sábado, 8 de mayo de 2010

ZAPATERO, DISPUESTO A REDUCIR LA DEUDA MÁS RÁPIDO, CON QUIÉN PACTARÁ CLEGG

MAYOR RAPIDEZ PARA REDUCIR EL DÉFICIT.- Después de que se lo hayan estado reclamando insistentemente desde la Oposición y desde el FMI y el BCE, así como las agencias de calificación de la deuda y muchos expertos y economistas, finalmente, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha accedido a acelerar el plan de reducción del déficit que y había presentado ante la Comisión Europea para su visto bueno. Zapatero anunció esa intención en la rueda de prensa que ofreció en la tarde noche del viernes en Bruselas al término de la reunión de los dirigentes del Eurogrupo, que acordaron medidas en defensa del euro y para hacer frente a los ataques de los especuladores a los países que comparten esta moneda. Zapatero, al ser preguntado por la posibilidad de que tras el mensaje de austeridad lanzado por el Eurogrupo vaya a adoptar más medidas para recortar el déficit en España, expresó la intención de acelerar el plan, ya presentado ante la UE, y de expresar "con la máxima concreción posible" las medidas que incluye y que tienen el objetivo de reducir el déficit al tres por ciento en 2013. Añadió que "es natural" que cualquier nueva decisión en torno a este asunto se adopte en el Parlamento y recordó que él comparecerá el miércoles ante el pleno del Congreso para informar de la situación creada por los ataques de los especuladores. "Ése será el momento para hacer las consideraciones oportunas sobre lo que afecta a los planes que el Gobierno tiene de reducción del déficit", explicó. No obstante, insistió en que su reducción "necesaria e imprescindible" debe ir acompañada del crecimiento económico, y éste no se puede poner en riesgo por una reducción excesivamente rápida de ese déficit. Esa es la controversia interna que mantienen muchos dirigentes públicos: reducción rápida del déficit, aún a costa de rebajar las ayudas sociales –por lo que se inclinan las instituciones comunitarias e internacionales BCE y FMI - , o rebaja progresiva del déficit sin que mermen las ayudas y beneficios sociales de los ciudadanos.
En la misma comparecencia, en Bruselas, el presidente del Gobierno se felicitó por los acuerdos alcanzados en una reunión "de la máxima trascendencia" del Eurogrupo e hizo hincapié en que esos acuerdos suponen "una defensa cerrada y unánime" del euro. Preguntado por la respuesta que tendrán las bolsas el lunes ante los acuerdos alcanzados en el Eurogrupo, se limitó a señalar que espera que se comporten "razonablemente bien". A su juicio, se dio una respuesta "fuerte, firme y unánime" a los ataques de los especuladores de los últimos días, y se garantizó la estabilidad de la zona euro. Zapatero recordó los puntos esenciales rubricados por los líderes europeos, entre ellos la reafirmación de la política de consolidación fiscal y reducción del déficit, y el mandato a la Comisión para presentar una propuesta para crear un mecanismo de apoyo comunitario ante la situación de riesgo de solvencia de cualquier país de la zona euro. A ello se suma el respaldo dado a las medidas del Banco Central Europeo para contribuir a la estabilidad de la zona euro y la petición a la presidencia estable del Consejo para que agilice los trabajos que fortalezcan el gobierno económico de la UE y, en particular, de la zona euro. En resumen, que los países del euro se han dotado de una respuesta inmediata que va a dar estabilidad y tranquilidad y se han comprometido a que ataques al euro como los vividos en los últimos días no impidan la recuperación. Para Zapatero, los dieciséis países del euro han coincidido en que se está ante un "riesgo sistémico" que afecta al euro y que puede a extenderse a otras monedas, y, por ello, lo acordado este viernes en Bruselas tiene alcance para la economía internacional.

LA RECESIÓN QUEDÓ ATRÁS (DE MOMENTO).- Algunos recordarán que en los días finales de 2009, cuando se hacían públicos los números balance del año que terminaba, la ministra Salgado llegó a hacer algunas apuestas con quienes pensaban que el PIB de ese 2009 iba a terminar el cuatro y último trimestre en cifras negras, rompiendo con el rojo de los seis trimestres anteriores. No fue posible, y aquel cuatrimestre registró una caía de sólo una décima, pero caída al fin y al cabo, de la riqueza nacional. Pues bien, ahora, un trimestre más tarde, los datos, ahora sí, ya proclaman que la economía española ha dejado atrás la recesión al crecer un 0,1% entre enero y marzo, según informó este viernes el Banco de España. Claro que, como advierten los expertos, y como ha sucedido en algunos países vecinos, después de haber dejado los números rojos y volver a los negros, se puede recaer en rojos... Pero, de momento, lo último en PIB es dato suficiente para poner fin a la contracción y ha sido posible gracias a que el consumo de las familias mantuvo su mejoría, lo que ha atenuado el ritmo de descenso de la demanda interna al 2,6%, la mitad que en los últimos tres meses de 2009, al mismo tiempo que las exportaciones e importaciones están reactivándose incluso a costa de reducir la aportación positiva del sector exterior a 1,4 puntos porcentuales, ocho menos que a finales del pasado año. No obstante, añade el Banco de España, en términos de tasa interanual, -de marzo 2009 a marzo 2010- que mide con algún desfase la situación coyuntural, el Producto Interior Bruto ha descendido un 1,3%. Estos datos deberán ser confirmados por el Instituto Nacional de Estadística, que dará un primer avance del dato de contabilidad nacional el próximo 11 de mayo. Los planes de apoyo al sector privado, según el informe, han incidido en la reactivación de algunos componentes del gasto, en particular del consumo de los hogares, aunque su impacto se ha ido reduciendo, mientras que la finalización de los proyectos del Fondo Estatal de Inversión Local se ha reflejado en un cierto retroceso de la inversión en construcción no residencial. En sintonía con este panorama, en opinión del Banco de España, todas las ramas productivas han mantenido un tono algo menos deprimido que en trimestres anteriores, y el empleo también ha atenuado su ritmo de descenso, hasta registrar un retroceso en su tasa interanual del 3,6%, según la EPA. No obstante, la tasa de paro ha experimentado un nuevo repunte en el primer trimestre, hasta el 20%, debido, en parte, a la ralentización en el ritmo de descenso de la población activa. En efecto, con este leve crecimiento, la economía española deja atrás el tiempo de contracciones y empieza a levantar el vuelo, aunque no se descarta, y así lo prevé Bruselas, que en el tercer trimestre de este año vuelva a registrarse un crecimiento negativo del PIB por la subida del IVA, que comenzará a aplicarse desde el 1 de julio. La economía española entró oficialmente en recesión en el cuarto trimestre de 2008, después de haber registrado dos trimestres consecutivos en negativo. Las previsiones económicas de primavera realizadas por la Comisión Europea y difundidas hace dos días apuntaron a que la economía española saldría de la recesión y volvería al crecimiento económico entre abril y junio de este año, aunque la subida del IVA aprobada por el Gobierno provocará una recaída en territorio negativo durante el tercer trimestre. En concreto, Bruselas estima que la economía española estuvo estancada durante el primer trimestre (0%) y que crecerá un 0,1% en el segundo trimestre para recaer en el tercero con una contracción del 0,2%. No obstante, calcula que a finales de año se registraría una ligera recuperación (0,2%). Ahora falta perseverar y remontar tan débiles registros de avance...

QUIEN GOBERNARÁ EN LONDRES.- El resultado de las elecciones del jueves en Gran Bretaña no resolvió directamente la gran cuestión de quién gobernará o seguirá gobernando en 10 Downing Street, y por tanto, de quién adoptará las decisiones para terminar de salir de la crisis económica. Contrariamente a lo que pudo pensarse durante el escrutinio de los votos, en el que llevó siempre ventaja la opción de los conservadores de David Cameron, finalmente, hechos los cálculos finales, resultaba que nadie contaba con la mayoría suficiente para presentarse ante el parlamento con una lista del Gobierno que superara el voto mayoritario. Es más, concluido el escrutinio, era el líder laborista, Gordon Brown, y ya ex primer ministro, quien creía estar en mejores condiciones para negociar la formación de un gobierno nuevo, por la sencilla razón de que parece más fácil el entendimiento de los laboristas con los liberales-socialdemócratas de Nick Clegg, que aunque han quedado lejos de sus propios sueños, sin embargo, pasan a ser una fuerza de importancia en la nueva Cámara baja o congreso de los diputados británico. ¿Podrá Brown? ¿Y a qué precio? Por su parte, en una primera reacción ha sorprendido la respuesta de Clegg: Primero deben intentarlo los conservadores, que son quienes tienen mayor número de escaños. Es la tradición: que la Reina encomiende la formación del gobierno a quien ha obtenido más actas de diputado. Sólo una vez que se comprueba la imposibilidad de constituir una mayoría absoluta, se recurriría al segundo candidato, Brown. Pero, parec probable que, primeros e consuman esos tiempos de cortesía, que podrían utilizarse para conocer lo que pretende cada cuál. Por ejemplo, si Cameron no consigue esos 326 votos imprescindibles, sumando toda suerte de grupos y de voluntades “antilaboristas”, no habría que descartar que el primer renglón de la factura liberal, a cambio de sumarse al gobierno, fuera la sustitución del muy “quemado” Brown por otra personalidad del mismo partido, porque no cabe suponer que se ofrezca el propio jovencísimo Clegg para sustituir al curtido y veterano Brown. Esa sería la primera condición. La segunda, o paralela a esa, los liberales plantearán la necesidad apremiante de que se reforme la ley electoral, por cuya virtud su 22 por 100 de votantes sólo le aportó 51 escaños. Ha sido materia muy debatida en la campaña electoral, una vez comprobado el éxito del “hallazgo Clegg”. Y luego, el programa, que ha de constituir otra asignatura dificilísima para el nuevo gobernante, sea quien fuera, como también han dejado ver los debates electorales. Entre otras cosas, porque ni los ciudadanos ni los políticos británicos tienen costumbre de confeccionar coaliciones, y de hacer gobiernos en los que el más votado no tendrá que ser necesariamente el primer ministro. Como sucedió en las autonómicas catalanas o gallegas, cuando Maragall, Montilla dejaron al más votado Artur Mas encabezando la oposición, o cuando Fraga hubo de dejar la Xunta por virtud de la suma de socialistas y Bloque, pese a ser el líder más votado. Gran Bretaña puede entrar definitivamente en la Vieja Europa...

No hay comentarios: