El radicalismo que denuncia el PP Este pasado fin de semana estallaron los nervios en los despachos más importantes del PP gobernante: Se les venía abajo todo el imperio logrado en la legislatura anterior, gracias a la colaboración de PSOE y Podemos, y a las muchas dudas que, a su vez, expresaba Ciudadanos para cooperar con el “multicorrupto” PP. El cordón sanitario estaba ahí, y amenaza con retirar al PP de la mayor parte de los puestos de responsabilidad que ha venido ejerciendo en la legislatura que acaba. ASsí las cosas, Rajoy, Santamaría, Floriano, ¿dónde estaba Cospedal?, el “tal Fernández”, todos estallaron a una contra el radicalismo furioso y furibundo del PSOE, ladrçón de gobiernos autonómicos y de alcaldías… La acusación estaba perfectamente orquestada y se produjo en todos esos frente personales y en unos cuantos medios informativos afines al PP. Todos coincidieron en denunciar el radicalismo del PSOE, que no se detenía a la hora de pactar con Podemos siempre que eso significara tobar poderes al PP. El PP llegó a temer que de las trece comunidades autónomas de esta legislatura apenas se quedaría con dos o tres, y que perdería cientos de alcaldías donde la suma de Podemos y PSOE les arrebataría el gobierno local.. Finalmente, se apaciguaron un poco los ánimos al comprobar que en Madrid, no se perdía todo: La Comunidad quedaría para Cristina Cifuentes, tras sospecharse que los casos de corrupción de la trama Púnica –Ballarín, Figar y Vitoria- arruinarían los esfuerzos para salvar los últimos restos del imperio. Finalmente, Ciudadanos aceptaba las generosas condiciones de Cifuentes, a cambio de laminar a los “púnicos”… Parece que ha sido la primera noticia formal de un pacto en toda regla, entre PP y su “segunda marca”, Ciudadanos. Ahora, se supone que llegarán otras mucho menos felices para el PP, por gracia de los entendimientos en que vienen trabajando PSOE y Podemos, e incluso PSOE y Ciudadanos. Como es el caso probable, según se sospecha, de Andalucía, donde finalmente, Susana Díaz podría ser presidenta desde el próximo viernes, gracias al apoyo de Ciudadanos, y no se sabe si también de Podemos. No del PP, que hasta el último momento ha reclamado que los socialistas cambiarán a Susana por otro candidato más “razonable”, y de más fácil entendimiento. Susana, si no sale este viernes designada, recurrirá a unas nuevas elecciones, pero se harán perdido cuatro o cinco meses… Mientras esto sucede en multitud de provincias y comunidades, donde se apuran los últimos días hábiles para llegar a pactos de legislatura, en la Moncloa parecen prepararse os papeles para la rueda de prensa en la que Rajoy ofrecerá sus novedades para el, tal vez, el último semestre semestre en la Moncloa. Rajoy y sus asesores comprobarán que, de repetirse el juego en las elecciones en noviembre, sería sumamente difícil que su candidatura para otros cuatro años prosperara, y no la de sus adversarios, Pablo Iglesias o Pedro Sánchez. A los mismos que se les ocurrió lo del radicalismo socialista ya se les llena la boca con el frente popular y la llegada al poder de un izquierdismo a todo trapo y sin recortes. ¿podrá Rajoy reaccionar y afrontar esos nuevos tiempos que le amenazan con reajustes de gobierno y de partido? Parece que algunos de sus colaboradores, como Wert y Guindos, están dejando ya sus ocupaciones ministeriales. Cospedal participó en su muy probable último Corpus toledano, esta vez acompañada del “gran meapilas del gobierno; el tal Fernández. Entre tanto, ha fallecido Zerolo, toda una institución en la vida pública madrileña, por su militancia activa contra la intolerancia contra gays y lesbianas. Un cáncer de páncreas con el que ha luchado unos cuantos años, ha terminado por abatirlo… JOSÉ CAVERO