El nuevo pacto Parece que Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, tiene alguien que le ayuda a pensar. O que piensa, por su cuenta y riesgo, y lo hace abundante y profusamente. Hoy se le atribuye la autoría de un nuevo pacto constitucional, que podríamos votar todos, mediante el consiguiente referéndum, y que debería responder y resolver el problema de Cataluña pero también serviría para renovar el modelo democrático. Nada menos, y en un mismo proyecto de actualización del Estado de las autonomías, que es como se presenta ese nuevo pacto que expone en un artículo que firma en El País. Parece evidente que la propuesta lleva unos cuantos días, o meses, o años, en preparaciòn y en análisis de su autor o autores, por lo ambicioso que resuelta, a simple vista: aspira a dar un nuevo impulso a nuestra democracia, y quiere recoger en el futuro texto constitucional las nuevas formas de familia, suprimir definitivamente la pena de muerte, hacer de la protección de la salud un derecho real y efectivo, tutelar seriamente el derecho al trabajo y a la vivienda, y garantizar el compromiso efectivo de los poderes públicos con las políticas sociales que componen el estado de bienestar. Todo en un mismo, y ciertamente ambicioso pacto… Naturalmente, a estas alturas ya tiene quien le contradiga, quien se le oponga, quien le rebatirá con todas sus fuerzas. Sólo faltaba que un recién llegado consiguiera todos esos buenos propósitos que enumera en simple artículo de prensa. Puede que en pocos días no quede nada de esos propósitos, o bien podría nacer, desarrollarse y llegar a buen puerto… Desde esta pasada madrugada ya está siendo atendido por el equipo médico especial del Hospital Carlos III el nuevo sacerdote llegado de Sierra Leona, víctima del Ebola. Esta vez, el hospital no ha tenido que ser evacuado del resto de los enfermos, lo que significa un avance importantísimo sobre lo que sucedió con el anterior misionero que fue atendido y falleció en ese centro médico. Parece que la política sanitaria regional se va adecuando a las necesidades, y que la llegada de un nuevo enfermo no tiene por qué perjudicar a los que llegaron antes. En todo caso, parece haber quedado de manifiesto la improvisación que se ejerce en esos cuidados médicos y hospitalarios de la ciudad y de la nación. Ojalá el misionero, esta vez, tenga buena fortuna, y su cuerpo reaccione a la medicación que se le va a aplicar. Por cierto, que a su condición de misionero en Sierra Leona añade la de médico y cirujano… Parece que estamos en el duelo de dos políticos, Rajoy y Mas, por ver quién resulta ser más audaz y astuto que el otro. Estos próximos días, Mas deberá proceder a la convocatoria de la consulta para determinar la independencia o no de Cataluña. Y todo permite suponer que aprovechará los días de ausencia de Rajoy, de viaje en China, para efectuar esa convocatoria tan esperada como rechazable. Mas garantiza que convocará la consulta e insiste en que firmará el correspondiente decreto en los próximos días, y anuncia o advierte que hará esa convocatoria “con astucia” política, lo que no se sabe bien qué significa o qué contenidos de sorpresa contendrá el anuncio. ¿Qué es la astucia política para don Arturo? ¿¿Se trata de comprobar quién es más listo, más espabilado, más sagaz? Uy, qué miedo nos da el todavía honorable Mas… Con mucha antelación, esta vez se nos empiezan a anunciar los probables o seguros efectos de las siguientes elecciones, por la baja anticipada y anunciable de los actuales munícipes. Resulta que ni Madrid, ni Zaragoza, ni Ourense, ni Avilés o Parla tendrán, tras las elecciones municipales, los mismos alcaldes actuales, que ya han decidido no seguir en el cargo. Es el caso bien conocido de Ana Botella o de Juan Alberto Belloch, que ya creen haber concluido su etapa pública y desean regresar a la actividad privada. Justamente lo contrario de lo que hoy mismo anunciará el candidato socialista Carmona, decidido finalmente a ser alcalde de Madrid, si ningún otro candidato se le interpone y e impone a sus propósitos… JOSÉ CAVERO