El precio del ser humano Muy a menudo es inevitable la comparación de lo que vale-cuesta un ser humano en distintos países o culturas. Estamos viendo la reacción de escándalo mundial que ha provocado el asesinato de un reportero norteamericano a manos de un esbirro del Estado Islámico, posiblemente británico para más INRI… Desde luego, nada que ver. Este escándalo internacional, que probablemente significará bombardeos en algún punto de Irak-Kurdistán,. Con lo que ha sucedido muy recientemente en Gaza, donde dos mil y pico ciudadanos palestinos no han conseguido una reacción de protesta en medio mundo. Y sólo se trataba de una reacción de protesta y venganza porque tres jóvenes israelíes habían sido secuestrados y asesinados por palestinos, se supone que de Hamas… Ciertamente, no hay medida ni proporción. Otro ejemplo: el precio que están teniendo, en el mercado mundial, los ciudadanos de Liberia, Nigeria y otros estados africanos afectados por la enfermedad del Ebola. Poco o nada cuestan o valen esos ciudadanos, para el resto del mundo, que los prefiere separados por barreras infranqueables, de fronteras insuperables. Mientras tanto, las enfermedades exóticas africanas, propias del Tercer Mundo, tampoco merecen la consideración de los grandes laboratorios mundiales, que bien pudieran luchar juntas contra la enfermedad aún desconocida y sin tratamiento… En nuestro país, las confesiones de Jordi Pujol y las reacciones que han suscitado siguen mereciendo atenciones abundantes, particularmente en Cataluña y entre los suyos. Jordi, desposeído de la pensión vitalicia de expresidente, desposeído del título de molt honorable, de su despacho, secretarias, glorias y honores, también ha sido invitado a devolver la gran cruz-medalla-trofeo de la ciudad de Barcelona. Pero Jordi Pujol busca a quien le forzó a denunciar su situación irregular. Sospecha que un funcionario de un banco de Andorra es el culpable de sus malas andanzas recientes, y proyecta querellarse contra quien filtró esa información que tanto daño le ha causado y le causará en el futuro. O sea, que ni siquiera lo hizo forzado por la agencia tributaria o sus agentes: fue un chivatazo de los andorranos, quién lo iba a decir, el que descubrió 34 años de situación fiscal irregular en las cuentas de don Jordi. Y todo empezó a despeñarse… Sorprende ver a Jordi Pujol paseando en las proximidades de su casa de verano, tan pacho y tan relajado. Incluso, alguna vez, responde a las preguntas de los periodistas, como un simple mortal... Eso sí, venido a menos. Los partidos y sus líderes empiezan ya a situar tareas para el otoño entrante, cuando el sol caliente menos. Por ejemplo, el alcalde que los populares quieren que sea el cabeza de la lista más votada. Por cierto, que la oposición se niega a negociar con el PP la reforma electoral… O los cambios que el PSOE se plantea someter para reformar la Constitución, y hacerla “más federal”, de modo que quepan en ella las aspiraciones independentistas catalanas. Un propósito hacia el que tampoco parece que el PP tenga la menor intención de dar facilidades a los socialistas… Y por supuesto, la financiación autonómica, que nos quisieran que ya hubiera sido planteada y hasta resuelta, y otros, empezando por Rajoy, que no quieren ni oír hablar de ese melón que algún día tendrá que abrir… Todo eso empieza ya a ponerse en la lista de espera del otoño próximo, que ya saben que sus señorías los parlamentarios retrasan todo lo posible, año tras año. Esa reforma no les gusta nada afrontarla a los partidos “de la casta”… ni a los de la Susana, siempre que sean parlamentarios a sueldo del estado. A ver si llega Podemos con aires nuevos de renovación más vibrante y acelerada y empiezan a cambiar algunas cosas bien necesitadas de aires nuevos… JOSÉ CAVERO