viernes, 5 de septiembre de 2014

Alguien manda en Europa Poco a poco, a medida que las estructuras se consolidan, la Unión Europa empieza a ver de verdad quién es quién,. Y quién manda qué, en cada materia. El caso Draghi es sintomático: Ya no hay duda de que la política económica. Al margen de lo que se decida en Berlín, con doña Angela Merkel, se determina en la presidencia del banco Central Europeo, y que tiene criterios claros y firmes sobre lo que conviene hacer o evitar. Hoy, Draghi merece las atenciones de la mayor parte de los grandes titulares de los diarios, por derecho propio. Sobre todo, se destaca la firmeza que emplea Draghi para tratar de evitar nueva recesión en la Vieja Europa. Actúa con determinación, y no parece que nadie quiera llevarle la contraria: rebaja los tipos al mínimo histórico del 0,05 por ciento, y es capaz de soportar, en ocasiones, las resistencias de lo alemanes, acostumbrados a mandarlo todo sin la menor oposición. Y por si fuera poco, Draghi consigue el apoyo y aplauso general: suben las bolsas, cae el valor del euro, y se extiende la confianza de que los créditos de la banca alguna vez volverán a fluir, como en los buenos tiempos. Ese, todavía, es el milagro que debe conseguir Dari, que emplea como nadie lo ha hecho, el tablero de apretar o aflojar las tuercas para conseguir cada uno de los propósitos con lo que trata de conseguir que, de una vez por todas, la Europa de los Veintiocho salga de la crisis y empiece a crecer de nuevo, oara crear empleo y riqueza… En España, mientras tanto, casi todo está pendiente de lo que ocurra en Cataluña en las próximas semanas. Es trascendente, sin duda, todo lo que se proponen tanto Mas como sus seguidores y animadores, tipo Junqueras. Los empresarios siguen, curiosamente, generalmente mudos ante el desafío que propone el nacionalismo. Y a la derrota de las tesis de Artur Mas habrá cooperado en muy buena proporción la familia de los Pujol, todos y cada uno de sus miembros, que no han sabido estar a la altura de las exigencias morales “un país-Estado en construcción”, y dando sus primeros pasos. Por el contrario, Los Pujol, desde don Jordi a cada uno de sus hijos, pasando por la señora doña Marta, han hecho todo lo posible por desacreditar un sistema, un modelo, un programa que ellos mismos cooperaron en levantar y confiarlo al “hijo político Mas”. Creen saber algunos medios informativos que no todo lo que proyecta Gallardón cuenta con el apoyo y aplauso de las dos grandes damas del gobierno y Partido Popular. Saénz de Santamaría y Dolores de Cospedal, desconfían de manera creciente, con los planes del titular de Justicia, en materia de aforamiento, por ejemplo, o en materia de ley del aborto…, que por cierto, prometió don Alberto que enviaría al Congreso cuando acabaran las vacaciones. ¿Cuándo va a acabar las interminables vacaciones el ministro de la gran deuda madrileña? Desde fuera, resultan siempre apasionantes “las grandes pasiones. Sucedió con el anterior presidente de la República francesa, y ha vuelto a suceder con el actual. Sus respectivas señoras, en algún momento de su gloria o de su enfado posterior, han dado a conocer las razones de su pasión o de su desengaño, y han dejado, para la opinión pública, el testimonio de esa visceralidad incontrolable. Que tu excompañera, despechada tal vez, revele que el presidente de la República “se presenta como un hombre al que no le gustan los ricos, pero en realidad, no le gustan los pobres, a quienes llama “los desdentados”, es de una crueldad - o realismo-, inauditos. Por cierto, qué gran verdad: Los pobres suelen ser personas con problemas en la dentadura, por el coste de los dentistas. Los desdentados, claro… JOSÉ CAVERO

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