Ni los mercados ni la
calle, todos contra la política de Rajoy
Insisten en el PP y en
medios próximos al Gobierno en que las actuales circunstancias que
se vienen dando en la vida pública española son altamente ingratas
y desapacibles: Apenas hay reconocimientos al mérito que tiene
afrontar las reformas-rebajas imprescindibles, ni en la calle, en la
opinión pública, ni tampoco en los mercados. Los dirigentes
políticos de otras formaciones, los líderes sindicales, los
presidentes autonómicos, los dirigentes empresariales, los
estudiantes... Y sobre todo, el pueblo llano, el funcionario, el
maestro, la enfermera, el ciudadano “de a la pie”, el policía,
el bombero, el jubilado o el parado... Todos, con muy pocas
excepciones, se ven afectados por las medidas de austeridad y por los
recortes que ha planteado el Gobierno, y todos expresan su
insatisfacción con la situación y con el futuro nada esperanzador
que se vislumbra. No se recuerda otro momento en la historia reciente
de España en el que españoles de toda condición se hayan visto
empujado a salir a la calle a protestar. Las ochenta manifestaciones
que se produjeron ayer en otras tantas ciudades son buena
demostración de ese enfado generalizado, y de esa incomprensión que
merecen las medidas y la actitud del Gobierno. Este, a su vez, el
Gobierno, insiste en que se trata de “aguantar el tirón y
resistir”, porque no hay alternativa, y algún día se reconocerá
el mérito de esa resistencia y aguante en tiempos de adversidad.
Montoro, desde la tribuna de oradores del Congreso, insiste en que no
hay dinero, que la recaudación del Estado ha caído peligrosamente,
y que el Estado no puede afrontar los gastos corrientes de otros
tiempos. En esa misma Cámara parlamentaria, Rubalcaba ha recuperado
protagonismo y ha conseguido recuperar el apoyo de muchos de sus
propios correligionarios, que en el debate de la semana pasada
quedaron defraudados por un tono insuficientemente reivindicativo.
Por si fuera poco, Mariano Rajoy desaparece del escenario en los
momentos críticos, como este debate que servía para “calentar”
el ambiente de las movilizaciones ciudadanas de horas más tarde.
Ciertamente, nunca pudo
pensar el PP que iba a tener que sufrir un tiempo de tanta hostilidad
generalizada, tanto en el Parlamento, pese a su mayoría absoluta en
ambas cámaras, y en la calle, como en los mercados, por igual. Los
diarios de este viernes dan buena cuenta de esos dos escenarios
complementarios y contradictorios, repletos de consignas contra el
Gobierno: Rajoy aprueba el recorte con la prima de riesgo disparada y
la calle en contra. El PP se queda solo con sus recortes, cuenta El
País, que añade que el mayor ajuste de la democracia es aprobado
con críticas de toda la oposición y que los mercados volvieron a
castigar a España y disparan la prima de riesgo. Cuenta, además,
que el grupo Popular dio instrucciones a sus diputados para evitar
los aplausos y no ocurriera lo que sucedió la semana pasada, cuando
el “que te jodan” de Andrea Fabra, slogan muy repetido en las
pancartas. El País en su editorial sostiene que el Gobierno se
resiste a debatir salida a la crisis pese a los pobres resultados de
su gestión. Titula El Mundo: El Gobierno, atrapado entre la espada
del mercado y la pared de la calle. Sólo el Gobierno confía en el
ajuste duro. Montoro afirma que España es un riesgo dentro de
Europa, del euro y del mundo. Toda la oposición vaticina que con
esta política se agravarán el paro y la recesión. Y a continuación
el clamor en la calle por los recortes del Gobierno. Una
multitudinaria manifestación inundó durante dos horas el centro de
Madrid. Y en otra crónica más amplia, habla de “marea contra la
trituradora de derechos”: los sindicatos movilizaron a miles de
personas en 80 ciudades de toda España. ABC señala que el Congreso
aprobó los recortes con la mayoría del PP y que el Gobierno se
enfrenta en solitario a la crisis y que los sindicatos levantan su
mano contra el ajuste. Dice de la manifestación de Madrid contra los
recortes del Gobierno que acabó con seis detenidos. La marcha
concluyó calificando los ajustes como una agresión sin
pr3ecedentes. En La Vanguardia se señala también que el Gobierno se
queda solo en la defensa de los grandes recortes, y que las
advertencias del PP no consiguen que ningún grupo secunde los
ajustes de Rajoy. Y da cuenta a continuación de las multitudinarias
protestas en toda España contra los ajustes., con participación de
personas de todos los sectores y todas las edades en ochenta ciudades
del país. Titula El Periódico de Cataluña: La calle estalla, y
Rajoy se esfuma. La Gaceta también observa esa doble visión: El PP
aprueba los recortes en solitario con las calles tomadas por las
protestas. En cambio, el muy progubernamental La Razón emplea su
tono más beligerante: La izquierda se conjura para calentar la
calle. Los sindicatos anuncian movilizaciones y amenazan con un
agosto caliente. La izquierda minoritaria abandonó el pleno del
Congreso para no votar el ajuste fiscal que aprobó el PP en
solitario. Expansión coincide con los restantes diarios en esa
soledad de los gobernantes: El PP aprueba en solitario el gran
recorte y avanza más ajustes de servicios públicos.
Y luego, las
rectificaciones, matizaciones, las desinformaciones, los añadidos
del ajuste, que consiguen terminar de sublevar los ánimos de la
ciudadanía. Relata El País de este viernes que el IVA del material
de uso escolar sube del 4 al 21 por 100, lo que indudablemente
encarece el inicio del curso... La voracidad fiscal por recaudar no
parece tener límites...
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