La recuperación “mariana” Cada maestrillo y cada político, van a lo suyo, y Mariano Rajoy hace tiempo que vaticina y predica la recuperación económica a los cuatro vientos. El mismo se vio obligado a puntualizar recientemente, que no habrá tal recuperación hasta que lo empiecen a advertir en sus propias cuentas de ingresos los ciudadanos. Pero aún así, insiste, porque es parte esencial de su mensaje: Una verdad lo será si se repite mil o cien mil veces. Si nos convencemos de que la recuperación está ahí, , la recuperación terminará llegando, por más que siga habiendo millones de parados y por más que la renta per cápita de los españoles y su capacidad adquisitiva se haya reducido considerablemente en los últimos cinco o diez años. La recuperación terminará imponiéndose, porque así lo tienen previsto Mariano y sus augures, del tipo Pedro Arriola. Pues bien, en su última rueda de prensa del presidente, Rajoy abundó en esa idea. Rajoy ya ve y ya toca la recuperación. Va muy por delante de la mayor parte de los ciudadanos. Hoy mismo, José Carlos Díez señala en El País que el endeudamiento de las familias españolas se sitúa en el 80 por 100 del PIB… Y el propio periódico hace su balance final, tras escuchar el de Rajoy: El presidente tiene razones para el optimismo, pero España está a medio camino de la recuperación, sostiene, tras entender que sería absurdo negar que la situación económica ha mejorado y que muy probablemente seguirá haciéndolo en el nuevo año 2015… Eso sí, los datos en los que participa directamente el gobierno, como crecimiento del salario mínimo o de las pensiones, siguen siendo extraordinariamente limitados y reducidos: tres euros más el SMI, y un cuarto de punto de subida de las pensiones… También se ve obligado Mariano Rajoy a ir por delante a la hora de empezar a pensar en coaliciones eventuales, después de lo que le vienen augurando las encuestas: Una caída muy considerable de los votos de apoyo al PP. Rajoy no descarta que los dos principales partidos históricos del país, PP y PSOE, terminarán colaborando y gobernando juntos, para hacer frente al tercer grupo que se augura como probable revelación de la temporada, Podemos. O sea, el escenario que no descarta Rajoy es el de “la casta” contra los revolucionarios y “políticamente inestables” y arriesgados de Pablo Iglesias. No quiere anticipar acontecimientos, pero lo hace de ese modo, con una advertencia a la ciudadanía del riesgo que, a su juicio, tienen los aventurerismos en política. A los restantes partidos, las consideraciones optimistas del Jefe del Gobierno no les gustan nada. Las ven utópicas, interesadas, y `prematuras. Y mientras tanto, Podemos sigue su ruta triunfante: las encuestas le atribuyen excelentes resultados en Euskadi, y el eurodiputado Echenique ha anunciado que será candidato a las elecciones por Zaragoza. La nueva formación está eligiendo a sus líderes municipales para competir con “la clase política de antes”, a la que se anuncia una considerable retirada masiva… Por lo demás, es evidente que hay algunos datos económicos crecientemente felices, como los relativos al turismo, aunque se registre un decrecimiento en sus gastos per cápita. Tampoco terminan saliéndoles las cuentas a la Comunidad de Madrid frente a la generosidad del Gobierno y de Montoro hacia las cuentas catalanas. Madrid sigue critican el nuevo mecanismo de liquidez de Hacienda, que tan benéfico resulta a las cuentas catalanas. Por lo demás, y en materia política, Rajoy no quiso entrar al trapo que le tendió hace unos días su díscola Esperanza Aguirre. Ya llegará el momento, vino a decirnos. No adelantemos acontecimientos que hoy no tocan… Ya se verá qué hacen Rajoy y el PP cuando se trate de determinar candidatos para Madrid, ayuntamiento y comunidad. Es evidente que no hay candidato claro, y que el riesgo de perder los dos enclaves, forzará a Rajoy a asumir algunos riesgos , como el de, tal vez, perder a Santamaría como adjunta a la presidencia para retener la capital. ¿Tan fuerte habrá de ser el juego que se avecina? JOSÉ CAVERO