lunes, 18 de junio de 2012


Dívar dimitirá después de la foto con el Rey

No hay duda de que las celebraciones del doscientos aniversario del Tribunal Supremo, de lunes a jueves, tendrán un atractivo singular. Sobre todo, la foto conjunta de los dos “celebrantes” protagonistas, el Rey y el presidente del TS, Carlos Dívar. “Los dos viajeros” controvertidos van a posar juntos, por causa del protocolo, y en el que, con toda probabilidad, será ya el último acto público de Dívar. En efecto, él mismo anunciaba este sábado: "Está bastante claro lo que quiero decir". Fue la frase del presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del TS, tras reconocer ante el pleno del Consejo que la situación es "insostenible" y que el próximo jueves adoptará "una postura rotunda y contundente" sobre su dimisión.
Hay bastante unanimidad en empezar ya a celebrarlo, incluso por quienes, como el ministro Gallardón, dieron por cerrado el asunto después de que el fiscal del caso no viera ilegalidad en los viajes a la Costa del Sol del amigo de su guardaespaldas personal, el tal Jerónimo…  El portavoz de Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch, resumía la situación y calificaba como positivo "que se haya producido un acuerdo" sobre la situación de Dívar al frente del CGPJ, ya que el escándalo de los gastos de viaje estaba haciendo "un daño muy importante" al Poder Judicial. También desde la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), el portavoz Pablo Llerena, ha considerado que el anuncio de la probable salida de Dívar deteriorará la imagen de la institución y la confianza de los ciudadanos en la justicia. En efecto, pese a que en ningún momento anunció que dimitirá, las palabras de Dívar fueron interpretadas por los vocales del pleno como que el jueves renunciará a su cargo en el pleno extraordinario que ya había sido convocado por Dívar para tratar la situación que atraviesa el CGPJ. También el PSOE dio por hecho que Dívar dimitirá y lamentaba que no lo hubiera hecho ya, según el secretario socialista de Relaciones Institucionales y Política Autonómica, Antonio Hernando, porque, según argumentó, "cada día que permanece al frente del CGPJ y del Tribunal Supremo es un día más de descrédito para la institución y para el conjunto de la Justicia". Los socialistas valoran que el presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo vaya a abandonar su cargo, sobre todo "por el deterioro institucional que se está produciendo en ambas instituciones". Desde el PP, el portavoz en la Comisión de Justicia del Congreso, José Miguel Castillo Calvín, dijo que hay que esperar a conocer si la decisión "contundente" a la que se refiere Carlos Dívar pasa por su relevo al frente de esta institución. Pero observó que el Pleno del CGPJ "ha exteriorizado su pérdida de confianza en su presidente”. "Por el respeto debido al órgano de dirección de los jueces, desde el Grupo Popular entendemos que cualquier valoración deberá esperar a que esa decisión se produzca, sin que en nuestro ánimo esté forzar que se decante en uno u otro sentido", dijo, para insistir en que "el aplazamiento de una decisión tan relevante, como la que puede afectar al relevo de la cuarta autoridad del Estado, exige la máxima prudencia y respeto a la institución". A su vez, el portavoz de IU en la Comisión de Justicia del Congreso,Gaspar Llamazares, reprochó al presidente del CGPJ que haya querido alargar una "agonía" que "no merece la carrera judicial". "Carlos Dívar llevaba ya tiempo cesado judicial y democráticamente, aunque en este mismo tiempo se haya querido seguir aferrando a un cargo del que por su actuación dejó de estar a la altura, moral y profesionalmente", decía Llamazares, quien quiere, además, que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, explique las razones por las que él y su partido "han buscado apuntalar a Dívar estas últimas semanas aun a costa de ahondar en la pérdida de credibilidad del CGPJ y del Poder Judicial". Y como los políticos el sábado, los diarios este domingo dan por fecha la dimisión de CD: Los vocales del CGPJ creen que dimitirá el jueves, dice El País. El presidente del CGPJ anunciará su dimisión el jueves, cuenta El Mundo. Dívar se compromete a dimitir, señala La Vanguardia. Dívar se va en jueves, asegura El Periódico de Cataluña. Según ABC, Dívar se irá porque la situación es insostenible. En La Razón: Dívar dimitirá el jueves “tras una campaña cruel e injusta”. Y en La Gaceta, “la caída de Dívar sacude la Justicia y agrava aún más la crisis institucional”
Dívar apeló ante sus colegas a la “responsabilidad institucional” para que le permitan estar unos días más al frente del primer sillón de la judicatura española. Quiso ganar unos días porque entre este lunes y el miércoles, el Tribunal Supremo celebra su bicentenario, a cuyos fastos tienen previsto acudir el Rey y numerosos presidentes de cortes de justicia extranjeras. Según ha trascendido de la reunión de ese Pleno del Consejo, duró tres horas. Comenzó hablando Dívar, con tono serio y ninguna sonrisa. Señaló que se sentía “muy dolido” por los acontecimientos y el impacto social negativo que había generado en la carrera judicial el asunto de sus viajes, y admitió que la situación ya era insostenible. Las tres principales asociaciones de jueces, 17 jueces decanos de grandes ciudades e incluso el PSOE, el partido que le nombró, han pedido su dimisión. El Gobierno, que en su día jaleó su nombramiento, quería mantenerle en el cargo varios meses más, pero los consejeros, prácticamente todos, sabían que el escándalo de los viajes hacía “insostenible” su continuidad. Tras Dívar, intervinieron 14 de los 20 vocales. Unos, para insistir en que no debía dilatar su renuncia al cargo. Otras intervenciones tendieron a facilitarle una salida que no forzase el mecanismo de la destitución, instando a Dívar “a abrir” en su mente un “periodo de reflexión” que despejara el camino de su salida. El presidente del Supremo, consciente de su soledad, avanzó su intención de adoptar una decisión “rotunda y contundente”. De sus palabras, los demás consejeros dedujeron que era el anuncio de su dimisión. Debatieron y, por unanimidad, acordaron dejarle un periodo de reflexión que “ineludiblemente” debía conducir a su renuncia formal el próximo jueves. Si no lo hace, cabe deducir, sus colegas (que son quienes le eligieron), activarán los mecanismos legales para destituirle. Para el pleno del jueves persiste el mismo orden del día: dimisión y/o remoción. Todos asumen que a Dívar apenas le quedan cuatro días en el cargo y de que sus palabras significan que acepta las responsabilidades por no haber explicado ni detallado el motivo de sus 32 viajes ni los casi 30.000 euros cargados a las arcas del Poder Judicial. Dívar abandonó el salón de plenos “cabizbajo”, con mirada “de pocos amigos”, según descripción de uno de los presentes. Incluso, a estas alturas del “drama”, no todos los vocales ven adecuado que Dívar acompañe a don Juan Carlos en los actos del lunes en el Tribunal Supremo. Como este domingo relata El País, si, como parece previsible a juzgar por sus palabras, finalmente se va, con él tendrá que marcharse su séquito (cuatro secretarias, su jefe de gabinete y el de seguridad, con hasta siete escoltas por turno). Será el primer presidente del Consejo y del Supremo que se ve forzado a abandonar el cargo por un escándalo que ha logrado ladear el reproche penal pero no el ético…
Y otra cuestión no menos controvertida: de forma interina, sería sustituido al frente del Consejo por el actual vicepresidente, el conservador Fernando de Rosa; y al frente del Tribunal Supremo por el magistrado Juan Antonio Xiol, presidente de la Sala de lo Civil del alto tribunal. De Rosa, se recordará, fue designado vocal y vicepresidente del CGPJ por gracia del “impulso”, entonces muy poderoso, del preside te Camps, cuando todavía era “molt honorable president de la Comunidad Valenciana”… No hay duda de que el caso Dívar, como otros cuantos, han causado el deterioro de imagen del Gobierno que lo ha venido sustentando, contra viento y marea, y que refleja la encuesta de Sigma Dos que hoy publica El Mundo, con pérdida de cinco puntos y medio tras cinco meses y medio de gobierno. El Partido Popular está pagando un alto precio político por gestionar la crisis y está perdiendo sus apoyos electorales a razón de un punto al mes, según los datos. Tienen la culpa, con toda probabilidad datos como Dívar, Bankia, el rescate financiero, la subida de impuestos, los recortes a Sanidad y Educación, el déficit superado por comunidades del PP como Madrid y Valencia… 

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