domingo, 21 de diciembre de 2014

Lo de Nicolasete va en serio Algunos personajes y situaciones parece que mejoran notablemente, y otros se comprueba que van a peor, también de manera significativa. Tampoco faltan cuestiones en las que no se sabe bien si se avanza o se retrocede, como en la cuestión catalana, donde Mas y Junqueras aparecen enzarzados en la estúpida cuestión de si lista única o listas como siempre, en las elecciones que uno quiere celebrar cuando antes, Junqueras, y otro retrasa todo lo posible, como Mas. La tontería lega al punto de que el líder republicano garantiza al unionista Mas la presidencia de la región-autonomía incluso si ganara Ezquerra en esas elecciones. Eso sí, Junqueras insiste en que, a partir de las elecciones catalanas, no podrían pasarse de 18 meses hasta la proclamación –se supone que unilateral- de la independencia de Cataluña. Esa parece ser la gran cuestión, en la que pocos partidos entran y se definen. Se supone que es, sobre todo, “el problema de Rajoy y Santamaría”, y que todos los demás sobramos en el enconamiento… Esa es materia estable en preocupación alta-altísima, mientras en el resto de cuestiones, unas suben y otras bajan en interés de la ciudadanía. Sube la inquietud por el gasto de las comunidades autónomas (esencialmente del PP), que abocadas ya a unas elecciones en medio año, se ven autorizadas por el Gobierno para relanzar su gasto y no seguir ahorrando y haciendo economías… Es una grave situación, porque podría perderse, una vez más, el objetivo del déficit, y sobre todo, porque habrá quedado atrás la necesidad permanente de no gastar más dinero público de lo imprescindible. Ahora, parece que Montoro y Rajoy dan licencia para gastar, con tal de mantener el poder y no perderlo ante los pugnaces y exigentes adversarios. Y estamos viento algunas situaciones de gravísima preocupación: que las eléctricas hayan ganado tres mil millones más de los que les hubieran correspondido y nadie se los reclama, por ejemplo. Que a Cataluña se le hayan ofrecido muchos miles de millones “para que la comunidad no quiebre”, que Madrid se muestre abiertamente guerrera contra amabilidad del Gobierno central hacia su gran rival económica… Que a Florentino le den los 1.700 millones gastados en la Operación Castor, aportados por el ciudadano contribuyente. Si en lugar de provocar seísmos hubiera proporcionado beneficios, ¿quién percibiría esas ganancias? Que Florentino reclame millones de euros porque los gastos en la línea del AVE Barcelona-Francia resultaron más costosos de lo calculado.. Da la sensación de que se ha abierto el tiempo para las aberraciones y que todo vale, en este final angustioso de la legislatura, momento en el que parece que cualquier puede pasar, incluyendo el desplazamiento de Rajoy a la calle, rompiéndose un largo ciclo de dos mandatos consecutivos en la presidencia del Gobierno… Rajoy tiene caras nuevas, en Agricultura, Justicia y la Fiscalía general, así como en la portavocía del Congreso. No parece que Rafael Hernando sea el más diplomático ni el más prudente de los portavoces peperos, como ha ve id0 demostrando, pero posiblemente los “tiempos de choque” en los que nos encontramos aconsejan esas respuestas desde el Gobierno. Se trata de hacer esfuerzos de última hora, de aferrarse a lo que es posible para no perder posiciones. No vaya a ser que el PSOE de Sánchez o el Podemos de Iglesias fuercen de manera abrupta el final de un tiempo del que Rajoy, Rato, Cospedal, Santamaría, Fátima Báñez…, se vanaglorian, posiblemente antes de tiempo. Cantan las excelencias de su propio gobierno antes de que los ciudadanos hayan comenzado a apreciar las mejoras de las que presumen… Y así las cosas, lo de Nicolasete parece que llega a su final de traca y de sainete y se adentra en las profanidades de los juzgados, sin que nadie, de momento, se haya dado por aludido ni se considere responsable de esta ópera bufa, que tanto se ha prolongado ya. JOSÉ CAVERO

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