pide una cita a Rajoy para afrontar el conflicto de Euskaki. Rajoy siempre podrá decir que no hizo caso ni a los nacionalistas catalanes ni a los vascos, consciente de que, una vez que abra la puerta a alguno de ellos, se le presentarán los restantes pleitos pendientes…, más los andaluces, valencianos, gallegos, y hasta los de Murcia. Y si no los hay ahora mismo, ya los habrá… Entretenidos con nuestras pequeñas cuestiones patrias, resultan secundarias y muy menores asuntos como el del avión malasio derribado en Ucrania, o las masacres que Israel realiza contra los palestinos de Gaza. A lo sumo, nos interesa la resistencia de los holandeses por ver que Luis de Guindos no les parece con suficiente talla para ser el presidente del Eurogrupo. Pero las cuestiones comunitarias no tienen tanta prisa,.. JOSÉ CAVERO

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