PRESUNTAS ESCUCHAS EN EL PP.- ¿A qué viene esto, a qué responden las acusaciones efectuadas por Dolores Cospedal, secretaria general del PP, y número uno del principal partido mientras Rajoy consume sus vacaciones estivales, que denuncia escuchas ilegales a dirigentes nacionales de su partido, y que acusa al gobierno de someterlo a escuchar ilegales y denuncia pinchazos telefónicos sin aportar prueba alguna de su denuncia? Una cosa es cierto, Cospedal se viene convirtiendo en “el látigo” del PP contra el PSOE gobernante, con esta acusación y con la anterior, en la que dirigía sus rayos vengadores contra la Fiscalía por no dar descanso ni tregua a Francisco Camps, pese al sobreseimiento decidido por dos de sus tres magistrados del Tribunal valenciano. La Cospedal, de guardia ante los reales o imaginarios desmanes ajenos, según parece, no quiere desaprovechar la menor ocasión para atraer sobre sí los grandes titulares de los medios informativos en un verano que ya parece haber superado el tiempo de sus pavorosos fuegos veraniegos, y del que, si acaso, y de manera improbable, sólo cabría esperar la sentencia del TC sobre el Estatuto catalán…
ESCUCHAS ILEGALES DEL CASO CAMP.- Pues bien, asegura doña Dolores que a su partido le consta que, desde los ámbitos judicial y policial se están produciendo escuchas telefónicas ilegales a personas que no tienen nada que ver con los sumarios d la Trama Gurtel y a destacados dirigentes nacionales. Según la información que proporciona el diario ABC, la acusación de Cospedal tendría su fundamento en las sospechas que Génova alberga se que se han intervenido conversaciones del responsable de justicia e Interior del PP, Federico Trillo, con el abogado del partido Juan Ramón Montero. Y que de tales conversaciones se habrían alimentado las acusaciones del que el PP intentó presionar a la Sala por las filtraciones aparecidas, según las cuales, el PP intentó presionar a la Sala del TSJCV para que archivara el caso contra el presidente de la Generalitat valenciana. Por cierto, que estas denuncias lo que de verdad hacen es confirmar la existencia de tales presiones sobre los jueces del tribunal, de los que ya se tenían abundantes sospechas. La tranquilidad de Camps y del propio Rajoy ante la resolución final del asunto, parecía bien fundada en las esperanzas o seguridades que les habría dado alguno de los jueces del caso.
ESPAÑA, ESTADO POLICIAL.- Lo cierto es que, a partir de esos hechos, reales o imaginados, Cospedal da un formidable salto en sus acusaciones, y proclama y denuncia que España vive un Estado policial inédito en democracia; estado policial que lleva al Gobierno a utilizar a las instituciones, a la Fiscalía general, a la policía judicial, a los servicios del Ministerio del interior y al Centro Nacional de Inteligencia. Nada menos…, todo lo cual –sigue diciendo Cospedal- pone en grave riesgo a la democracia… Así las cosas, la propia vicepresidenta De la Vega, también “de guardia por vacaciones del titular del gobierno”, ha replicado a doña Dolores desde Paraguay: O presenta pruebas de las escuchas que denuncia, o deberá rectificar, porque la policía y la justicia actúan de manera independiente y no deben ser desprestigiados. A De la Vega, las denuncias de la secretaria general del PP le parecen intolerables. Y otro tanto han dicho algunos otros portavoces socialistas: Cospedal, o prueba lo que denuncia, o debe rectificar. O retirarse de la política, llega a decirle José Blanco.
SUPUESTO CASO DE ESPIONAJE GENERAL.- En su información sobre este asunto –hoy en portada en El Mundo, El País y ABC-, el primero de los tres diarios mencionados dice: Trabajo adicional. Las empresas de seguridad privada tuvieron que realizar horas extra cuando estalló el caso del supuesto espionaje en la Comunidad de Madrid. Tras la publicación de que se habían producido seguimientos a altos responsables del PP y del Ayuntamiento de Madrid, en Génova saltaron todas las alarmas. Ante un posible caso de espionaje general en el partido se decidió contactar con una de las empresas de seguridad privada que habitualmente trabajan para la formación liderada por Mariano Rajoy. El encargo fue claro: había que saber si en los despachos de los máximos responsables del PP había micrófonos o sus teléfonos habían sido objeto de escuchas ilegales. Así, la sede del PP fue "rastreada", "barrida", a la caza de posibles micrófonos ocultos en alguna de las dependencias. Entre las oficinas analizadas, además de la del líder popular y la de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, también fueron rastreados y barridos los despachos de todos los miembros de la dirección popular. También estuvieron en el punto de mira las líneas de teléfono fijas. Incluso, los ordenadores. Como explican a este periódico especialistas policiales en escuchas, es muy difícil o prácticamente imposible detectar si un teléfono móvil ha sufrido escuchas. Estas fuentes indican que este tipo de dispositivos de comunicación son interceptados desde la cercanía, con sofisticados aparatos de alta tecnología que apenas ocupan un maletín y que no dejan huella de la actuación.
SENSACIÓN GENERALUIZADA DE SER ESCUCHADOS.- Es decir, la interceptación de las comunicaciones en estos casos es prácticamente indetectable salvo que se compruebe cuando se está produciendo. A posteriori es casi imposible detectarla. Las fuentes consultadas por este periódico aclararon que en ese barrido en la sede del PP no fue detectada ninguna circunstancia extraña. No era la primera vez que se ponía en marcha un dispositivo de búsqueda como éste. De hecho, según explicaron fuentes de esta formación, de forma periódica se realiza este tipo de revisiones. Pero, desde que estalló el escándalo de Madrid y ahora, ante la sensación generalizada de que están siendo objeto de seguimientos y de escuchas, los responsables populares han acortado los plazos entre cada una de las revisiones. No es el Partido Popular el único que, periódicamente, revisa sus instalaciones ante posibles fugas de información. Casi todos los partidos representativos también toman sus medidas de seguridad internas. Ninguno de los partidos ha detectado algún incidente grave o digno de denuncia durante los últimos tiempos.
ESCALADA DE ACUSACIONES.- Por su lado, en el periódico El País se preguntan “¿Hasta dónde quieren llegar?”. Y explica que ésa es la pregunta que ayer se hacían los dirigentes del PSOE y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ante la escalada de acusaciones del PP. La última ya ha superado "lo tolerable democráticamente", según proclama el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, que lanzó un ultimátum de gran envergadura. "El PSOE da a la señora Dolores de Cospedal 24 horas para que presente denuncia fundamentada o abandone la vida política; una acusación de esta gravedad no la puede lanzar un dirigente político si no la sustenta en pruebas fehacientes". Los socialistas creen que el PP es un partido corroído por la corrupción que -para desviar la atención- acusa al Gobierno de espionaje. Es la interpretación que se hace en el PSOE a las palabras de Maria Dolores de Cospedal y que la SER ja recogido en 'Hoy por Hoy' de la socialista Elena Valenciano - La secretaria general del PP ha insistido, en una entrevista a la Agencia Efe, en que están produciendo escuchas ilegales que nada tienen que ver con el sumario Ésta es la exigencia del número dos del PSOE y ministro de Fomento, en declaraciones a EL PAÍS, después de escuchar a la secretaria general del PP afirmar que dirigentes nacionales de su partido, ajenos a los sumarios en marcha, sufren escuchas telefónicas "de policías y jueces", incluidos dirigentes nacionales del partido de Mariano Rajoy. Cospedal opina, además, que España se ha convertido en un "Estado policial" desde que gobierna el PSOE.
EL PP EN LA BARRICADA.- La secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, se ha manifestado en una entrevista en la Cadena Ser en la misma línea que Blanco. "Vamos a insistir en que Cospedal vaya a los tribunales o abandone la política", ha asegurado Valenciano, para quien el PP "se ha subido a la barricada para tapar la corrupción que les está llegando a las orejas". En su opinión, en la medida en que nadie en el PP se desmarca de las declaraciones de Cospedal se están haciendo correponsables de lo manifestado por su número dos. Para Valenciano, Cospedal se encuentra ahora en la disyuntiva de acudir a los tribunales o dejar su cargo, porque "una dirigente de un partido tan importante no puede hacer esas afirmaciones sin consecuencias". Denunciar o retractarse. Ésta es la petición enfática que también le hizo desde Asunción, la capital de Paraguay, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. "Si tiene conocimiento de algún delito la señora Cospedal debe denunciarlo inmediatamente y si no, debe retractarse de inmediato", dijo. Esa misma petición la realizó ayer el Sindicato Unificado de Policía (SUP). "No hay conspiración contra el PP, sino funcionamiento normal del Estado de derecho y cuando hay indicios de delito se persigue", señaló Fernández de la Vega.
SOMBRAS DE DESCRÉDITO SOBRE EL ESTADO.- Pero tanto la vicepresidenta como el vicesecretario general, José Blanco, y los dirigentes de la ejecutiva federal del PSOE, Antonio Hernando y Elena Valenciano, llaman la atención sobre la actuación del PP desde que el pasado lunes el Tribunal Superior de Justicia de Valencia archivara el caso Camps. "El PP debería serenarse y tomar conciencia de la gravedad de lo que dice al cuestionar el trabajo de policías, jueces y fiscales; el primer partido de la oposición no debe lanzar sombras sobre nuestro Estado de derecho", pidió De la Vega. No obstante, José Blanco, sí aventura alguna explicación a la "deslealtad institucional", que es la misma que barajan internamente los socialistas. "El PP trata de reeditar la crispación en la vida política con el único objetivo de encubrir la corrupción que le acosa por todas partes", interpretó Blanco. Este dirigente mencionó expresamente la última operación en Mallorca que afecta personas de ese partido. Es la misma línea que tomó Elena Valenciano: "El PP trata de desviar la atención sobre la multitud de casos de corrupción que se ha instalado en el PP y dificultar e incluso impedir la investigación de la trama". Después ironizó: "De tanto espiarse entre ellos empieza a afectarles el síndrome". El caso Gürtel está en el centro de la decisión del PP de revolverse contra el PSOE de todas las formas posibles, según creen los socialistas. Por eso, Cospedal acusó al Gobierno de perseguir al PP más que a ETA. "Pedimos al PP que vuelva a la cordura institucional", dijo Valenciano. Blanco se dirige a Mariano Rajoy para que abandone "su sorprendente silencio y dé la cara".
LA CRISIS Y SUS RITMOS.- Mientras en Estados Unidos, el presidente Obama viene proclamando que gracias a la política de su gobierno la crisis cede, y la recuperación es un hecho apreciable y visible, en nuestro país y en el resto de Europa los indicios son algo más prudentes, todavía, pero van en la misma dirección: Trichet y el BBVA afirman que hay signos de que la crisis se desacelera, y que el fin al de estos malos tiempos podría fecharse a mediados del año que viene. Hay crecientes signos, dice el presidente del banco Central Europeo, de que la recesión está tocando fondo. La economía europea empezará a crecer en 2010, dice el BCE, si bien señala que aún quedan incertidumbres… Y el muy documentado Servicio de Estudios del Banco BBVA también empieza a advertir signos de estabilización, aunque advierte que la crisis es probable que resulte más larga en España. El banco cree que las medidas del gobierno mitigarán la contracción del PIB ya en el presente 2009, si bien aún eleva al 20,7 por 100 la tasa de paro en 2010, y ve necesaria una reforma laboral. ¿Quién aún no ve necesaria, y hasta imprescindible, esa reforma laboral que todos parece que reclaman, salvo los “agentes sociales de la zona sindicalista”?
JOSÉ CAVERO
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