PRIMARIAS O CONGRESO EXTRAORDINARIO, ESA ES LA CUESTIÓN
La reflexión la iniciaron los socialistas apenas conocieron la magnitud de su derrota en las elecciones del pasado domingo. Llegaban todos los “barones” a la conclusión de que “la barrida” había sido de tales dimensiones que urge la búsqueda de soluciones apremiantes, sí, pero también trascendentes. Y mientras debatían esos barones socialistas si convenía un solo o más candidatos a la presidencia de la nación, y desde el PP se sigue presionando con anticipación de elecciones o moción de confianza en el Parlamento, desde Euskadi, el lendakari Patxi López planteaba otra posible solución: un congreso extraordinario que determine un final de la legislatura en todo caso abrupto y de soluciones urgentes y tajantes. Patxi López describió lo que, a su entender, necesitará el nuevo líder del socialismo español: Manos libres, sin condicionamiento de barones o estructura de partido. Todo el poder, como secretario o secretaria general. Es decir, se plantea Patxi López, la conveniencia de celebrar un congreso en el que sea sustituido José Luis Rodríguez Zapatero, y en el que se discuta el camino que deberá emprender el PSOE para el futuro. Previuamente a esgtas consideraciones, Patxi López había hecho sus propias consideraciones sobre los resultados electorales socialistas en Euskadi, antes de llegar a la conclusión de que, visto el desastre, las primarias "no pueden ser la única respuesta" a las elecciones que han venido a significar la mayor pérdida de poder autonómico y municipal para los socialistas. Propone Patxi López que un nuevo candidato o candidata será mucho más sencilla, porque contará ya con el apoyo del máximo órgano interno del partido. López no precisaba ni si el congreso debe ser ordinario ni extraordinario, ni tampoco si debe convocarse ya, antes del verano, o en el otoño. Alfonso Guerra comentaba seguidamente la propuesta de Patxi y no parecía discrepar de las ventajas que la fórmula ofrece, ni parece que pueda prolongarse demasiado la situación. Ajora falta por ver si el lehendakari, consigue apoyos a su propuesta, que fue aprobada por la Comisión Ejecutiva del PSE y que formalizará el sábado ante el comité federal. ¿Hay tiempo suficiente para convocar el congreso de manera ordinaria y que este se celebre antes de que termine el mes de julio? Es una de las cuestiones por resolver., que posiblemente se plantearán en la Ejecutiva que el PSOE desarrollará este sábado. Esa y las restantes: ¿Primarias con uno o con dos candidatos, o Congreso extraordinario? Curiosamente, los congresos del PSOE suelen celebrarse tradicionalmente en julio. Si se quisieran acortar los plazos, la ejecutiva del partido puede fijar en menos tiempo la celebración de un congreso extraordinario. A favor del Congreso extraordinario están quienes creen que el PSOE no está viviendo precisamente los mejores momentos para complicarse en una lucha fratricida, y menos aún con el complicado panorama económico en el que está España en estos momentos. ¿Es más complicado el proceso de primaras, o el de un Congreso extraordinario? Primero, es diferente el objetivo: las primarias sólo elegirían candidato a la presidencia, y el cambio, el Congreso decidiría secretario general que, posiblemente, sería también el candidato a la presidencia. O lo que es lo mismo, concluiría el tiempo de líder de Zapatero. En los dos casos hay participación de las bases pero es mayor la que mueve la elección de un candidato en la que el universo electoral lo componen todos los militantes, los 220.000 actualmente al corriente de pago en el partido. Por el contrario, un Congreso se puede desarrollar con una asistencia de entre 500 y 2000 delegados, elegidos en las asambleas territoriales y con un mayor control de los aparatos y sus federaciones. Precisamente la vía del Congreso fue la que empleó José Luis Rodríguez Zapatero, en julio de 2000, para acceder a la secretaría general del PSOE, también después de otro enorme batacazo electoral. Aquel congreso fue reñido: Había cuatro candidatos, y se impuso Zapatero por solo nueve votos de diferencia, contra la candidatura de José Bono, que partía como ganador. Zapatero visitó entonces, durante varias semanas, las federaciones socialistas proponiendo una renovación total del proyecto socialista con ayuda de un grupo de fieles entre los que estaba en primera fila José Blanco, Trinidad Jiménez, Jesús Caldera, Consuelo Rumí, Jordi Sevilla y Juan Fernando López Aguilar. Alfredo Pérez Rubalcaba propició entonces el apoyo a la candidatura de José Bono pero siempre persiguió que Zapatero se uniera a la candidatura de Bono. Ahora hay interpretaciones para todos los gustos: ¿Se resiste Zapatero a abandonar la secretaría general del PSOE? ¿Se resiste Chacón a dejar a Rubalcaba como candidato único? ¿Está Rubalcaba detrás de la propuesta que acaba de hacer pública Patxi López? ¿Es cierto que la propuesta de López la apoyan Bono, Guerra, Benegas, Simancas, Barranco, Fernández Vara, Barreda...? ¿Se busca el “borrón y cuenta nueva” cuanto antes, para empezar una nueva etapa en el PSOE? ¿Mantendrá José Blanco su condición de “portavoz de Zapsatero” a favor de las primarias con un solo candidato?
El sábado sabremos algo o mucho más...
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