REGRESAN RATO Y OLIART.- En los medios informativos ce estos días han reaparecido dos viejos rostros, bien conocidos de los ciudadanos españoles porque en etapas anteriores de su vida desarrollaron tareas públicas de relieve: Alberto Oliart, de un lado, y Rodrigo Rato de otro. El primero ha sido toda una gran sorpresa. No se suele contar con un fichaje de una persona que ha superado los ochenta años de edad. En el caso de Rodrigo Rato, la novedad, como la ha llamado Esperanza Aguirre, que ha aparecido ahora como su madrina y presentadora en sociedad es su “salida del armario”, una expresión de dudosa oportunidad. Rato está en el escaparate desde hace ya muchos años, y salvo alguna actividad privada, casi siempre en tareas públicas, incluso en su cargo de Washington, en el Fondo Monetario Internacional. Pero su paso por la vicepresidencia económica, incluso la especulación con su nombre para ser designado sucesor de Aznar en la presidencia del PP, le otorgaron un protagonismo extraordinario durante años. Ahora, tras regresar de la capital americana, Rato se venía ocupando de distintas tareas de consejero en entidades bancarias privadas, como en Lazard, en el Santander o en Criteria, designado por Caixa Cataluña.
REGRESO RELATIVO.- De manera que su regreso es relativo: Nunca se fue del todo. Pero sí llaman la atención dos cosas: Ese amadrinamiento por Esperanza Aguirre, que le opuso su propio candidato, y las primeras declaraciones que ya hace en su “futura condición” de presidente de Caja Madrid, en las que se ha reestrenado con críticas a la política del Gobierno, con un diagnóstico, qué casualidad, similar al que viene manteniendo Rajoy, y con su advertencia de que si no hay rápidas reformas, muchos parados actuales no volverán a trabajar... Rato, a .la espera de tomar posesión de su muy estimable y bien valorado cargo, urge reformas para evitar un crecimiento débil durante largo tiempo. Esperanza Aguirre, en este acto público, recordó que Rato sacó ala economía española del coma y le convirtió en una de las más pujantes del mundo, y señaló que pocos como Rato están en condiciones de resolver los efectos de la crisis. Se le ha olvidado recordar que en sus tiempos del FMI no previno de la crisis que se avecinaba, y que durante estos tiempos de crisis aguda tampoco ha querido manifestar su opinión.
OLIART REGRESA A LOS 81 AÑOS.- En cuanto a Alberto Oliart, llega a la presidencia del ente RTVE por virtud del acuerdo de Zapatero y Rajoy, y para suceder a Luis Fernández, parece que harto de los tres años de ejercicio del cargo y de las previsiones financieras que el Ente tiene por delante, tras verse privado de publicidad. De Oliart se recuerda que fue “hombre de los tiempos de la transición”, que ejerció el cargo de ministro de Industria y Energía con Suárez, y de Defensa con Calvo Sotelo. Es poeta, escritor, persona culta y tiene 81 años, como se repite en todos los titulares. Tampoc0 se oculta que es abogado de profesión, y que éste es su estreno en el mundo de la comunicación. ¿O no viene a eso, sino a disponer la privatización del Ente, como algunos sospechan? No es nada frecuente que se produzca una designación a esa edad. Justamente, para ejercer la presidencia en un ente que jubiló a muchos centenares de profesionales que apenas habían cumplido los cincuenta años. Paradojas de la existencia... Eso sí, no resultará fácil que a Oliart “le echen broncas” algunos miembros del Gobierno, como cuenta que le sucedió a Luis Fernández. Pudiera darle un ataque de risa...
No cabe duda, de que estaremos muy pendientes de lo que hagan y digan Rato y Oliart. Son dos expertos, dos personas de larga experiencia, de quienes se espera muchísimo, nadie lo duda...
CÓMO VA LA CRISIS.- Vengo preguntando desde hace meses a un gran número de empresarios por la crisis y cómo les va en ella, cómo la navegan, la afrontan, la evitan... Hay para todos los gustos, claro está. Desde quienes han hallado ocasiones estupendas para prosperar, que son los menos, hasta quiénes apenas conseguirán salvar su empresa, si esta situación no dura mucho tiempo más... Pero, eso sí, todos los empresarios están especialmente atentos a lo que sucede y a lo que se dice, y al dato de si alguien ya ha tenido oportunidad de ver algún brote verde, o por el contrario, algún brote nace ya helado. Atentos a las previsiones del Gobierno y a las de los organismos internacionales, a las declaraciones de los líderes políticos y de otros empresarios. Y a las soluciones que cada cual determina para su propia empresa y trabajadores. Por ejemplo, hay evidente interés ahora mismo por saber si, como parece probable, la recesión o el decrecimiento de la riqueza nacional, PIB, seguirá bajando también en este tercer trimestre del año, y si empezará a cambiar su signo en el siguiente. Y si sucederá otro tanto con el paro, con el agravante de que la creación de empleo empezará a aparecer en el escena algo más tarde de que aparezca un PIB trimestral positivo. Y cuándo empezaremos a reducir el déficit, esos diez puntos en los que nos ha colocado una menor recaudación y mayor gasto del Estado. Naturalmente, preocupa, y mucho, que centrales y patronal empiecen, finalmente, a ponerse de acuerdo en algo: la negociación de los convenios, la moderación salarial en los dos años que vienen... Y si a Trichet se le ocurrirá elevar tipos antes de tiempos, o si la revalorización del euro frente al dólar seguirá comiéndose las migajas que deje la crisis...
FELIZ AÑO 2010.- Cuando se estrenaron los calendarios vigentes, de 2009, un graciosillo pretendió que este año quedara sin estrenar, y directamente pasáramos a 2010, que sería más feliz y bonancible, con bastante probabilidad. Todavía no hay seguridad de que eso vaya a suceder de ese modo, aunque ya lo estén empezando a hacer los norteamericanos, los brasileños, los mejicanos, parece que los alemanes y los franceses... Lo nuestro llega un poco después, por razón de la crisis inmobiliaria, que nos ha inmovilizado de manera importante en el túnel de salida de la crisis. Ya lo dijeron los promotores en el comienzo de la crisis: con stocks no hay recuperación. Y así está sucediendo: con acumulación de vivienda sin vender non hay quien arranque un período nuevo, ni vuelva a colocar grúas nuevas.
Sobre todo, el ciudadanos contribuyente está asombrado de poder adquirir por mejores precios lo que le ofrecieron por bastante más hace un par de años. ¿Cómo es posible esta especie de milagro laico de que las cosas cuesten hoy bastante menos que anteayer? Incluso algunos empresarios no tienen inconveniente en admitir que cobraban demasiado, que sus servicios los habían situado en valores excesivos. Y todo se hinchaba e hinchaba de semana en semana.
¿Se va ajustando la situación? En unos sectores o servicios más que en otros. Ya hay quien se atreve a lanzar un negocio nuevo, y a fichas a nuevos trabajadores, y cabe esperar que no vuelva a caer en la tentación de quererse hacer rico en unos pocos meses a cuenta del consumidor contribuyente, que ha descubierto las tiendas de precios más bajos. Después de todo, y como explicaba un empresario de los consultados, no es que empecemos a estar mejor que el año pasado. Pero empezamos a estar acostumbrados a estar mucho peor que hace un par de años. Y comprobamos que la situación no es tan mala como pudiera ser...
JOSÉ CAVERO
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