lunes, 23 de mayo de 2011

LAS TAREAS URGENTES QUE AHORA ACOMETERÁN ZAPATERO Y RAJOY

DIEZ MESES QUE PUEDEN SER DRAMÁTICOS
Los resultados cosechados este domingo por los dos grandes partidos, no dejan lugar a dudas, y el propio Zapatero reconocía, una vez conocido el resultado del escrutinio, la amplísima derrota y el castigo que su formación encajaba. Lo hacía, sin embargo, con un anuncio que sorprendía escasamente: el presidente anunciaba que ni se iba ni adelantaba la fecha de las elecciones generales, para las que él no será candidato. Unas elecciones, en marzo próximo, que ya empiezan a resultar dolorosas también para el PSOE, que no cree que, a estas alturas, vayan a producirse milagros. Lo primero que deberá hacer ahora el PSOE es decidir su candidato, y es fácil suponer que, dadas las perspectivas que tiene ante sí, cualquiera podría tener dudas sobre sus anteriores deseos de aspirar a la jefatura del Gobierno... ¿Quién tendrá el coraje de enfrentarse a un Rajoy que ya ha comenzado a disfrutar de su éxito electoral? Otra cosa es que, a esa distancia de diez meses, y seguro ya de su victoria en las urnas siguientes, Rajoy prefiera no quemar nuevas etapas y esperar a que se cumplan los tiempos, aprovechando para preparar su futura lista de gobierno, o el relevo de la secretaria general del PP; que se supone que será incompatible con su nueva condición de presidenta de Castilla la Mancha.
En todo caso, es seguro que en este tiempo entre dos elecciones, mayo de 2011 y marzo de 2012, no nos vamos a aburrir ni van a faltar informaciones suculentas. Pocos dudan, posiblemente nadie, de que los resultados de este domingo se deben, en buena medida, a los efectos de la crisis internacional y a la manera de enfrentarse a ella desde la presidencia del Gobierno. La crisis pasa esta clase de facturas a quien intentó dominarla. Pero la recuperación apenas ha comenzado a comprobarse: Apenas unos pocos datos, como los del comercio exterior o el turismo pueden servir de escasísimo consuelo, sobre todo cuando no ha comenzado a repararse el gran desgarrón de los cinco millones de desempleados. En eso tampoco ha tenido suerte el PSOE ni su principal dirigente, que habían calculado que la recuperación se produciría con mayor rapidez de lo que lo está haciendo. Y aún quedan otros flecos a los que hacer frente, como el que apuntaba ya este mismo lunes un diario de carácter económico: Las elecciones podrían permitir ahora aflorar un agujero de más de diez mil millones, asegura El Economista. No es improbable que los nuevos presidentes decidan aflorar algunos “agujeros negros” de los que reciben de su antecesor socialista. Sin ir más lejos, Dolores de Cospedal ha venido denunciando que José María Barreda venía acumulando cientos de facturas sin pagar... Esta es la otra razón por la que Rajoy pudiera no tener ahora la menor prisa en residir en la Moncloa. Es preciso que terminen de producirse las elecciones ya en marcha, para las que, ahora sí, el PP podría estar mucho más colaborador que hasta la fecha.
Rajoy no podía ocultar su felicidad, tras este domingo, “un día muy hermoso para nuestro partido”. Ya en la segunda parte de la campaña electoral que acabamos de dejar atrás, parecía estar flotando sobre el éxito que se adivinaba para su fuerza política. A Rajoy le van a corresponder en los meses siguientes poner en orden en casa, y repartir la victoria obtenida, antes de ampliar sus competencias.
Pero es el Gobierno de Zapatero el que más difícil lo va a tener en los meses venideros. Hará... lo que le dejen hacer, aproximadamente. Empezando por el Consejo de Política Fiscal y Económica que reúne a los presidentes de las Comunidades Autónomas, foro en el que se ha quedado sin apoyos. En adelante, no hay duda de que Elena Salgado deberá atenerse a lo que determinen las Comunidades del PP, que son ya casi todas, y a los criterios que determinen el propio Rajoy y quien empiece a designar para la cartera de Economía y Hacienda, posiblemente el propio Cristóbal Montoro ya que ha ejercido de portavoz de estas materias desde las filas de la Oposición. Pero, sin duda, Rajoy deberá concentrarse en la formación de su equipo de gobierno, del que se supone que ya tiene avanzada su estructura y sus miembros. Ruiz Gallardón, con toda seguridad, aparece en todas las quinielas de futuros ministrables, y esto forzará a u “avance” de la señora Botella de Aznar para la alcaldía de Madrid, algo que ya denunciaron “con horror” los candidatos socialistas madrileños del 22-M. ¿Moragas, Rupérez, Santamaría, García Escudero, Mato, Arenas?. No hay duda de que Rajoy deberá echar mano de esos nombres.
Pero, a más corto plazo, Zapatero y Rajoy deberán afrontar, posiblemente juntos, una cuestión que quedaba vivo en esta campaña electoral que acabamos de superar: La plataforma por la democracia real, o movimiento de Indignados del 15-M. Comprobados sus probablemente nulos efectos, los ciudadanos de esta plataforma es probable que decidan alguna clase de acuerdo con los partidos a los que ignoraron. De ellos deberán lograr algún entendimiento y alguna cesión, por ejemplo en forma de proyectos de ley, que modifiquen el estado de cosas actual en alguna de las cuestiones que en mayor medida les preocupan, como la creación de empleo que impida “una generación perdida”...
Tareas no faltarán.

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