viernes, 26 de diciembre de 2014

El Rey, la Infanta y la seño ESPE Estos días finales del 14 están teniendo, sobre todos los demás, tres protagonistas principales, el Rey Felipe VI, su hermana la Infanta Cristina, y la señorita Aguirre, doña Esperanza. El primero, por su estreno como mensajero navideño. Había enorme expectación y así lo han comprobado las cifras de audiencia televisiva. Muchas ganas de escuchar el tono nuevo y las ideas del nuevo Rey. Tono muy distinto al de su antecesor y padre, e ideas también renovadas y más potentes. Don Felipe, sobre todo en la primera parte, abundó en lo que se esperaba de él; las referencias la corrupción y cómo combatirla. Pero todos estábamos pensando en cómo se podrían aplicar sus condenas a su propia hermana, y ciertamente, no se anduvo por las ramas. Era perfectamente aplicable todo lo que decía, de aprovechamiento de altos cargos para abusar de los dineros públicos. A algunos les pareció que el Rey debió ir un punto más allá, reclamando a su hermana que dimitiera de sus aspiraciones “legítimas” al trono. Yo creo que esas prerrogativas, a estas alturas, no significan nada, y que, después de todo, ya no le servirán más de lo “útiles” que le fueron `para ser social y compañera de su marido para percibir dineros ilegítimos de las Comunidades de Valencia, de Baleares, de Madrid…, que cabe esperar que veamos pronto juzgado0 ante el tribunal correspondiente. La todavía infanta, por gracia y valentía del juez Castro, estará sentada en el banquillo, y con ella se sentarán esas prerrogativas mal empleadas, y no precisamente para bien. Una vez que se produzca la condena “legal” –a social ya se viene produciendo desde hace tiempo-, a la Infanta le servirán bien poco, más bien nada. Le habrán servido para mal, para auparla en la consideración social y hacer que las atenciones generales, de españoles y de ciudadanos del mundo, estén sobre ella desde hace muchos meses. Por lo demás, don Felipe tuvo la oportunidad, bien aprovechada, para “saludar” el problema catalán,. O el problema de la relación de Cataluña con el resto de España. A mi modo lo hizo bien, muy bien, y ojalá el jefe del Gobierno se sitúe en la misma onda, para procurar hallarle soluciones prácticas. A lo mejor, ya lo está haciendo por la vía de los presupuestos, que es el modo en que debieran resolverse problemas de relación del Estado y sus comunidades autónomas. La queja insistente de González, don Ignacio, de que hay trato de favor a Cataluña frente a las restantes Comunidades, la rechazan vivamente Mas y Mas-Culell, el presidente y el conseller de Hacienda de la Generalitat. Probablemente nunca sabremos lo que es justo o menos justo en esa relación del Estado central y las cuentas de la Generalitat, pero lo que sí sabemos es que esa relación de sumas y restas viene enturbiando las relaciones de los españoles que se consideran tales con los catalanes, y hasta con los españoles que se consideran también catalanes… Y luego, como tercera personalidad del momento, aparece Esperanza Aguirre, por su órdago a lo grande de declararse aspirante a ser candidata a la alcaldía de Madrid,. Curiosamente, el primero en replicarle fue un portavoz del PP que no parece ni el más inteligente ni el más listo de los posibles. Y vino a decirle, de manera grosera, que Rajoy no admite amenazas, chantajes ni presiones. Es decir, que daba por hecho que Aguirre, una vez más, iba por libre y pretendía imponer su v voluntad al gran jefe “o si no, que me cese!”.- Aguirre sabe que a Rajoy le cuesta cesar a cualquiera, y por eso juega así de fuerte. No la va a cesar, pero sí la descalifica, de antemano, `porque ella misma llega a la carrera de candidata descalificada y desprestigiada como ninguna otra persona de su entorno del PP: Facilitó el acceso de la Girtel a las instalaciones madrileñas, aunque luego se vanagloríe de hacerlos denunciado, alentó y auspició a Granados y sus adláteres en otra trama de corrupción, apadrinó a Ignacio González, con su controvertido ático en el que invita a merendar a Nicolasete, pone en marcha toda una operación de espionaje para saber las debilidades de sus gentes del PP madrileño..,. ¿Esta quiere ser candidata del PP en las elecciones que vienen? Tal mal anda el PP en materia de candidatos, en esta época ruinosa de famas y trayectorias políticas? Claro que la conoce todo el mundo, pero no siempre, casi nunca, para bien. La jefa de Madrid-PP quiere ponerse al mando de los policías que le denunciaron por huir de la policía que la detenía por infractora…. Lo que nos faltaba por ver o imaginar… JOSÉ CAVERO

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