EL FUTURO QUE NOS VENDE PONS
Una vez que en el Congreso se haya dejado para septiembre el resto de la actividad pendiente, dando vacaciones a Sáenz de Santamaría, y cuando Dolores de Cospedal parece finalmente dedicada a los problemas manchegos, y a lograr que cobren las farmacias con deudas pendientes, ha resurgido con mayor protagonismo “el tercer portavoz” del PP, González Pons, habitualmente en funciones durante los fines de semana, pero con respuestas para todas las incógnitas que traería consigo un hipotético gobierno del PP, según se pone de relieve en las manifestaciones que Pons hace al diario El País. Pons es “la versión oficial” del PP, y a menudo, su versión conflictiva y anticipadora. Por ejemplo, cuando proclama su temor de que una vez que el PP llegue al poder, los sindicatos regresarán a su condición de entes conflictivos y reivindicativos, que a su juicio, han perdido u olvidado en los tiempos del gobierno socialista. Algo parecido se adivina ante la llegada inminente del Papa a Madrid, cuando los propios sindicatos se disponen a hacerse notar como entes laicos y nada papistas: Destacan este martes los diarios que las dos centrales hegemónicas boicotean el viaje papal con huelgas en Barajas y el Metro, convocando paros… Pons, además, fue consejero de Camps y sigue demostrándole amistad al imputado de la Gurtel: apuesta por el expresidente valenciano, de quien dice que es un buen político, que ha ganado repetidamente elecciones, y que ha llevado a la Comunidad a lo más alto, pero que, cuando ha llegado la hora de marcharse, no ha dudado en dejar su puesto, aunque sólo hacía unas semanas que haba ganado por mayoría absoluta. ¿Qué tienen que ver sus presuntos méritos pasados con su .probable deuda con la Justicia? La explicación de Pons es así de rebuscada: “Mientras existió posibilidad de que le archivaran la causa, el partido confió en él. Ahora que estamos seguros de que le van a absolver, el partido sigue confiando en él, pero él prefiere defenderse sin el puesto”. Dice Pons que “el PP no le ha aconsejado nada. Hemos respetado todas sus decisiones desde el principio hasta el final. Las decisiones de Camps son de índole personal. Pons sigue apostando por la inocencia de su amigo: “Camps es inocente. El PP y yo creemos en su inocencia y en que la justicia sólo puede declarar su inocencia. Creo en su inocencia y en su palabra. La palabra de Camps vale para mí y para el PP, repite Pons, que admite que ha visto informes de la policía o de Hacienda, pero no autos judiciales. Sobre el probable uso del dinero público, aprovechando la visita del Papa, para dar “un pelotazo”, dice Pons que esa es una afirmación que está por demostrar en los tribunales. Y reitera su plena confianza de que, al final, van a salir absueltos la Generalitat y sus responsables. Pero, de parecida manera, tiene opiniones sobre otra serie de cuestiones, como el Caso Faisán. Su versión es que, por lo visto, determinados mandos policiales, políticos y no funcionarios, alertaron a ETA de una detención que se iba a producir y permitieron que durante días se guardara dinero e información que pudo utilizarse para cometer más delitos. Pons sostiene que “quien está dejando escapar a un terrorista está colaborando con ETA, el que le vende material a un terrorista está colaborando con ETA y el que evita que se detenga a un terrorista está colaborando con ETA y puede hacerlo por dinero, por ambición o por mala leche, y eso es colaborar con fines de una organización terrorista”. Y sobre presuntas responsabilidades de Rubalcaba, recuerda que era el ministro del Interior cuando, por lo visto, su director general de la policía, como mínimo, alertó a la banda terrorista de que su aparato de recaudación iba a ser detenido. Yo recuerdo a un ministro del Interior –prosigue Pons-, que “sólo porque se le escapó Roldán dimitió, imagínese lo que debe hacer un ministro cuando mandos bajo sus órdenes traicionan a la policía. Si él sabía que el chivatazo se iba a producir, debe irse por complicidad; si no lo sabía, por incompetencia”. Y cuando se compara esa forma de entender la responsabilidad política, y que según tales criterios, debería hacer dimitir a los presidentes autonómicos con consejeros implicados en el caso Gürtel, o a Federico Trillo cuando era ministro de Defensa por la condena de sus subordinados por el caso Yakolev…, responde Pons que Trillo no es candidato a la presidencia del Gobierno y su asunto ya ha sido ventilado por el Tribunal Supremo, que determinó hasta dónde llegaron las responsabilidades. “No conozco ningún caso similar en el que lo que haya sucedido sea tan grave como que la policía haya permitido que se escapen los terroristas”, dice Pons. Preguntado si concederá algún mérito al Gobierno por el hecho de que ETA esté en situación Terminal, replica Pons que “cuando veo quién gobierna San Sebastián y la Diputación de Gipuzkoa [Bildu], me pregunto por qué no se nos cae la cara de vergüenza cuando hablamos de “situación terminal” de ETA. Replica el entrevistador: “Esa fue una decisión del Constitucional, no del Gobierno”. Y Pons admite que fue una decisión del Constitucional que criticó, critica y criticaré. “Ya que el Constitucional no es estrictamente un tribunal jurídico, aunque sus sentencias lo sean, sus miembros algún día tendrán que asumir responsabilidades políticas por legalizar Bildu. Y alguna vez los españoles preguntaremos a los magistrados que votaron a favor de legalizar Bildu qué razones últimas tuvieron”. Luego entra en cuestiones que un hipotético Gobierno del PP podría abordar y acaso rectificar: ¿Derogarán los matrimonios homosexuales? Dice Pons: “Estamos pendientes de una sentencia del Constitucional”. ¿Y la ley del aborto? Responde el portavoz: “No somos partidarios de que una menor pueda abortar sin consentimiento de los padres, y la ley de plazos es inconstitucional”. ¿Cambiarán la reforma laboral? “Sí, responde. Y añade: “Ya dijimos que era insuficiente e inútil, y se ha demostrado. Hay que ir a una reforma de la negociación colectiva que permita negociarla para que haya convenios a nivel de empresa” ¿Reformarán las pensiones? “Nos opusimos al retraso de la edad de jubilación y por tanto, si hay consenso, somos partidarios de una edad flexible”.¿No temen una confrontación social con los sindicatos? “Estamos convencidos de que si hay gobierno del PP volverá a haber sindicatos reivindicativos, pero la política la tienen que hacer los expertos en economía. En parte, el fracaso de Zapatero ha consistido en dejar que la política económica se la hagan los sindicatos y no los economistas” Y prosigue: “Los sindicatos son organizaciones constitucionales, democráticas y necesarias para el desarrollo de la Constitución y el mantenimiento de la democracia, pero cada uno tiene que cumplir su papel: los políticos el suyo y los sindicalistas el suyo. Lo que no puede ser es que sean los sindicalistas los que hagan la política económica del presidente del Gobierno”. Luego habla de la candidatura socialista para las elecciones del 20 de noviembre: Primero, de Pérez Rubalcaba , dice que “cada uno debe presentar lo mejor que tenga en las elecciones, y si Rubalcaba es lo mejor que tienen en el PSOE, quiere decir que se han quedado sin renovación generacional y que sólo pueden presentar un pedazo de historia, sin un gramo de futuro. Rubalcaba está en puestos de Gobierno desde que yo estudiaba Derecho, y le han hecho candidato a la presidencia cuando mi hijo está estudiando Derecho”. Sobre Carme Chacón dice Pons que “tenía derecho a intentar ser candidata y me gustaría que la técnica que se utilizó para que retirara una candidatura que nunca había presentado no sea la que se utilice para ganar las elecciones, porque las maniobras políticas deben estar a la luz y no por debajo de la mesa. Chacón habría representado renovación, regeneración, recambio, juventud y futuro”. Sobre eventuales debates Rubalcaba-Rajoy, dice Pons que tiene la convicción de que “los debates son esenciales en la campaña. Esa es la posición del PP y de hecho soy el encargado de negociar con el PSOE los debates”. Otra pregunta sobre Rubalcaba: “Si es tan malo, ¿por qué está muy por encima de Rajoy en las encuestas?” Responde Pons: “Siempre los ministros y ex ministros del Interior tienen un alto grado de valoración. Si son de la izquierda, suelen ser bien valorados por la derecha. A Rajoy lo valoran negativamente la izquierda y los nacionalistas, es una cuestión técnica. Lo que importa son las urnas”. Sobre Zapatero, dice Pons que será recordado como el presidente que más se esforzó porque los derechos civiles avanzaran en España un metro más allá de lo que habían previsto los constituyentes en 1978. Se le recordará como un presidente que se preocupó por los derechos de las personas”. ¿Y una virtud de Rubalcaba? “Su capacidad para transformarse. Si fuera de cómic, sería Mortadelo: puedes estar en el Congreso sin darte cuenta de que una estatua o una farola es Rubalcaba disfrazado, escuchándote”.
Este es “el nivel” y los criterios de los que hace gala Pons…
martes, 9 de agosto de 2011
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