LA BATALLA POR LAS DIPUTACIONES
Tras conocerse el plan de Berlusconi de reducción de administraciones públicas, opinó Rajoy que no eran ésas sus intenciones. Cortar gastos públicos, sí, pero entrar en la eliminación de ayuntamientos y provincias, como ha anunciado el dirigente italiano, parece excesivo al líder del PP. Y a continuación, el candidato socialista, y su rival directo en las elecciones de noviembre, Alfredo Pérez Rubalcaba, planteaba otra cuestión concreta, que a menudo ha llegado a plantearse, pero sobre la que nadie ha querido “mojarse”. Para el candidato socialista Rubalcaba, posiblemente sea éste el escalón de las cuatro administraciones públicas –con Estado, Autonomías y Ayuntamientos-, que sobra, o del que se puede prescindir más fácilmente. Lo dijo Rubalcaba, y a las pocas horas le replicaba la portavoz “de guardia” Ana Mato. Ya es conocido que el PP emplea esa figura de “portavoz de guardia” para salir al paso a lo que hace o dice el PSOE. Unas veces ejerce González Pons, otras Cospedal, Javier Arenas o Sáenz de Santamaría, o la mencionada Mato. Se trata de que nada que opine el PSOE quede sin replicar “cuando Rajoy descansa”… Pues bien, posiblemente Ana Mato consultó la cuestión “en las alturas”, porque tras sus prevenciones iniciales a ese eventual recorte que propone Rubalcaba, el PP ya ha expresado de manera más contundente que por ahí no piensa pasar… Y eso que sería una noticia de gran relieve que, “de un plumazo”, por ejemplo, desapareciera el presidente de la diputación guipuzcoana, el muy poderoso Garitano, de Bildu… Pero, mayormente, el PP no parece dispuesto a aceptar que alguien pretenda recortarle su todavía no estrenado poder provincial, por cuanto gobierna en la inmensa mayoría de las diputaciones, tras las elecciones del pasado 22 de mayo. Y sin embargo, nadie parece dudar, tampoco en el PP, sobre la necesidad de acometer una reforma en profundidad de la administración, basada, entre otros conceptos y criterios, en la reducción de organismos con el objetivo de evitar duplicidades y, de esa manera, lograr una administración pública más eficiente y barata. La propia Esperaza Aguirre y su segundo, Ignacio González, han venido dando esa batalla contra las duplicidades, cuando, por ejemplo, se han planteado “devolver” la administración de la Justicia al Gobierno central, tras una formidable, y parece que superflua, inversión en las obras de la proyectada Ciudad de la Justicia…
De entrada, el desconocimiento sobre lo que son o hacen las diputaciones es evidente y generalizado. Las diputaciones provinciales son instituciones intermedias entre los Ayuntamientos y las comunidades, generalmente, y en salvo en Guipúzcoa, con muy pocas competencias, y que apenas se dedican a distribuir dinero entre pequeños municipios para distintos gastos e inversiones en carreteras, alcantarillado o infraestructuras de medioambiente. Con otra particularidad: los políticos que gobiernan estas instituciones han sido elegidos previamente concejales en las elecciones municipales. En las comunidades con una sola provincia, no hay diputaciones provinciales, pues sus funciones las asume el Gobierno autónomo, precisamente para evitar redundancias y duplicidades. El debate no es, ni mucho menos, novedoso. Cabe recordar que el ex presidente Felipe González fue el primero que abrió el debate sobre la inutilidad de las diputaciones en el siglo XXI, cuando señaló que “un plan de ahorro relativamente sencillo y no doloroso en términos de empleo sería que nos quedemos con la administración local, la autonómica, la estatal y la de Bruselas, y que suprimamos las intermedias [en referencia a las diputaciones provinciales]”. Ahora, el candidato socialista Rubalcaba, recoge la idea de González y la incorpora a sus propuestas para dar a conocer la nueva alternativa que quiere configurar. “Las diputaciones sobran”, dijo el exvicepresidente en la universidad de Verano de Santander. A su vez, l doctrina del PP es que “15 millones de personas, 15 millones de ciudadanos, dependen de las diputaciones, según argumentó Mato, quien, prosiguió: “yo sé que alguien, supongo que porque ha perdido las elecciones, a quien sólo les quedan 8 diputaciones, -pero en el PP tenemos 24-, que quiere que las diputaciones no funcionen”. Ana Mato reprocha que Rubalcaba este pensando en su interés particular y no en esos 15 millones de españoles de municipios que, además de tener un Gobierno local, aspiran a las ayudas que aprueban, para distintas obras y servicios, las diputaciones provinciales a que pertenecen.
Por lo demás, Rubalcaba, cuyo primer desempeño público fue en el ámbito de la educación, aprovechó su estancia en Santander que potenciar los sectores de la innovación y la investigación “única vía para mejorar la formación y favorecer la empleabilidad de los jóvenes para superar la crisis económica”, según dijo. “España tiene que ser un país donde cada joven llegue tan lejos como pueda, con independencia del origen social de sus padres”. Y habló de los problemas económicos de España y su relación con la burbuja inmobiliaria, “que es la parte singular y específica de nuestra crisis”. El ex vicepresidente recordó que la crisis se ha llevado por delante más de dos millones de puestos de trabajo y ha disparado el desempleo juvenil. “Cuando vienen mal dadas, siempre son los jóvenes los que pierden el empleo”, dijo.
Por eso, la formación es la gran solución a ese problema, pues “a mayor titulación, más facilidad de colocación”. “Hay que decir a las familias que es preferible estar en la educación, que acceder a un empleo temporal que al final te va a dejar sin empleo y sin educación. Cuanto más tiempo se esté en la escuela y la universidad, tanto mejor para ti, y para tu país, porque al final la educación de un país es la suma del conjunto de lo que sabe cada uno de sus ciudadanos”.
Como se ve, Rubalcaba ya tiene necesidad de hacer una aportación nueva cada día…
miércoles, 17 de agosto de 2011
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