domingo, 25 de octubre de 2009

DECLARACIONES DE PUJOL, DE CAMPA,, LEIRE, LA MADRE DEL PURATA, ANA BOTELLA, TOMAS GÓMEZ...

PUJOL, RAJOY, CAMPA, RATO, LEIRE, ANA BOTELLA.- El fin de semana suele proporcionarnos ocasiones para encontrarnos con viejos personajes y nuevas situaciones. Pujol, Pajín, Rato, Campa, Díaz Ferrán, la madre del pirata somalí, Ana Botella… Veamos: Reaparece en forma de larga entrevista en ABC Jordi Pujol, con una fotografía poco feliz, y para proclamar que “ahora Cataluña está fuera de juego”. Y que descarta un posible pacto de CiU con el PP, aunque el democristiano Durán i Lleida así lo haga sospechar. . “Estamos y tenemos que estar fuera de juego”, puntualiza… “Lo del desapego y desafección de Cataluña lo dice Montilla y es verdad. Cataluña pasa por una situación de cierto desconcierto. Dice muchas otras cosas suculentas, el ex molt honorable, que ha sabido permanecer voluntariamente al margen de la política, una tentación que no siempre satisfacen muchos de sus colegas que durante largo tiempo tuvieron mando y poder y pasaron “a la reserva”. Pujol opina que Cataluña pasa por una situación de desconcierto. No es partidario del federalismo porque “tiende a igualar, y Cataluña tiene personalidad propia”. Señala también los dos riesgos que tiene Cataluña: aislarnos y preocuparnos sólo de lo nuestro, o ser absorbidos por el conjunto de España que acabe con nuestras diferencias.

RATO Y SU CANDIDATURA.- Personaje del día es también Rodrigo Rato. Su candidatura para presidir la Caja de Ahorros de Madrid causa división de opiniones. Aseguran que él mismo está contrariado por lo que está sucediendo: Rajoy defiende su nombre y Esperanza Aguirre tiene su propio candidato, Ignacio González, del que dice Tomás Gómez, líder del PSM, que no gusta ni siquiera a los de su pr0opio partido. En cuanto a Rato, los socialistas recuerdan que no es fiable un hombre que no cumplió su mandato al frente del FMI… Abandonó a la mitad de su mandato sin dar explicación ni justificación alguna. Y se vuelve sobre la autoridad de Rajoy, una vez más seriamente en entredicho. Asegura La gaceta que el PSOE cree que Rajoy está implicado directamente en el caro Gurtel, y que la parte aún secreta del sumario afectará al líder del PP. Dice lamisca información que los socialistas aguardan con impaciencia que los 30.000 folios restantes extiendan la culpabilidad también al PP de Castilla y León. Abunda Leire Pajín, que no duda en asegurar que “cada día que Rajoy apoya a Camps, le aleja de la Moncloa”… Otra fémina del PSOE, Trinidad Jiménez, se apiada: No me gustaría que el PSOE ganara por la corrupción del PP.

CAMPA Y BOTELLA.- En el ámbito de la economía, también da que hablar hoy el secretario de Estado José Manuel Campa, muchos meses callado. Declara que la economía no será la misma después de la crisis, y que la salida será más costosa que ene. Resto de los países europeos. Para crear empleo suficiente necesitamos un crecimiento sostenido y equilibrado. Según Campa, “el diálogo social no está parado. Primero dará frutos en materia de convenios, y luego, en flexibilidad en la empresa. No volveremos a tener la recaudación fiscal que estaba vinculada al sector inmobiliario.
Y para terminar, doña Ana de Aznar, señora Botella. «Mi hija y mi yerno están tranquilísimos. –Se refiere a los secretos del Caso Gurtel. Estamos acostumbrados a las calumnias», asegura antes de añadir que su marido José María Aznar también está «muy tranquilo». «Como ha dicho Mariano Rajoy, lo que ha ocurrido es que una serie de personas se ha aprovechado del Partido Popular». Pero cuando se le pregunta si la trama se está convirtiendo en una pesadilla, confiesa: «Pues sí, yo creo que sí». La concejala de Asuntos Sociales de Madrid asegura que su relación con Álvaro Pérez, «El Bigotes» fue «muy pequeña» y niega, rotunda, que se hubiera «enamorado de él en el buen sentido», como declaró Francisco Correa ante el juez Baltasar Garzón. «Lo conocí como a otras muchísimas personas que he conocido a lo largo de estos años en el partido. «Quieren destruirnos», dice luego. Asegura que está «acostumbrada a ver, durante muchos años, cómo se levantan falsos testimonios sobre mi familia. Quieren destruirnos». Dice de Aznar que ahora que se ha descargado de responsabilidades se le nota más alegre y dicharachero y hasta ha desistido de pedirle que se quite el bigote. Ana Botella no se ve como la sucesora natural de Alberto Ruiz-Gallardón. Y un anuncio: El 11 de noviembre saldrá a la venta el libro «Cuentos de Navidad» (editorial Planeta) con relatos clásicos comentados por ella. «Este libro está pensado para los padres que leen con sus hijos», cuenta

PUJOL, EL NACIONAISTA IDEALIZADO.- Vive por y para Cataluña, nos dice de él ABC Eso está claro. No he conocido a nadie tan determinado por un sueño. Su ideal nacionalista —o su nacionalismo idealizado— es la madre de todos los progresos; lo que mueve el mundo; su país. Todo lo ha enfocado hacia ese ángulo: cuando se formaba, leía, viajaba, buscaba entrevistas y contactos, sólo tenía una partida y una meta: Cataluña. Pues esa ha sido su vida. Desde aquel día allá por los 40, cuando, con sólo 12 años y en lugar de jugar a los piratas, se propuso aprender a leer y escribir el catalán con perfección. O cuando se declaró a Marta Ferrusola, y ya el primer día, le avisa que Cataluña estaría por encima de ella y de la familia. O cuando programó las distintas etapas de su viaje de novios, en función de su futura utilidad para Cataluña. Cataluña ha sido siempre su Camelot. La cuestión es si todo Camelot participó de su sueño, o sólo lo hizo suyo el 35,4% de votantes que aprobaron el Estatuto. Y si Camelot le fue ingrato cuando tras 23 años compartidos, el país eligió cambiar el rumbo.
—Estoy un poco saturado de las entrevistas... Bueno. Y también estoy cansado de otras cosas. Pero vamos a ver: ¿Hoy de qué va esto? Explíqueme antes de empezar en qué consiste la entrevista. ¡Ah! No, no. De la actualidad no hablo. Yo ahora no estoy en la política.
—La política es como el derecho: todos estamos en ella. Nos condiciona la vida.
—En eso lleva usted razón. Y yo opino, pero muy en privado. No quiero entrometerme... La voy a decepcionar.
—¿Por qué me va a decepcionar?
—Porque sí... Ya lo notará —y sonríe hacia adentro, para sí—. Siga... siga.
—¿Sabe lo que más me ha llamado la atención de sus memorias? La pasión con la que usted se entrega a las cosas. Hay dos motores que mueven toda su vida: Cataluña y la religión. Y lo primero es Cataluña, por supuesto. Usted se define a sí mismo como un patriota y un político.
—Yo tengo una formación de tipo patriótico, catalanista, nacionalista... Y bueno, sí, yo me elaboré de joven dos objetivos para Cataluña: ver reconocida su personalidad nacional, y su capacidad de autogobierno; y al propio tiempo hacer esto compatible con la realidad española, en la que nosotros deseábamos participar de forma positiva. «En los sesenta el independentismo no era nuestro objetivo... y el federalismo, tampoco. Ni lo es ahora. El federalismo tiende a igualar, y Cataluña tiene personalidad propia»
—Usted afirma que el nacionalismo es un factor de progreso.
—Es como yo lo entiendo.
—Pero puede ser también un factor de confrontación, ¿no?
—Naturalmente. El nacionalismo puede ser un factor de confrontación. Como la religión también puede serlo. Y como la lucha por la justicia o el sentimiento de clase. Incluso puede convertirse en un elemento de opresión. Fíjese, el comunismo era en principio un movimiento para la liberación del hombre. Y la religión debe pretender la convivencia fraternal. Y el nacionalismo, procurar que su propio país tenga calidad y esté al servicio de la gente. Y los tres pueden degenerar. Pero oiga esto pasa con todo, ¿eh? Todas las virtudes conllevan su propio vicio.
—Cuando se estimula demasiado el nacionalismo, ¿no se corre ese riesgo?
—¡Claro! Claro que se corre siempre el riesgo. Para evitarlo hay que tener templanza, que es una virtud muy importante. Se debe buscar siempre el equilibrio entre los derechos y los deberes. El tema de los derechos y los deberes me obsesiona en el terreno personal. Pero también lo traslado a Cataluña.
—¿Cómo?
—Encontrando el equilibrio entre la defensa de Cataluña, buscando la seguridad de que nuestra identidad sea respetada y que, a su vez, hagamos nuestra aportación al interés general de España. Eso sí, corremos dos riesgos: aislarnos y preocuparnos sólo de lo nuestro; o ser absorbidos por un conjunto de España que pretenda acabar con nuestra diferencia. Por esto, yo pienso que las vías de en medio en lo social, lo religioso, en lo político y en lo nacional suelen ser buenas.
—¿Usted cree que hoy, en una época de tanta movilidad, los nacionalismos tienen algún sentido?... Joaquín Almunia dice que «ya no podemos pensar en el País Vasco o Cataluña, que son mejores los ciudadanos que tienen ocho apellidos catalanes o vascos, y cerrarnos en nuestro mundo».
—Nunca ha dicho nadie que sea mejor tener ocho apellidos catalanes. No se trata de ser mejor.
—¿Y de ser más?
—Se trata de ser lo que se es. Y Almunia como comisario sabe bien que él tiene que lidiar cada día con los nacionalismos. Que luego se disfrazan de lo que usted quiera. El Estado español ahora se disfraza de progresismo. El francés se disfraza de ser el heredero de la revolución. El nacionalismo sueco se disfraza de ser el inventor del nuevo modelo de sociedad... Pero los suecos, cada mañana, cuando van a aquellas fincas que tienen en las islas, lo primero que hacen es izar su bandera... y no han entrado en la Unión Europea por cierto rechazo identitario de los ciudadanos. Y esto Almunia lo sabe.
—Pero dice que no podremos seguir en un mundo cerrado.
—Almunia tiene razón en una cosa: se están produciendo unos cambios en la humanidad tan tremendos que en el plazo de 50 años todo puede cambiar radicalmente. Pero tampoco sabemos cómo será ese cambio. Y ante esto, ¿nos hacemos todos chinos o mahometanos? O bien decimos: oiga, mire, mientras pueda, quiero ser lo que soy. Y sólo puedo ser útil como catalán, a nivel español y a nivel europeo. Ahora, sí: es verdad que existen unos movimientos de fondo muy importantes. Precisamente, desde que yo era muy joven, he dicho que habría grandes problemas con la emigración. Pero en Cataluña, hasta ahora, se han resuelto bien. «El Estatuto se llevó de un modo que produjo un gran desconcierto y una cierta decepción. Y por eso pasó lo que pasó... Pero esto es culpa nuestra»
—¿Los emigrantes se han integrado?
—Las emigraciones que hemos tenido se integraron bastante. Fíjese, ahora en Cataluña hay muchos más Martínez que Pujol. Y sobre todo mucho Martínez Pujol.
—Un ejemplo de integración es el Sr. Montilla.
—¡Hombre, el caso de Montilla!... Montilla no es un nacionalista, pero es un hombre que se ha integrado. Y él lo explica: «Yo soy un catalán nacido en Andalucía». Esto es un mérito de Montilla, evidentemente, pero sobre todo de Cataluña. Un mérito que no se valora fuera de aquí, porque lo consideran una debilidad. Y sin embargo para nosotros es un éxito. Desde luego yo no querría que Montilla fuese presidente... pero por otras razones; no por el hecho de haber nacido en Andalucía.
—¿Es más partidario de la integración o de la Alianza de Civilizaciones?
—Son compatibles. Bueno, verá usted, ¿en qué tiene razón Almunia y en qué tengo razón yo? Lo mismo que dice Almunia lo vengo repitiendo desde hace muchos años. En Europa, efectivamente, la inmigración que se está produciendo da mucho que pensar. Esta situación es muy preocupante. Y yo recurro a citas de políticos de izquierdas para que no se me eche encima toda la progresía bien pensante.
—¿Por ejemplo?
—Pues a Helmunt Schmidt que dice: «En Alemania necesitamos inmigración, pero a condición de que se pueda integrar». O cuando Tony Blair admite que la gente que viene de fuera coma y baile como quiera; y conserve determinadas costumbres muy arraigadas, incluso la religión. Pero que hay siempre unos valores básicos que tendrán que asumir: la lengua, un cierto conocimiento de la Historia británica, la aceptación de las normas democráticas de convivencia, y unos valores sociales.
—No todos los emigrantes vienen para quedarse. Y no todas las culturas pueden integrarse igual. ¿No?
—Bueno, cuando Paco Fernández Ordóñez me explicó que no era partidario del ingreso de Turquía en la UE, me dijo: «Los musulmanes van a poder con nosotros porque ellos creen en algo; y nosotros, los europeos, no creemos en nada». Y cuando le contesté: «Oye, pero tú eres agnóstico y, ¿cómo le das tanta importancia a estas cosas?», me lo aclaró: «No te engañes: un español o un francés, agnóstico o ateo, es un cristiano, de cultura, de fondo, de raíz, de valores fundamentales... Y un turco o un egipcio, ateo o agnóstico, es un musulmán».
—¿Usted es partidario de que Turquía ingrese en la Unión Europea?
—Yo siempre he sido muy reacio a que entrara. Pero en su tiempo se debió hacer algo. Teníamos que haber definido antes los criterios de vecindad. ¿Hasta dónde llega Europa? ¿Rusia, sí o no? ¿Ucrania, sí o no? Pero no se quiso definir las fronteras. Se intentó engañar a los turcos, hacerles perder el tiempo. Nos hemos portado mal con ellos. Lo bueno habría sido ofrecerles en aquel momento un pacto conforme a lo que en Bruselas decía todo el mundo, pero nadie lo exponía en público.
—¿Cuál?
—Ofrecer a Turquía todo, menos las instituciones. Esto es: sí a la relación económica, y social, y a la ayuda al desarrollo. Sin regateo, con generosidad. Pero no a su presencia política en la Comisión y en el Parlamento europeo. Lo decía también Fernández Ordóñez: «¿Qué va pasar en el Parlamento Europeo cuando haya más turcos que alemanes? Serían la mayoría parlamentaria más importante de Europa. Esto no lo podremos digerir». Y yo creo que llevaba razón. Ahora, oiga, se ha mantenido la cobardía de no decirles que no, pero tampoco decirles que sí. Me confesaban en Bruselas: «Vamos a ponerles unas condiciones que no podrán cumplir». Pero mire, poco a poco las van cumpliendo; porque los turcos son gente muy seria. Yo le advierto que soy turcófilo, aunque no veo clara la entrada de Turquía; pero tampoco veo cómo se podrá evitar después de todas las dilaciones y engaños... Aunque, óigame, esto no está en las memorias, ¿eh?
—Pero es muy interesante, y en sus memorias también habla usted de la inmigración y de sus problemas para integrarse.
—La inmigración siempre plantea problemas... Y nosotros debemos defender nuestros valores, nuestra lengua, nuestra identidad; pero siempre, a la vez, con el respeto hacia ellos. Los inmigrantes que llegan a Cataluña tienen derechos y deberes. Y nosotros también tenemos que cumplir con nuestros deberes y reclamar nuestros derechos. Esto ocurre en cualquier sitio de Europa. Y oiga, la mayoría de los murcianos que vinieron a nosotros en 1920, 1930 o antes de la guerra están muy integrados en Cataluña. Pero ahora tenemos otra nueva oleada de inmigración, y ésta va ser difícil de integrar.
«Yo recurro a citas de políticos de izquierdas para que no se me eche encima toda la progresía bien pensante. Por ejemplo, a Helmut Schmidt... o a Tony Blair»
—¿Por qué?
—Porque es muy numerosa; mucho. Y no tenemos medios ni políticos ni económicos suficientes para actuar. Pero nuestra intención va a ser la misma y lo conseguiremos... o no. Además, se nos añade un problema: las dos lenguas... Una es la más potente; y hay gente que dice: «Es que para esto no necesito saber catalán». Bien. Pero para muchas otras cosas tiene que saberlo. Y critican: «Esto es una imposición, una obsesión... Mire, también es una imposición aprender el castellano.
—Usted en sus memorias dice: «La inmersión lingüística, la lengua vehicular será el catalán, pero se garantizará que los alumnos aprendan bien el castellano». ¿Se está cumpliendo?
—Si, plenamente. Todas las pruebas que se han hecho confirman que el conocimiento del castellano en Cataluña no es inferior al del resto de España. Toda esta historia de que los niños en Cataluña no saben castellano es una mentira. Si usted me trae aquí a un niño que no sepa castellano, yo le traeré de golpe cincuenta que no saben catalán, a pesar de que han ido a la escuela con la inmersión lingüística.
—Pero Sr. Pujol, a veces nos llegan noticias que si son ciertas, resultan un disparate. Por ejemplo: que algunos profesores habían dicho a los niños que en el recreo no deberán hablar en castellano.
—Esto no forma parte de la legislación catalana ni del gobierno catalán... Puede haber alguien que lo haga. Y también que alguien a veces quiera imponer el castellano. Pero no es una norma de las leyes catalanas.
—¿Y a usted no le parece absurdo?
—Ni mi gobierno ni el tripartito lo han pedido porque entendemos que no hay que pedirlo. Y ya está... Aunque en ocasiones se podría aconsejar: «Oye, hablad entre vosotros en catalán porque si no, no lo aprenderéis». Pero sin tono impositivo, ni coercitivo. ¿Sabe que ha habido unas persecuciones muy duras al catalán en el siglo XIX y en el XX y hasta hace cuatro días?
—Parece que la especie humana tiende a ir de un extremo al otro; siempre propende a los excesos.
—Bueno... ¿qué más quiere saber?
—Hay una frase en sus memorias que me llamó mucho la atención, porque es la declaración firme de una postura que no todo el mundo le suponía: «En los años 60, el independentismo no era nuestro objetivo... Y el federalismo tampoco».
—No. Ni lo es ahora ¿eh? El federalismo tiende a igualar. Y dentro de España, Cataluña tiene una personalidad propia y diferenciada. Y por lo tanto no se puede aplicar la misma norma de forma general. Maragall habló del federalismo asimétrico. Y en algunos países lo hay. Por ejemplo en Canadá.
—Sin embargo, usted dice también que el catalanismo está en crisis
—Más exactamente digo que el planteamiento de la vía de en medio, del que le he hablado, en este momento está muy bloqueado. Ese planteamiento se hizo con la transición y ha durado 30 años. Ahora España lo rechaza y Cataluña pasa por una situación de cierto desconcierto.
—¿Piensa que la crisis del catalanismo se provoca desde fuera o está creciendo también dentro de Cataluña?
—Tenemos todo este proceso del Estatuto, y lo que esto implica; y las reacciones que ha habido en el conjunto de España —a izquierda y a derecha ¡eh!—: y la opinión pública e intelectual que han adoptado una actitud hostil. Los unos de una manera tosca, agresiva y frontal; y otros de una forma solapada, pero también negativa.
—Aparentemente el gobierno aceptaba el Estatuto.
—Verá, cuando uno lee las alegaciones del Abogado del Estado —lo que quiere decir, del Gobierno— para defender teóricamente el Estatuto de Cataluña frente al Tribunal Constitucional, se da cuenta de que realmente está propugnando una interpretación a la baja. Se pretende que no se note, y que no haya sangre... Pero la castración, como dice Victoria Prego, es efectiva.
—Sin embargo, mirando las cifras del referéndum, el Estatuto sólo lo aprobaron el 35,4% de los catalanes.
—Aquí está la cosa, ¿no? El Estatuto se llevó de un modo que produjo un gran desconcierto y una cierta decepción. Y por eso pasó lo que pasó. Un ejemplo: el día 30 de septiembre de 2005, se vota un nuevo Estatuto por mayoría muy amplia en el Parlamento Catalán. Pero el tres de octubre, hay reunión del Comité ejecutivo del PSC, y su secretario general, que era Montilla, en presencia de Maragall, que era entonces el presidente del partido y de Cataluña, dice: hemos preparado 62 enmiendas al texto que aprobamos anteayer. Y a partir de ese momento se produce la desorientación. Pero esto es culpa nuestra.
—Sin embargo, dio más bien la sensación de que los catalanes viven al margen de lo que pretenden los políticos... De que los ciudadanos tienen otras preocupaciones
—No. La prueba de que no viven al margen es que quedaron decepcionados. Si hubieran estado al margen, quizás habrían ido a votar tranquilamente, dócilmente. En cambio, ahora, todos los que promovieron el no, como Esquerra Republicana, o los que se abstuvieron quieren que ese Estatuto salga adelante, y que no se mutile; a pesar de que no les acaba de gustar.
«En la defensa de Cataluña corremos dos riesgos: aislarnos y preocuparnos sólo de lo nuestro, o ser absorbidos por el conjunto de España que acabe con nuestra diferencia»
—Hay otra frase también suya...
—Pero usted no me está hablando de las memorias.
—Claro que sí —Aunque Pujol, casi sin darse cuenta, deriva todos los temas hacia el presente. Al fin y al cabo él vive en la actualidad—. Usted dice también en sus memorias que nunca ha sido un separatista porque la historia pesa. Y que el sentimiento independentista también se puede incrementar.
—¡Ah, sí!. Se puede incrementar. En realidad recientemente se ha incrementado. Bastante ¿En el libro lo digo?... Sí. Y ahora se lo he dicho a usted también... Bueno, pues no hablemos más de independentismo.
—Hablemos de algo que también recoge usted. ¿Cree que hay un desapego de España hacia lo catalán? A la vuelta de sus viajes por España, usted escribe: «Me percato de que no nos entienden, ni nos tienen afecto. Son visitas que desaniman mucho».
—Lo del desapego y la desafección lo dice Montilla. Y es verdad.
—En cambio, Sr. Pujol, mi experiencia es distinta. Cuando yo era niña las dos regiones que despertaban más admiración en España eran Cataluña y el País Vasco. El País Vasco representaba la furia española.
—Zarra ¿eh?... y el equipo español era el Athletic de Bilbao. Sí.
—Eso es. Y se ponía a los catalanes como ejemplo de sentido común y de capacidad de trabajo. Y es triste el cambio que se ha producido. El otro día, un compañero me decía: «Ese desapego se lo han ganado a pulso. Y no han sido los ciudadanos catalanes, sino sus políticos actuales. Y ahora los catalanes inocentes recogen lo que sus políticos han sembrado».
—Pero estos políticos catalanes no trabajan al margen del pueblo, ¿eh? Estamos en democracia. Fíjese: el Partido Popular que se presenta como el más españolista, nunca prospera en Cataluña. Y el Partido Socialista, para mantener su posición en las elecciones autonómicas, tiene necesidad de hacer grandes declaraciones de catalanismo.
—Precisamente usted dice que «el objetivo de los socialistas es conservar el poder por encima de todo. El partido es su patria, y alcanzar y mantener el poder es su objetivo»... Es una definición muy dura. Dice también que «las campañas de los socialistas contra Suárez fueron feroces» y que «entonces el PSOE era muy fuerte, muy agresivo, muy demagógico».
—Sí, actuaron con mucha demagogia. Pero fíjese en la frase: digo «entonces». El PSOE ha pasado por toda clase de etapas. Pero en aquella —años 1980, 81, 82— fue tremendamente demagógico en cuestiones sociales y políticas. De ahí vino todo el conflicto que vivimos con el tema de la OTAN. Por su demagogia.
—Refiriéndose a la OTAN, usted opina que «Felipe González y Alfonso Guerra podían pasar del blanco al negro de un día para otro, y sin siquiera ruborizarse».
—Sí... Aunque el PSC no era capaz de hacer esto. También lo digo. Por eso el PSC se escondió durante toda la campaña y el referéndum, que, dicho sea de paso, fue una suerte que ganara el sí... Ahora bien, lo ganaron Felipe González, Alfonso Guerra... y Calviño que entonces era el director general de Televisión Española. Eso nos lo dijeron ellos mismos: si nadie nos ayuda, ya lo arreglaremos nosotros porque tenemos instrumentos para hacerlo.... Pues Calviño.
—Usted estaba a favor ¿no?
—Mi posición fue muy difícil. Y celebré que ganase el sí. Lo explico bien en las Memorias. Es difícil de resumir. Lo que sí critico es lo que hubo antes, que con tanta demagogia pusieron al país en un trance. Pero la jugada salió bien, casi por casualidad. Fue una actuación muy poco responsable por parte del PSOE.
—Sus relaciones con González no fueron extraordinarias en aquella época.
—Yo tengo una opinión positiva de Felipe González —eso se nota en el libro, ¿no?—... pero es que ellos, al principio, iban a por nosotros. Sencillamente, iban a por nosotros, en todos los sentidos, incluso en el personal. Luego esto se serenó un poco y al final tuvimos una buena colaboración.
—Sí. Es muy llamativa esa historia que usted recoge. Cuando en 1995, el presidente Felipe González le explica que había gentes del partido empeñadas en ampliar la Ley del aborto, pero que él lo veía inconveniente e innecesario. Y les pide, o les sugiere, que como quedaban sólo tres meses de legislatura, CIU dilatara los trámites parlamentarios para que esa ley no saliera adelante. Se puede decir que fue un pacto entre caballeros que impidió la nueva ley del aborto.
—Él me dijo esto. Pero lo quiero dejar bien claro: Felipe González sabe que hay aborto y por tanto debe estar bien regulado. Acepta una ley del aborto. Pero es un tema que no le produce satisfacción… Y ahora tengo que dejarla porque debo asistir a una comida.
«En 1995 Felipe González veía inconveniente e innecesario ampliar la ley del aborto. Sabe que debe estar bien regulado. Pero es un tema que no le produce satisfacción»
—Pero no podemos prescindir del otro motor de su vida, que es la religión.
—Bueno... Efectivamente, tengo desde niño una formación religiosa, en aquellos momentos fuerte, intensa, que he mantenido hasta hoy; aunque probablemente no de la misma forma ni con la misma intensidad.
—¿Está de acuerdo con la frase: Europa es el resultado del pensamiento griego, el derecho romano y la moral cristiana?
—Desde luego. Aunque le añadiría que la Europa actual nace también de la Ilustración. Y fíjese: cuando la Comisión Europea redacta la Constitución, Giscard se opone a incluir los orígenes cristianos de Europa; y para poder eliminarlos, terminaron por eliminar también los orígenes griegos y los romanos. E incluso la Ilustración. Fue un auténtico contrasentido.
—Usted puso muchas esperanzas en la visita de Juan Pablo II a Cataluña en 1982. Y sin embargo cuando lo reciben en Montserrat, su mujer, la señora Ferrusola, se pone a llorar y dice: «Este hombre no nos entiende. Este hombre no nos quiere».
—Vamos a ver, el escenario era el siguiente: Lo esperamos en medio de la lluvia en la explanada de Montserrat. Llega tres horas tarde porque llueve y hay mucha niebla, y tiene que venir en coche en lugar de en helicóptero. La gente muerta de frío. Un desastre. Y entonces, lo saludé, le entregué unos obsequios y mi mujer y yo le hablamos durante tres minutos. Cuando entrábamos en la basílica, Marta me dijo llorando: «Este hombre no nos entiende. Este hombre no nos quiere».
—¿Por qué lo pensó?
—Por su frialdad.
—Esa frialdad quizás fuera igual para todo el mundo. Quizás él era así, o tenía un mal día…
—Pues no. No puede ser. ¿Sabe usted qué pasa? No creo que fuera así. Su problema es que falló aquel día; y él era un gran actor. Yo hablo bien de Juan Pablo II en muchas cosas, pero en esto, no. Es que no le interesaba. Y mi mujer lo advierte más que yo, porque yo soy optimista. Pero cuando alguien llega tres horas tarde a un sitio, y se encuentra con 50.000 personas empapadas de lluvia, con gente desmayada, y viene el presidente de Cataluña a saludar... te tiene que interesar.
—Y los decepcionó.
—Es que fue un fallo de él. De él. Cuando además debía saber que éramos gente creyente, que dábamos apoyo a la Iglesia frente a los ataques, entonces muy fuertes, a la escuela confesional y a las fiestas religiosas... Y si me lo permite, en lenguaje de sermón dominical, somos hermanos en Jesucristo con el Papa... Por tanto, él tiene el deber de ser amable. Y si no lo es, será porque no le sale de dentro, porque no le importa... Y no pasa nada. Pero entonces nosotros podemos decir: «Este hombre no nos quiere».
—Y ustedes pensaban que aquel contacto directo ayudaría a que el Papa entendiera mejor a Cataluña... Al leer sus memorias tengo la sensación de que usted era como el Pigmalión de la Cataluña actual. Da la impresión de que desde su juventud había proyectado paso a paso un plan para crearla.
—Si yo hubiera pensado que podía ser el Pigmalión de la Cataluña moderna, habría sido ridículo. Yo soy simplemente un albañil. Cataluña es el resultado de tres cosas. La Edad Media, cuando nació su lengua, su cultura, su identidad y sus instituciones, porque la Generalitat viene de 1367. La recuperación económica y social que después de una larga etapa de decadencia, se produce en el siglo XIX, cuando en el sur de Europa sólo Cataluña y Milán se incorporan a la revolución industrial. Y las inmigraciones del siglo XX ante las cuales tuvimos una actitud receptiva. Y todo esto no lo he creado yo, claro.
—Pero confiesa que siempre se preguntaba: «¿Qué puedo hacer yo por Cataluña?», incluso antes de que Kennedy se lo preguntara por América y Zapatero por Obama.
—Todo político debe tener una idea de lo que quiere hacer. Y debe tener una idea y un proyecto de su país, porque en caso contrario, se limitará a la gestión y no podrá propulsarlo.
—Pues teniendo usted toda su vida encauzada a Cataluña, cuando en el 2003 decide no presentarse a la reelección, y CIU no consigue la mayoría para gobernar, ¿pensó que el pueblo catalán no había entendido muy bien ese proyecto? ¿No le dolió?
—Yo siempre supe que un día u otro perderíamos el gobierno. Lógicamente, ¿no? Lo que pasa es que se perdió de una forma que nos dolió. Sin embargo... ¡Pero oiga!... que esto no sale en la memorias...
—¿Usted me permite que le pregunte otra cosa?
—No, no. Tenemos un pacto.
—Hombre, señor Pujol, debe permitirme otra pregunta.
—Bien. Usted haga la pregunta. Yo no se la contesto. Y después nos marchamos, ¿eh?
—Vale. Convergencia ha dado apoyo en distintas ocasiones para facilitar la formación del gobierno en España. ¿En un futuro volverían a apoyar al Partido Popular?
—El tema es mucho más serio que esto. Ahora Cataluña está fuera de juego. En Madrid y en España. Es más, ahora tenemos que estar fuera de juego.
Definitivamente, se ha puesto en pie. Y me olvido —¡que remedio!— del caso Gürtel, y del Nobel de Obama; o incluso de aquella divertida historia, cuando convenció a su esposa y al consejero de turismo de que se lanzaran en paracaídas para promocionar el turismo deportivo en el Ampurdan… Y sin embargo, a estas alturas, él ya sabe de qué parte de Murcia soy yo, y cuántos hijos tengo, y cuál ha sido mi pequeña historia profesional... y hasta... «Si usted me lo permite... y quizá sea una indiscreción, ¿cuántos años tiene usted?».

JOSE MANUEL CAMPA Y SUS PREVISIONES.- José Manuel Campa ha pasado del anónimo mundo de la teoría económica y la enseñanza, a convertirse en el número de dos del Ministerio de Economía en un momento en el que España y el mundo entero atraviesan la mayor crisis desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Tiene claro que a España le costará más que a sus países europeos superar esta situación porque, a diferencia de ellos, «vamos a salir de la crisis en una situación muy distinta a como entramos y con un patrón de crecimiento diferente».
- ¿Cómo está la economía española?
La actividad económica se está comportando como preveíamos. Después del segundo trimestre, en el que se desaceleró la tasa de caída respecto al primero; en el tercer trimestre creemos que ha ocurrido lo mismo y que en el cuarto continuará la desaceleración, pero todavía estaremos en tasas de crecimiento negativas .
- ¿Hasta cuándo?
Esperamos empezar a ver tasas positivas a partir del segundo trimestre del año que viene, pero muy débiles.
- ¿Y hay riesgo de posibles recaídas?
En economía siempre hay riesgos, pero en este momento yo creo que, al igual que dice el FMI, lo más probable es que se cumpla el escenario central, que volvamos a tener crecimiento, pero débil, a medida que avance el próximo año.
- Los pronósticos de los organismos internacionales apuntan a que España se quedará descolgada de la recuperación de la economía mundial. ¿Comparte este diagnóstico?
El término «descolgada» no me gusta. Está clarísimo que una recuperación de la economía mundial es, sin lugar a dudas, bueno para nosotros. Por dos razones. Primero, porque si la economía mundial va bien habrá más demanda agregada, más capacidad de exportaciones y más actividad. Esto, en el caso de España, es especialmente importante porque nosotros tenemos claro que vamos a salir de la crisis en una situación distinta de como entramos y con un patrón de crecimiento diferente al que hemos tenido.
- ¿En qué sentido?
Vamos a tener un peso más pequeño de la demanda interna y una contribución mayor de la externa, en particular de las exportaciones. Para nosotros, por tanto, cuánto antes y cuánto más se recuperen el resto de las otras economías, mejor.
- Pero si las grandes economías europeas se recuperan, el BCE subirá los tipos y eso retardaría nuestra recuperación.
La economía mundial se está recuperando -y eso es bueno- de una crisis histórica, que ha llevado a aplicar medidas excepcionales de política económica que todavía están vigentes. En política monetaria tenemos tipos de interés prácticamente cero; en política fiscal todos los países del mundo han hecho esfuerzos sin precedentes; y en el sector bancario tenemos medidas excepcionales de apoyo a los sectores financieros de muchos países. Cuando la economía se recupere tendremos que empezar a implementar las estrategias de salidas.
- ¿Y cuándo ocurrirá eso?
En el seno del G-20, del Fondo de Estabilidad Financiera, y de la Unión Europea existe un consenso abrumador de que ahora es el momento de pensar en cómo ejecutar las estrategias de salida, pero no de implementarlas todavía porque la recuperación es aún frágil.
- ¿Qué plazo tenemos para que la retirada de estos estímulos no nos perjudique?
Lo lógico, tanto desde el punto de vista conceptual como práctico, es que en el binomio de política fiscal y política monetaria, primero se reduzcan o se retiren los estímulos fiscales y luego se aplique una política monetaria más restrictiva.
- Pero ¿de qué fecha estamos hablando?
La Comisión Europea ha señalado que el momento para empezar a ejecutar en la zona euro estrategias de salida en las políticas fiscales será 2011.
- Y mientras se sigue destruyendo empleo. Ha habido un ligero respiro para el paro en verano, pero ¿qué nos espera?
Todavía no vamos a ver una recuperación del mercado laboral porque para crear empleo suficiente necesitamos un crecimiento sostenido y equilibrado.
- ¿Y cuándo ocurrirá eso?
Lo que debemos entender es que nosotros vamos a salir de esta crisis de un modo distinto a otros países. Por ejemplo, los alemanes van a salir poniendo a sus ciudadanos a trabajar en lo mismo que hacían antes. Tras aplicar algunos ajustes, se volverá a una actividad parecida a la que realizaban antes de la crisis. En España esto no va a ser así. Aquí va a haber un porcentaje importante de nuestro sector productivo que tendrá que pasar desde la construcción inmobiliaria a otros sectores más orientados a la demanda externa.
- ¿Hay que orientarse hacia una economía más competitiva?
Ahora no estamos hablando de competitividad sino de estructura sectorial. Lo importante es que tenemos un porcentaje de nuestra economía, que no es trivial, que básicamente no va a volver a hacer lo mismo que hacía antes y eso tiene muchas implicaciones en el ajuste de factores productivos, geográficos...
- ¿Y eso significa que nos costará más que a los demás recuperar el empleo?
El proceso es más costoso, sobre todo en términos sociales y de esfuerzos.
- Y en esta situación, ¿no es necesaria una reforma laboral? ¿Siguen empeñados en esperar a que empresarios y sindicatos lleguen a un acuerdo?
El diálogo social no está parado. El presidente del Gobierno ha marcado las pautas básicas de lo que considera esencial en esta materia. Primero se espera un acuerdo sobre la negociación de los convenios para este año y para 2010. El segundo punto, que creemos que es importante, es que haya flexibilidad interna dentro de la empresa, mecanismos de ajuste temporal que vayan más allá del contrato o del despido. Si es necesario que haya compensaciones por ajustes que puedan tener costes para las empresas o los trabajadores, las pondremos en marcha. Por ejemplo, si son necesarias reducciones de jornada se podría compensar el recorte de ingresos con una prestación similar al desempleo.
- ¿Y para los que trabajaban en la construcción?
Para los casos en los que haya una transferencia de factores productivos, lo importante son las políticas activas de empleo. Hay que mejorar la formación, y la capacidad de empleabilidad de estos trabajadores. Por suerte, tenemos un conjunto de parados jóvenes que tienen capacidad para formarse.
- ¿Se puede cuantificar qué parte de la actividad se va a tener que reconvertir?
Si se tiene en cuenta que en el punto álgido del sector de la construcción se llegaron a iniciar 800.000 viviendas al año, y suponía un 9% del PIB, y ahora nuestra demanda estable será de unas 400.000, la mitad, podríamos concluir que tendrían que reasignarse recursos por aproximadamente un 4% del PIB.
- Los Presupuestos acaban de pasar su primer trámite en el Parlamento, pese a las fuertes críticas de toda la oposición. Ninguna familia sería capaz de soportar lo que prevén estas cuentas: ingresamos 100 y nos gastamos 150. ¿Es esto sostenible?
Con la estructura fiscal que tenemos ahora mismo, cuando volvamos a tener crecimientos equilibrados, la capacidad de recaudación o la presión fiscal sería sustancialmente inferior. En los últimos años había un conjunto importante de la recaudación fiscal que estaba vinculada al boom inmobiliario, y eso no volverá. Ante esta situación hemos querido mandar el mensaje de que vamos a necesitar un ajuste estructural en términos fiscales, y lo hemos hecho a través de la reducción de los gastos estructurales y de la subida del IVA. Lo importante no es el déficit del año que viene, sino constituir una estructura fiscal que nos garantice a medio y largo plazo una estructura de las finanzas públicas equilibrada.
- ¿Pero era necesario gastar tanto dinero en cosas superfluas, como cambiar las aceras, y luego exigir un esfuerzo y subir los impuestos?
Todos los países están generando déficit importantes para generar políticas cíclicas. El problema es que ha habido una caída importante de la demanda agregada y que había que realizar un estímulo de demanda vía actividad pública. El esfuerzo que se le ha pedido que haga al Gobierno, unido a la capacidad que tiene la economía productiva para reaccionar, no hubiera sido posible con tal intensidad con otro tipo de actuaciones.
- Acaban de aprobar otro fondo municipal con otros 5.000 millones ¿Va a ser más productiva esta inversión?
Los proyectos que se están planteando para este fondo son completamente distintos. De todos modos, en el corto plazo todas las inversiones son productivas, generan actividad y demanda.
- Desde muchos sectores se critica la subida del IVA por su falta de progresividad.
La progresividad de los Estados modernos no se mide por los ingresos sino por los gastos, o al menos por la combinación de ambos. Y estos presupuestos son muy progresivos.
- Los Presupuestos cuentan ya con el apoyo del PNV ¿supone eso descartar cambios fiscales?
Los Presupuestos todavía no están aprobados.
- Llevamos ya siete meses con tasas de inflación negativas, ¿siguen descartando una posible deflación?
Esperamos terminar el año con tasas de inflación positivas y continuar el año que viene con tasas positivas, pero bajas. Y desde luego descartamos una deflación.
- ¿Está sirviendo, al menos, nuestro diferencial de precios para ganar competitividad?
Esta es una de las partes más desconocidas de la economía española, quizás porque en los últimos ocho o nueve años ha crecido mucho el consumo y la inversión inmobiliaria y ha aumentado mucho el déficit exterior, pero tenemos un sector exportador que no se está comportando del todo mal.
- ¿Nos está diciendo que sí somos competitivos?
Si miramos el comportamiento de nuestro sector exterior, vemos que desde el año 2000, somos el país de la zona euro, después de Alemania, que menos cuota ha perdido en el mercado mundial, e incluso ha ganado cuota en los servicios. Por tanto, tenemos una gran potencialidad en este sector y también tenemos una potencia tremenda con las multinacionales que hemos construido.
- ¿En qué consistirá la ley de economía sostenible?
Es una ley que tiene que ayudar a la sostenibilidad económica y para ello incide en tres áreas: reformas para ayudar a la sostenibilidad de las administraciones públicas así como a la mejora de la gestión pública; medidas para potenciar la reasignación de recursos hacia sectores productivos, con capacidad y ambición de competir en el mundo; y, por último, la ley pretende apoyar a sectores que tengan una prioridad social y medioambiental.
- ¿Y esto lo financiamos con un fondo de 20.000 millones?
El fondo es solo un vehículo financiero para ayudar a canalizar inversiones, pero lo importante son las reformas que hay detrás.
TOMAS GÓMEZ Y LOS CANDIDATOS A CAJA MADRID.- Al secretario general del PSOE en la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez, no le gusta ninguno de los tres candidatos propuestos por el PP para encabezar Caja Madrid, nos cuenta hoy El País. "A González no le quieren ni en su partido, Rato no cumplió su mandato en el Fondo Monetario Internacional y De Guindos fue consejero de Lehmman Brothers, que fue protagonista de la crisis internacional", afirmó. Por su parte, el ministro de Fomento y vicesecretario de organización del PSOE, José Blanco, entiende que Rajoy propone a Rato al frente de la entidad financiera para evitar que sea un posible sucesor en el PP. En rueda de prensa durante la Primera Convención de Ciudad de Madrid, Gómez destacó que los socialistas madrileños deben tener un papel en la elección de los órganos de dirección de Caja Madrid. "Los socialistas tenemos dos opciones. La primera, quedarnos fuera de la institución, es decir, no participar en Caja Madrid o, dos, participar y fiscalizar y promover acciones en Caja Madrid y reorientar su política", destacó.
EL GOBIERNO AUTONÓMICO TIENE LA PALABRA.- No obstante, explicó que "quien tiene la responsabilidad para hacer una propuesta de presidente de Caja Madrid es el Gobierno autonómico de la Comunidad de Madrid porque la ley de cajas es la que es y, desde luego, no despolitiza las cajas, sino que le otorga la mayoría suficiente para poder propiciar quién tiene que presidir una entidad financiera". En este sentido, Gómez recordó que el PSOE de la Comunidad de Madrid ya se quedó fuera de los órganos de dirección en 2004: "Cuando se produjo la última renovación de cargos, en los coletazos del Tamayazo que tan caro nos costó a los socialistas madrileños, el secretario general del partido y el partido decidieron en aquel momento no participar en los órganos de dirección de Caja Madrid porque iban a participar algunos nombres como Romero de Tejada, un nombre bien manoseado en todo el asunto del tamayazo". Esta autoexclusión, continuó el secretario general del PSOE de Madrid, "nos llevó en la práctica a no estar, impidió fiscalizar y reorientar las políticas de Caja Madrid", por lo que se preguntó si "entendería algún madrileño o español o alguien en el mundo que los socialistas abandonáramos el Parlamento autonómico porque allí se sientan tres presuntos delincuentes votando con el PP". "No sería razonable", se contestó, por lo que concluyó que su posición es "no estar fuera de las instituciones, somos un partido de Gobierno y no queremos encontrarnos esto en 2011 como un serial".
LOS NEGOCIOS DE DIEZ FERRÁN,.- Díaz Ferrán ha diversificado mal porque en época de expansión sólo invirtió en turismo y transporte, negocios que dependen del consumo y que, en tiempos de crisis, se desploman, y éste es el origen de sus problemas". Éste es el diagnóstico de un directivo que conoce de cerca a Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la patronal CEOE, cuyo grupo empresarial (que comparte con su socio de siempre, Gonzalo Pascual, atraviesa una grave situación financiera, relata Público.. Y sólo hay un tratamiento para curar la enfermedad del grupo: lograr cuanto antes más de 50 millones de euros para tapar sus agujeros. El principal problema que no deja dormir a Díaz Ferrán es la situación de Air Comet, verdadera amenaza porque "si cae la aerolínea, podría arrastrar al resto del grupo Marsans", apuntan expertos financieros del sector. Lo más acuciante para la compañía aérea es pagar los salarios para evitar huelgas y cubrir los ingresos que perderá por sendos embargos de dinero decretados por dos juzgados.
HABERES Y DEUDAS.- Las principales compañías de Díaz Ferrán valen más de 3.700 millones. Por un lado, la aerolínea debe hasta cinco meses (más pagas) a una plantilla de 700 empleados. Los pilotos y tripulantes de cabina sobreviven con las dietas, y el resto no se sabe cómo. Para saldar esos impagos, Air Comet necesitaría más de 7 millones de euros, una cantidad asequible para una empresa que factura más de 300 millones al año. Con eso, podría disipar la amenaza de paros continuados. Y es que los trabajadores "estamos hartos; ya no creemos a la empresa", después de pasar un verdadero calvario por no cobrar y por la incertidumbre sobre el futuro de la aerolínea, apuntan fuentes del comité de empresa. Para mañana lunes, los sindicatos han convocado una manifestación ante la sede de Air Comet en Madrid, en protesta por una situación "insostenible". Otra prioridad para el presidente de CEOE es arreglar el agujero de los dos embargos judiciales de Air Comet por impagos a dos empresas de alquiler de aviones. Se trata de más de 15 millones que Air Comet iba a ingresar la semana pasada por los billetes que había vendido a través de agencias de viajes y otras aerolíneas y que ya no percibirá por orden de dos jueces, como adelantó Público. La aerolínea que preside Díaz Ferrán tendría que buscar alternativas para cubrir ese roto.
ENTRAMADO DE EMPRESAS.- Su entramado de empresas es un problema, según los expertos A todo esto se suman los en torno a 20 millones que Air Comet y Newco, empresa de servicios en aeropuertos, deben a la Seguridad Social en cotizaciones sociales. Como colofón, el Ministerio de Economía ha abierto una inspección por irregularidades a la aseguradora Mercurio, también del grupo. La investigación podría concluir con una sanción de inhabilitación de Díaz Ferrán como administrador en el sector asegurador, aunque lo más probable es que Economía exija a Mercurio que consiga fondos para restablecer la cobertura de la entidad (es decir, para tener colchón suficiente con el que pagar las indemnizaciones comprometidas). Eso significaría otros 9 millones de euros. En definitiva, el salvavidas que espera Díaz Ferrán sólo puede llegar en forma de préstamos externos. Sin embargo, la entidad financiera que iba a conceder a Air Comet un crédito puente de 20 millones el miércoles pasado lo ha aplazado una semana, según dice ahora la compañía, que ha prometido que con esa inyección pagará los salarios debidos.
CRÉDITOS O CIERRE.- Pero el verdadero asidero para Díaz Ferrán y Pascual se lo ha lanzado el Gobierno a través de una línea de crédito de 600 millones que pretende evitar quiebras en el sector aéreo. Finalmente, la aprobación del Consejo de Ministros del día 16 es suficiente para ponerla en marcha, según explican fuentes del Ministerio de Fomento. Ahora sólo queda que esta semana el ministerio firme el convenio con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), el brazo financiero del Estado, para que se abra inmediatamente la ventanilla de peticiones, con lo que Air Comet podrá recurrir en breve a esta solución. Según las condiciones de la línea de crédito, la cuantía máxima para cada aerolínea es 50 millones, justo lo que necesitaría el grupo para pagos urgentes, aunque la ayuda (que consiste en avalar hasta el 75% de un préstamo bancario) debe justificarse con proyectos viables de la empresa. Para Air Comet, estos créditos suponen la diferencia entre seguir funcionando o cerrar. Así lo dijo Ignacio Pascual, consejero delegado de la aerolínea e hijo del socio del jefe de la CEOE, al comité de empresa en la última reunión del jueves: "Nuestra única viabilidad posible ahora es el crédito; si no, la alternativa es el cierre".
IMPERIO DE 50 EMPRESAS.- ¿Cómo es posible que un imperio con más de 50 empresas se vea acorralado por impagos relativamente pequeños? Las principales sociedades de Díaz Ferrán, organizadas a través de Holdisan Inversiones y de Inversiones Grudisan, agrupan participaciones que valen más de 3.700 millones, según estimaciones basadas en información del Registro Mercantil. Viajes Marsans, el pulmón financiero del entramado, facturó 1.200 millones a febrero de 2008 y ganó 8 millones. Pero Air Comet ha llegado a estar en quiebra técnica y Newco lleva meses en dificultades. Uno de los principales problemas de su red empresarial, mal llamada Grupo Marsans (que no es la empresa matriz), es precisamente su estructura de participaciones cruzadas entre compañías con un gran número de filiales que se van prestando dinero entre ellas. Los expertos dicen que esta fuerte dependencia hace que si una empresa lo pasa mal puede contaminar al resto.
LEIRE PAJIN.- Es la cara y la voz del PSOE, lo que, unido a su condición de mujer joven, la convierte en objetivo fácil para algunos adversarios. Pero Leire Pajín ni se arruga ni se inmuta con la crítica; mantiene un discurso firme, de izquierdas y feminista, y aborda temas tabú por espinosos que sean, aunque afecten a su propia familia. Este es un extracto de la entrevista que publica hoy El Mundo.es con la secretaria de Organización del PSOE. "Creo que el señor Rajoy intentó, como estrategia política deliberada y preparada, ningunear a su adversaria como consecuencia de su falta de alternativa". Lo más relevante de ese debate es que volvimos a ver que el principal partido de la oposición no tiene alternativa económica. Cuando a uno se le nota demasiado que las malas noticias para el país, son buenas noticias para su partido político, acaban castigándole los ciudadanos. Cuando a uno se le nota demasiado que las malas noticias para el país, son buenas noticias para su partido político, acaban castigándole los ciudadanos.
EL PP NO TIENE CULTURA DEMOCRÁTICA.- El PSOE, y desde luego la secretaría de Organización, no contempla otro candidato que no sea José Luis Rodríguez Zapatero. El PSOE tiene cultura democrática y es un partido unido que sabe diferenciar un debate apasionado sobre una determinada política de una cohesión interna. El PP es justo lo contrario: no tiene una cultura democrática interna y cada vez que tienen un debate se rompen. Que Mariano Rajoy haya querido vincular su suerte a un líder amortizado, políticamente hablando, como Camps, demuestra su poca voluntad de limpiar ese partido y su falta de liderazgo. Cada día que Rajoy sale a apoyar a Camps, es un día que él se aleja más de La Moncloa. Si Costa y Camps dicen que recibían órdenes desde arriba, ¿más arriba de ellos dos quién está?, ¿quién daba y cuáles eran las instrucciones en la calle Génova? Hay que estar muy desesperado o tener la cara muy dura para decir que el caso Gurtel se va a llevar por delante a Zapatero, como ha dicho Camps. Suena a chiste si no fuera por lo grave que es. Tengo plena confianza en la Justicia y son los jueces quienes deben investigar, aclarar y juzgar lo ocurrido en el 'caso Faisán', si es que tienen que juzgar algo. La autoridad se mide en aplicar las normas y en Benidorm yo lo he hecho.
ANA BOTELLA.- Acude puntual a la cita para El Semana de ABC el mismo día en que se publicaba parte del sumario del «caso Gürtel» en la que aparecían citados algunos miembros de su familia. Y ni esa preocupación hace perder la sonrisa a Ana Botella, que responde a ése y otros temas sin vacilar. «Mi hija y mi yerno están tranquilísimos. Estamos acostumbrados a las calumnias», asegura antes de añadir que su marido José María Aznar también está «muy tranquilo». «Como ha dicho Mariano Rajoy, lo que ha ocurrido es que una serie de personas se ha aprovechado del Partido Popular». Pero cuando se le pregunta si la trama se está convirtiendo en una pesadilla, confiesa: «Pues sí, yo creo que sí». La concejala de Asuntos Sociales de Madrid asegura que su relación con Álvaro Pérez, «El Bigotes» fue «muy pequeña» y niega, rotunda, que se hubiera «enamorado de él en el buen sentido», como declaró Francisco Correa ante el juez Baltasar Garzón. «Lo conocí como a otras muchísimas personas que he conocido a lo largo de estos años en el partido. Y, al igual que de otras muchas personas, no teníamos por qué pensar que habían hecho nada como lo que parece que han hecho». Por eso mismo, Ana Botella asegura que celebraría de igual modo y en el mismo lugar la boda de su hija, cuyas fotos se han publicado de nuevo porque entre los invitados figuraban gran parte de los imputados. «Es como si no hubiera otras», dice molesta.

QUIEREN DESTRUIRNOS.- »Sí terminó en los juzgados con final feliz para el matrimonio Aznar la historia que se contó sobre su posible separación matrimonial por unas supuestas infidelidades del ex presidente del Gobierno. El juez falló a su favor y recibirán una indemnización de 180.000 euros. «Me hubiera gustado más no tener que ganar esta demanda, porque hubiera preferido que no se hubiera contado ese cuento», afirma Ana Botella, quien asegura que está «acostumbrada a ver, durante muchos años, cómo se levantan falsos testimonios sobre mi familia. Quieren destruirnos». La edil madrileña se muestra a pesar de todo muy segura: «Hay que ser muy fuerte para aguantar tantas calumnias». El juez fijó la indemnización al considerar que la información produjo «graves daños morales» en su matrimonio, algo que reconoce Ana Botella aunque remarca más los daños colaterales, sobretodo en sus padres «que no saben qué es esto de la Red ni de los confidenciales, que parece ser que no tienen padre conocido».
De su marido resalta en la entrevista con XL Semanal que ahora que se ha descargado de responsabilidades se le nota más alegre y dicharachero y hasta ha desistido de pedirle que se quite el bigote -«se le ha puesto un poquito canoso... y ahora es más suave», se ríe. Y niega quer el último libro de José María Aznar sobre cómo salir de la crisis insinúe que Rajoy no sepa tanto. El presidente del PP «es de las personas que tienen mayor experiencia política en España (...) y ha ocupado todos los cargos dentro del partido. Con lo cual sabe muy bien cómo salir de la crisis».

LAS RECETAS DE AZNAR.- También rechaza que las recetas de Aznar de reducir el déficit y bajar impuestos no se cumplan en el Ayuntamiento de Madrid porque afirma que la tasa de basuras no es un impuesto ya que «esta tasa se cobra por un servicio» y el de bienes inmuebles «comparado con otros consistorios españoles, no tenía una fiscalidad alta». Asegura además que el Consistorio madrileño no es el más endeudado de Europa, «ni siquiera es el más endeudado de España». Pese a haber sido alcaldesa «en funciones» en varias ocasiones, Ana Botella no se ve como la sucesora natural de Alberto Ruiz-Gallardón. «Nunca se me ha pasado por la cabeza» y añade: «ni me lo he planteado, ni está entre mis aspiraciones». La concejala madrileña no desvela si acompañará a Gallardón en las próximas listas. «Procuro vivir al día, y todavía falta tiempo para confeccionar las listas». Asegura que son muchos los que siguen confiando en el alcalde de Madrid. Así se lo dijo cuando la candidatura olímpica de Madrid quedó eliminada. «La promoción que se ha hecho de la ciudad de Madrid en todos estos meses tiene de por sí un beneficio incalculable», afirma después de subrayar: «No tengo ninguna duda de que Madrid será alguna vez olímpica».

ESCRITORA Y ABUELA.- El próximo 11 de noviembre saldrá a la venta el libro «Cuentos de Navidad» (editorial Planeta) con relatos clásicos comentados por ella. «Este libro está pensado para los padres que leen con sus hijos», le cuenta a Virginia Blake mientras recuerda una cita de Santa Teresa -«si no quieres que te dirijan, lee»-. «Lo más importante que se les puede dejar a unos hijos o a unos nietos es la capacidad de crítica y de análisis y, si no se lee, es muy difícil que las adquieran», remarca. Algunos de los cuentos navideños seleccionados por Ana Botella son tristes. «Suelen ser así porque ponen de manifiesto que, mientras celebramos algo fundamental para la humanidad cristiana y muchos estamos acompañados de nuestras familias, otros están solos o echan de menos a los ya no están, o les faltan muchas cosas materiales...». Este año, en Navidad «veremos la cara más oscura de la crisis», opina la concejala madrileña, quien sin embargo ve en ello un aspecto positivo. «A lo mejor se ha despilfarrado mucho en otras épocas y nos empezamos a dar cuenta de que se pueden vivir las Navidades sin tantas cosas materiales». Estas fechas se antojan «muy alegres» para la mujer de Aznar porque «afortunadamente, no nos falta nadie». Sus tres nietos, además, siempre le hacen sonreír. A Ana Botella le gustaría poder disfrutar más de ellos, aunque «siempre que puede» se escapa a Londres para verlos «y ellos vienen aquí muchas veces». «Si Dios quiere ejerceré de abuela mucho tiempo», piensa ya que tiene una hija con sólo 28 años y dos hijos más aún solteros. Y sí, reconoce ser una abuela consentidora. «Creo que a los hijos los deben educar los padres. Yo creo que a mis hijos los hemos educado razonablemente bien, así que ahora les toca a ellos educar a mis nietos. Lo que pretendo es que mis nietos digan que quieren venir a mi casa y que lloren cuando me voy», afirma entre risas.
LA MADRE DEL PIRATA SOMALÍ.- "Sé que es un bandido pero el Gobierno Español no puede actuar como los piratas". Lo lanza Asho Mohamud Kheyre, la madre del pirata de edad indeterminada, en declaraciones a El Mundo. Y su bella piel negra se llena de líneas líquidas que parten de los ojos. Parecen carreteras de luz que mueren en su boca. Solloza al ver la foto de su hijo Abdiweli Abdullahi Sheikh [uno de los bucaneros capturados cerca de la costa de Somalia y miembro del grupo criminal 'Burcad Badeed' -'Los que roban en el mar'- donde destacan sus ojos. Él está en una furgoneta llegando a la Audiencia Nacional y mira al vacío. Sus miradas parecen cruzarse. Arruga el retrato por la desesperación. Vive en Elasha Biyaha, el mayor campamento de desplazados de África, a 20 kilómetros de Mogadiscio. Su casa tiene paredes de lona. Se sostiene por una estructura de pequeños troncos entrelazados. Comienza a rezar. "Nació en 1993". Lo dice con voz entrecortada. Es un dato clave [el problema jurídico es enorme si es menor de edad].
PRIMERA CONVERSACION.- Nadie, ni el Gobierno español ha logrado antes hablar con ella. 'Crónica' lo consiguió tras una labor titánica. Lo logró tras hablar con el jefe del clan al que pertenece el padre del pirata adolescente. Éste, a su vez, dio los datos de los parientes que creía que podían conocerle en distintas partes del país. Tras fallar en muchos intentos, localizamos al padre del corsario, Abdullahi Sheikh Abdi, en Haradhere, el bastión de la piratería somalí [a 400 kilómetros de Mogadiscio]. Fuerte y corpulento, llegó a vivir como un niño de la calle y fue reclutado por dinero por los piratas. Tras ello, a la madre. A pesar de que el joven está en manos de las autoridades españolas desde hace tres semanas y a pesar de la sospecha de que podría ser menor de edad, nadie logró [o quiso] contactarlos. La madre se alegra de tener en sus manos una foto de su hijo [no tiene ninguna], de volverle a ver después de tanto tiempo. "Desde que se escapó". La entrevista empieza. Es el retrato de una vida cruenta. De un pasado sin sueños. El retrato de cómo el hijo adorado de Asho se hizo pirata. Las respuestas las dan su padre y su madre, a pesar de la distancia que les separa, cerca de medio millar de kilómetros.
INCORPORACIÓN AL GRUPO PIRATA.- - [Asho Mohamud Kheyre, la madre] La última vez que vi a mi hijo fue hace dos meses. Entonces me dijo que iría a nuestro pueblo anterior, Buufow [a 100 km de Mogadiscio]. Quería trabajar en la granja con su tío, quien regresó y reinició la explotación. Cuando me enteré de que no estaba allí pensé lo peor. Que se había escondido de mí. Que se había incorporado a algún grupo militar, Alshabab, o que estaba muerto. Estaba triste y ansiosa por obtener información sobre él. Y me enteré de lo que había hecho por una radio local. Supe que Abdiweli fue detenido por las fuerzas españolas y encarcelado en España. Y lloré. [La madre vuelve a sollozar. Observa la imagen de su hijo -vestido como un preso de Guantánamo, pero de blanco- impresa en papel de tamaño A4. Cuenta que esperó sin suerte la llamada de las autoridades españolas pero no llegó nunca.]- ¿Ha logrado charlar con él? Los corsarios: 'El chico no fue engañado. Él quería obtener dinero rápido y aceptó nuestra propuesta'
VERLE CON VIDA.- - [La madre] Pensaba que un país como España era consciente de que los padres necesitan saber sobre el estado de sus hijos. ¿Le permitirán llamarme? - [Abdullahi Abdi, el padre] No. Pero me gustaría oírle y verle con vida. [Esa frase se repetiría en la conversación, con ambos. Verle con vida. Despedirse al menos]. - ¿Cómo describiría la infancia de Abdiweli [al padre]? - Nació en la pequeña aldea llamada Buufow [al sur de Somalia]. Es una zona agrícola muy pobre. No fue a la escuela, pero aprendió las enseñanzas del Corán cuando tenía seis años. A los siete ya no pudo ir. Tenía que ayudarnos con la cosecha. Era mi hijo mayor... La situación familiar le obligó a trabajar conmigo en la granja cuando era demasiado pequeño... Llegó a vivir como niño de la calle. Toda esa pobreza tuvo impacto en él. Así cayó en las redes de los jefes pirata. Vivimos tiempos muy malos. Nuestra vida dependía de nuestra pequeña cosecha. Esperaremos la lluvia para regar. No podíamos utilizar el agua del río, porque no podíamos pagarle a las milicias [que tenían el control de los canales, a finales de 1999]. Las sequías golpearon nuestra región y tuvimos que huir a Mogadiscio a un campamento de desplazados internos. Allí era muy difícil conseguir trabajo. Lo único que pude hacer [sigue desde entonces] es ser es fumigador de insectos de las casas. No ganaba casi nada. Lamentablemente, su madre me pidió el divorció. Ya no podía soportar tanta miseria. Se fue y se llevó al niño de mi lado. Se casó con otro hombre que no quería a mi muchacho y le maltrató.
LA EDAD EXACTA DEL HIJO.- - ¿Cuál es la edad exacta de su hijo? - [El padre] Nació en 1993. No estoy seguro si fue en junio o julio [nada rara esa duda en un país como éste donde apenas hay registros civiles o fueron destruidos durante las distintas guerras civiles]. - [La madre] Dieciséis años. Ni siquiera es mayor de edad. Por favor, consideren mi situación como madre. Lo amo de verdad y quiero verle vivo. [La edad que ellos señalan no coincide con los distintos exámenes médicos realizados. Uno, el primero, certifica que tiene 19 años. El segundo señala que podría tener 17 años. Los últimos -se dice que con una precisión del 97%- , que tiene más de 18 años. Aunque el margen de error es mínimo, la duda persiste. Tanto es así que, el viernes, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz decidió que su expediente vuelva al juzgado de menores. El caso está, a día de hoy, en un limbo jurídico. Además, de ser menor, se habrían infringido múltiples normas al no contactar con los padres.] - ¿Cómo se convirtió en pirata [a la madre]? - Él siempre respetó los derechos de las personas. Pero los piratas se aprovecharon de su pobreza. Le dijeron que había una forma fácil de salir de ella y de hacerse rico secuestrando barcos. El chico estaba desesperado viviendo casi en los campos de refugiados. Ese mensaje, el del dinero fácil, le hizo aceptar. Crónica ha logrado también contactar con uno de los líderes de los corsarios, Sugule Ali, quien niega rotundamente que Abdiweli fuera embaucado: "El chico no fue engañado. Él quería obtener dinero rápido y aceptó nuestra propuesta [unos 1.700 euros por la operación]. Quería demostrar lo inteligente que era, pero no tenía experiencia en el mar".

2 comentarios:

Unknown dijo...

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http://ceroizquierda.blogspot.com
Habrá algún político dispuesto a pasar una de estas pruebas

Unknown dijo...



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