En ningún caso, pacto electoral El líder socialista, Pedro Sánchez, ha sido tajante, al responder a las declaraciones de Mariano Rajoy sobre la eventualidad de un entendimiento entre los dos principales partidos, -ahora mismo, no se sabe qué sucederá en los meses venideros con Podemos- tras las elecciones de dentro de un año. En ningún caso habrá esa clase pactos, ha respondido Sánchez, que aspira a ser numero uno y no a la mera supervivencia con el actual líder. Otra cosa pudiera ser lo que, finalmente ocurra, cuando cada cual hará sus correspondientes cálculos y “enjuagues”. Pero, de momento, eso es lo que hay, y ese es el compromiso del que se parte. Con Podemos podría suceder algo parecido. Da la sensación de que sólo se inclina por pactar con IU, aunque esta fuerza es recelosa por lo que puede tener de “abrazo del oso” y de devoradora interna de sus futuribles socios. Tiene la impresión de que Podemos quiere seguir trasladando a militantes de IU a sus propias bases de militancia…, siempre que se dejen convencer. Por el momento, priman las razones de supervivencia: en el PSOE se considera que pactar con cualquier fuerza les significaría recortes esenciales a su propia soberanía y razón de ser, y por ello, y por principio, se resistirán a ninguna clase de pacto, a la derecha o a la izquierda. Sobre todo, a la derecha… Y otra cosa, los dos grandes partidos tradicionales, la llamada casta política, van a hacer esfuerzos, o los están haciendo ya, para limpiar un poco su pésima imagen pública, para no verse más castigados por los ciudadanos en las futuras urnas. Esa es otra tarea ímproba, a menudo dificilísima, porque rompe los esquemas mentales de eos grandes y viejos partidos, con demasiada carga de historia y de “maldades” a cuestas. En particular, al PP le ha correspondido la “fortuna” de vérselas con toda clase de corrupciones, corruptelas y corruptos, y no está claro que haya respondido siempre como cabía esperar del partido gobernante: Camps, Fabra, Gurtel, Aguirre, Bárcenas, dinero negro, contabilidad B, pago de las obras de Génova, Caso Alicante, aeropuerto de Castellón, obras de la Ciudad de la Justicia de Madrid, -otro marrón de la señora Aguirre… En algunos casos, puede sorprender, y sorprende vivamente, que quien estuvo en el comienzo del caso Girtel, del Caso Púnica, de obras fallidas y costosísimas como la Ciudad de la Justicia, que es el caso de Aguirre, tengan el coraje de seguir estando “en el machito”, contra viento y marea, y tras ser perseguida por policías municipales por causa de una infracción de tráfico. ¡Qué valor, qué desfachatez, señora Esperanza Aguirre!… Deje que algún nuevo valor pruebe en las tareas en las que ustes ha fracasado estrepitosamente yen varias ocasiones, y retírese de una vez a ptracticar su condición de abuelita de cuento. De muchos cuentos… También venimos reclamando que abandone sus condiciones de Infanta de España con (algún, escaso) deseo de reinar alguna vez sobre los españoles, a la Infanta doña Cristina. Por favor, abandone sus títulos, pague la sanción que le reclaman las autoridades que le van a juzgar, y limítese a asumir las condenas que, con bastante probabilidad, caerán sobre usted, por mucho Gobierno, Fiscalía, Agencia Tributaria, Abogacía del Estado y una parte de los empresarios de prensa reclamen lo contrario: que se dé carpetazo al asunto, y que todo lo pague Urdangarín, su divino esposo el atleta… Curiosamente, a Podemos le ha surgido, en las últimas horas, un nuevo enemigo, el soberanismo de los independentistas catalanes. No les gustan nada las ideas de autodeterminación que predica Iglesias, y ven con inquietud las propuestas que hace el nuevo grupo. Para otros muchos ciudadanos, en cambio, Podemos también puede traer aires nuevos en una viejísima cuestión, Por cierto, mucho ojo al encuentro de este domingo a Mas y Urkullu. No estaría de más que nos enteráramos de las coincidencias y disidencias entre ambos “honorables”… Pero es dudoso que la naciente transparencia –más de papel y de propósitos que realidad- llegue ya tan lejos con alguna versión aproximada a lo que haya sucedido entre ambos… JOSÉ CAVERO