miércoles, 18 de julio de 2012

En el PP recuerdan otra etapa parecida, cuando la guerra de Irak

La ira ciudadana va en aumento y se extiende


Dice un titular de los que hoy destaca El Mundo que preocupa en el Gobierno la escalada de la ira ciudadana. O sea, que va cambiando la primera impresión, que expresaba la esperanza de que las movilizaciones ciudadanas inmediatamente posterior al anuncio de las reformas-recortes anunciadas por el Gobierno de Rajoy fueran leves y pasajeras. Ni lo uno ni lo otro. Han ido a más, y amenazan con resultar cada vez más masivas y contundentes. La ira ciudadana se extiende y estalla en la calle y ante edificios particularmente representativos: Las sedes del PP y del PSOE, el Congreso, el Ministerio de Hacienda... En concreto, el Congreso de los Diputados lleva varios días protegido por vallas de gran altura y blindado por la Policía. Este miércoles, día de Pleno de control del Gobierno, la protección se incrementó y agentes de la Policía Nacional, como ya lo hicieron el martes, restringieron el tráfico de la Carrera de San Jerónimo, limitando la circulación de dos direcciones a un sólo carril controlado por agentes nacionales, no municipales. La Puerta de los Leones -la principal de la Cámara que 'protegen' los leones Daoiz y Velarde- se ha protegido también con vallas que impiden a los turistas, y a los ciudadanos en general, acercarse a ella. El Ministerio del Interior ha decidido incrementar la seguridad de la Cámara baja dadas las protestas que se vienen produciendo estos días contra los recortes acometidos por el Ejecutivo. Ya no hay mañana o tarde, en la que no se produzcan convocatorias y nuevas movilizaciones. Para este jueves también se ha convocado una gran manifestación en Madrid, coincidiendo con la previsión de que el Congreso convalide los ajustes del Consejo de ministro del pasado viernes. El grupo Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) ha exigido la retirada de esa protección especial para el hemiciclo. "Cuando una sociedad tiene que poner vallas para impedir el acceso al Congreso, algo muy raro está pasando", advertía Joan Coscubiela, de ICV, tras la Junta de Portavoces. Coscubiela aseguró que estamos "al borde del estado de excepción" y que con las reformas aprobadas, "el PP va en contra hasta de su propio programa electoral", con lo que sólo le queda "convocar un referéndum sobre las medidas adoptadas o dimitir". "Los diputados no necesitamos defendernos de los ciudadanos", insistió Coscubiela, "porque el peligro no viene de los ciudadanos, el peligro viene de los especuladores y de los mercados financieros que han arrancado la soberanía popular de donde debe estar". A su vez, el portavoz de Izquierda Plural y secretario general del Partido Comunista, José Luis Centella, reclamaba al presidente del Congreso, Jesús Posada, que se ponga en contacto con el Ministerio del Interior para que se retiren las vallas. Centella explicó la proposición no de ley que ha presentado su grupo para que se celebre un referéndum sobre los duros ajustes acometidos por el Ejecutivo ya que incluyen "un cambio constitucional encubierto". IU denuncia que la Constitución ya se reformó con la reforma laboral, al superar los límites que ésta establece. Al considerar que estos nuevos recortes vuelven a superar los límites, consideran necesario "devolver la voz a la ciudadanía para que se pronuncie" sobre los ajustes emprendidos. Recuerda la exposición de motivos que el artículo 92 de la Constitución establece la posibilidad de que "las decisiones políticas de especial trascendencia puedan ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos". Así, continúan explicando desde Izquierda Plural, es el momento de hacerlo y de "romper con la inercia de los pactos entre partidos mayoritarios" o de "aplicar el rodillo de la mayoría absoluta y legislar por decreto viernes tras viernes". Sucede, en efecto, que, tras la intervención de Rajoy en el Contreso, y tras los acuerdos del Consejo de ministros del viernes, todos los días de la última semana, los funcionarios se están echando a las calles de Madrid contra los recortes a sus condiciones laborales y a sus sueldos. A esta ola de protestas se han sumado en algunas ocasiones, como el domingo y este martes, agentes de la Policía Nacional fuera de servicio. Un centenar de ellos, convocados por los sindicatos Confederación Española de Policía (CEP) y Unión General de Policías (SUP), se concentraron a las puertas del complejo policial de Canillas en Madrid, donde se celebraba un acto de presentación de nuevos agentes para la capital, presidido por el director general de la Policía, Ignacio Cosidó. Aunque los sindicatos esperaban que estuviera también el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, finalmente éste no ha acudido. Los agentes no iban de uniforme, y llevaban camisetas de los sindicatos, gorras azules y ruidosas vuvuzelas. Frente a ellos, una docena de compañeros de la Policía Nacional y algunos agentes municipales les impedían el paso. Los manifestantes, cuya concentración había sido comunicada a la Delegación del Gobierno y autorizada, según ha precisado el SUP, gritaban "fuera, fuera" a la llegada de Cosidó y de otras autoridades como la alcaldesa de la capital, Ana Botella, y la consejera de Presidencia y Justicia de Madrid, Regina Plañiol, recibidos con pitadas y bocinazos. El portavoz policial indicaba que esta concentración pretende hacer ver al director "el malestar por los recortes en las retribuciones y en los derechos sociales en un colectivo ya maltratado de por sí, lo que pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos". El portavoz de otro sindicato señalaba que al trabajador se le están "recortando derechos en beneficio de los privilegios de los políticos" y ha criticado "cómo las autoridades venían en coche oficial y respaldados por guardaespaldas". Con esta concentración, la Policía Nacional ha iniciado su calendario de protestas después de varios días en los que se han visto frente a frente con los manifestantes, también funcionarios. Ya el domingo por la noche tuvieron un gesto muy aplaudido y emotivo, cuando cambiaron cascos por gorras y se aproximaron a los funcionarios que se manifestaban ante el Congreso. Y éste es otro de los elementos que añaden preocupación al Gobierno, que se queda sin nadie que les proteja y defienda...

Entre tanto, los funcionarios de la Administración General del Estado siguen convocados durante toda la semana a reunirse a las puertas de cada departamento ministerial y centros de trabajo. Con los brazos en alto, se plantan en mitad de la calzada, e impiden el paso de los vehículos con los brazos en alto y al grito de "Rajoy dimisión, manos arriba esto es un atraco". También han coreado "con Fabra, Cospedal y Rajoy no comemos hoy". Los empleados públicos se quejan de que no se aprecia su labor, ni el hecho de que hagan oposiciones. En el PP se recuerda que durante la guerra de Irak, el entonces partido de Aznar ya padeció una persecución parecida en las calles...

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