miércoles, 31 de diciembre de 2014

Comienza el año quince Dicen nuestros políticos que, por una u otra razón, este año que está a punto de comenzar “será distinto”. Siempre son distintos, los años nuevos, y siempre dejan de ser “nuevos” en pocos meses. La rutina los devora pronto, y volveremos a tener bajas de guerras o de accidentes, como en los días finales del catorce, que trajo a la memoria la pavorosa guerra de hace cien años. Pues bien, para el quince se nos vaticinan los mejores augurios: algunas elecciones trascendentes, mejoría en los niveles de empleo y de prosperidad... Más transparencia, leyes un poco más adecuadas a la realidad que algunas de las que pasaron todos los trámites en los últimos meses… Cabe suponer que con el quince haya terminado la etapa de los grandes desfalcos los de los ERE, los de la Formación, los de Gurtel, Bárcenas, Caja Madrid… Los datos más recientes de la antigua caja de ahorros madrileña demuestran un insaciable apetito de alguno de sus dirigentes, básicamente Miguel Blesa, por acaparar dineros ajenos. Su propio sueldo y el de sus colaboradores selectos, siempre parecía resultarle insuficiente, y reclamaba, desde su mando supremo, más y más. Pero en el caso de Blesa, además de su propia responsabilidad, estamos ante la inexistencia de controles. A Blesa o designó Aznar, compañero de pupitre, y lo sostuvo en el cargo Aguirre, que se especializó en amadrinar a truhanes: los de la Gurtel, los de la Púnica… Ahora, esta buena mujer quiere repetir oportunidad... ¿para seguir apadrinando a golfos? Ahora le han dado no sé qué medalla por su paso por Educación. Pero ya se sabe lo que Aguirre declaró: que su sueldo de presidenta de la Comunidad de Madrid no le resultaba suficiente para llegar a fin de mes, porque en su casa tiene los techos altos y necesita un plus de gastos en calefacción. Con esta clase de descaros, ¿habrá quien le siga dando cargos de responsabilidad, una vez más? ¿No tiene más, y mejor, banquillo, el PP? Decíamos que este año quince viene marcado, sobre todo, por las elecciones autonómicas y generales, de mayo y noviembre. Antes de ambas citas sucederá otra cita crucial con las urnas, y aunque sea en Grecia, nos provocará altísimos grados de preocupación e inquietud. En Grecia volvemos a jugarnos mucho los Europa del Eurogrupo, del Euro, de la estabilidad económica y financiera… Todos contra Montoro. Todo, no. Pero los cumplidores, quienes se han exigido el cumplimiento estricto del déficit mes tras mes, y han apretado tuercas a los suyos `para ajustarse a lo ordenado y comprometido, sí están “de morros” con un Montoro que parece tener distintas varias de medir. Los más despilfarradores, catalanes y valencianos, se han llevado la mejor parte, en las cuentas del ministro de Hacienda. No se atrevió a celebrar, como estaba previsto, la cumbre de todos los jefes autonómicos para resolver la cuestión el reparto de los dineros del Estado que deben encauzarse a las comunidades autonómicas, , y ha decidido dar soluciones por su propia cuenta, sin contar con la mayoría, incluso de los suyos del PP. Hemos escuchados voces como las de Ignacio González, o Herrera, presidentes de Madrid y Castilla y León, que no han ahorrado críticas a don Cristóbal, que ha pasado a ser un traidor y un embustero. Montoro ha salido escaldado en muchos de los asuntos que han correspondido a su ministerio en los últimos tiempos, -recuérdese la amnistía fiscal y sus magros beneficios- y en éste no sale mejor parado. Algún parche deberá poner para empezar a complacer a los más esforzados… Porque Rajoy no quiere mezclarse en “asuntos molestos”. Esos son para sus colaboradores, o en todo caso, para que los resuelva Santamaría. Muy feliz año a todos. José CAVERO

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