FOMENTO Y ALGUNOS TRANSPORTISTAS CREEN EN UN ACUERDO

Ha comenzado la huelga de los transportistas por carretera, con los consiguientes problemas y algunos incidentes que "calientan el ambiente", como describe El País, que señala que los camioneros afrontan divididos el conflicto. Ese puede ser uno de los obstáculos en el acuerdo: Tanto Fomento como el mayor de los sindicatos de transportistas, la CETM, que agrupa al 60 por 100, creen probable un acuerdo incluso en las próximas horas, pero no se sabe si los restantes sindicatos se sumarán o harán la guerra por su propia cuenta. Lo cierto es que el temor al desabastecimiento sigue vivo y que algunas gasolineras parecen ya al borde de sus existencias, sin demasiada confianza en que reciban a tiempo más carburante. El "plan potente" anunciado por el Gobierno está siendo negociado por los representantes de los transportistas, y habrá de esperarse a conocer si se alcanzan a atender todas las reclamaciones. Insiste el Gobierno en que hará concesiones, pero no rebajará los impuestos. La Vanguardia nos revela que el Estado recaudará este año 10.800 millones por hidrocarburos, lo que lo convierte en una de las principales fuentes de recaudación del Estado. Pero Solbes, como los restantes responsables de Hacienda de los 27 de la UE, se oponen radicalmente a rebajar los impuestos que gravan las gasolinas. Fomento propone un contrato que permita revisar las tarifas en casos excepcionales como el actual. Los pasos fronterizos con Francia están siendo los puntos de mayor conflicto. En Mercamadrid apenas se notó la huelga, y en mayor medida se pudo apreciar en Mercabarna. Y mientras tanto, todos estamos esperando a ver qé sucede con el precio del barril del petróleo, que no da el menor signo de que vaya a reducir la escalada de los últimos días. Tampoco hay quién explique qué pudo haber sucedido para escalada tan brutal.
Esta crisis originada por el precio del petróleo, por cierto, hace olvidar la otra gran crisis que se nos estaba anunciando, en nuestro país derivada en buena medida del pinchazo del "boom" inmobiliario y de la crisis de confianza crediticia. No parece que haya indicios de que las cosas vayan a empezar a cambiar. Al menos, de momento...
Por lo que se refiere a la política, el personaje del día vuelve a ser Juan Costa, por razón de su decisión de no presentar su candidatura alternativa a la de Mariano Rajoy. Costa renuncia -no estaban maduras, dijo la zorra de la fábula: No consiguió los correspondientes avales- pero deja su mensaje: No presento mi candidatura, pero es necesario un nuevo liderazgo, declara a El Mundo. Y explica lo difícil que resulta que haya otra candidatura: "La dinámica del congreso y el apoyo a Rajoy de muchos compañeros y de los compromisarios que representan, lo desaconseja", dice, y añade que "hay mucha gente que tiene enormes dudas de que nuestro proyecto político sea capaz de ilusionar y de ganar a Zapatero en las próximas elecciones generales". O sea, que Rajoy ganará de calle y sin alternativa posible, por más que algunos compromisarios, como las Nuevas Generaciones de Madrid que controla Esperanza Aguirre, reserven su voto hasta el final. Lo más probable es que voten en blanco. Será la manrra de comprobar cuánta resistencia tiene Rajoy en el Congreso de Valencia, del que ya sólo nos separan once días.
Nos cuenta uno de los consejeros electorales de las Primarias norteamericanas que entre Obama y Hillary, en sus correspondientes campañas, se han gastado del orden de seiscientos millones de dólares, y que aún queda otro "pico" por gastar en la confrontación final con McCain. Eso sí, cada ingreso de cada candidato queda perfectamente registrado y se sabe con claridad quién aporta cada cantidad, grande o chica... Hillary termina su propia campaña con pérdidas millonarias, algunas personales, que posiblemente le compense el partido a cuenta de la campaña que en adelante haga en favor del ya candidato oficial Obama.
JOSE CAVERO