domingo, 11 de enero de 2015

Encuestas y estimaciones Hay en cuestas propiamente dichas, y hay estimaciones, sospechas, análisis personales fruto de una más o menos larga experiencia. De encuestas hay, este domingo, una n nueva, en El País, que reitera que Podemos sigue consolidando sus buenas perspectivas y que también se lanza hacia arriba el partido Ciudadanos, nacido en Cataluña y que ha intentado, en vano, ir de la mano de UPyD. Los dos datos abundan en un cierto final del bipartidismo que algunos hace tiempo que pronostican, o desean vivamente. La encuesta, una vez de la serie, insiste en que hay tres, y no dos fuerzas hegemónicas, la referida Podemos, el PSOE y el PP. El orden, sospecho que tendremos que esperar a verlo en el recuento de las distintas urnas que empiezan ya a prepararse. Entre las tres siglas, vienen a suponer tres cuartos de los votantes probables. Ya es grande el avance de Podemos, pese a los muchos adversarios y enemigos que le han surgido en los últimos meses. Luego, están los analistas y prospectores. El gurú Arriola, por ejemplo, que suele convencer a Rajoy y que llega a transformarse en la figura del presidente, nada menos. Arriola-Rajoy no descartan que las cosas están cambiando, o han cambiado ya de manera importante, pero que todavía es remediable la situación que algunos ya empiezan, incluso, a celebrar. Pues bien, Arriola y Rajoy insisten en que no todo está perdido para el PP, ni mucho menos, y que aún es posible mantener muchas bazas en las elecciones que vienen. Eso sí, se requiere mucha cintura, mucha dedicación y esfuerzo. Pero hay oficio y posiciones consolidadas, pese a todos los traumas de la legislatura que está terminando, repleta de promesas incumplidas… Por ejemplo, el PP tiene que cuidarse mucho, en adelante, a la hora de prometer. Rajoy ya ha comprometido algunas cosas, como por ejemplo, las vacunas contra la hepatitis C, por más que se haya curado en salud y recuerde que la decisión de quién debe entregarse esa medicación “salvadora” dependerá de los médicos, y no tanto de la administración sanitaria. Pero, por lo menos, se ha roto ese muro de incomunicación que existió con Ana Mato. Rajoy no estaba este sábado en la Moncloa, pero dos funcionarios salieron a recibir a los manifestantes favorables a la dispensación del fármaco contra la Hepatitis C, carísimo y hasta ahora inalcanzable para el común de los mortales. Ya es novedad, que la Moncloa haya abierto sus puertas y haya recibido el mensaje de los enfermos y familiares. Eso no hubiera sido imaginable, siquiera, en otros tiempos del “reinado” mudo de Rajoy. Ahora ya, por lo menos, envía emisarios que reciban los mensajes del “populacho indignado”. Algo ha cambiado, y no por mérito de la transparencia, sino del miedo a las urnas. Sería conveniente aprovechar esta baja defensa de Rajoy en estos meses… También resulta sorprendente que Rajoy viaje hoy a París para participar en la manifestación internacional contra el terrorismo de los yihadistas fanáticos. El político gallego rompe un poco sus propias formas y modos más bien pasivos y estáticos, y se moja ante la comunidad internacional, al lado y del brazo de Hollande, Sarkozy, Cameron, Merkel y muchos otros dirigentes del mundo mundial. Rajoy está cambiando para esas futuras urnas, que le resultan tan comprometedoras. No es lo mismo ir “sobrado” que ir a ver si con u n último esfuerzo se puede evitar la catástrofe que se anuncia… Otro político gallego, Feijoo, tenía que dirigirse ayer a su propio electorado para pedirle disculpas porque su administración sanitaria no había previsto los efectos de la gripe, y los hospitales gallegos no dan cobijo a más pacientes. Feijoo comparecía sin voz, y pidiendo disculpas… Eso tampoco es corriente. Que en pocos días haya hecho su aparición en escena Sáenz de Santamaría también parece demostrativo de que el poder, en los meses que nos separan de las urnas, se va a abrir ante los ciudadanos, y procurará dar respuestas que antes hubieran sido impensables. Eso sí, también hay fundamentalistas que no cesan: Esperanza Aguirre ha tenido la mala fortuna de recordar la implicación en la guerra de Irak de Aznar y su ejército. Dice la espere que aquello no fue la causa del atentado del 11-M. ¿Cómo llega a tamaña conclusión? Doña ESPE suele navegar a contracorriente, así se hunda su partido… JOSÉ CAVERO

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