La herencia de Camps
Cospedal ha invocado una y otra vez “la
herencia recibida de Barrera” para referirse a las cuentas difíciles a las que
tiene que enfrentarse y adecuar en “su” Castilla la Mancha. De parecida manera,
Artur Mas ha mencionado la herencia del tripartido del president Montilla que precedió a los actuales dirigentes
convergentes. Los populares andaluces, que dieron por descontado su triunfo en
Andalucía, llamaron la atención una y otra vez sobrilla herencia de casi tres
décadas de Gobierno socialista, que a ellos, en particular a Javier Arenas, iba
a tocar aclarar y desentrañar. Sáenz de Santamaría, Montoso y el propio Rajoy
siguen invocando “la herencia socialista” como causante de todos los males a
los que se enfrenta la situación económica española. El déficit desmadrado,
tres puntos por encima de lo comprometido con Bruselas a la hora de asumir las
responsabilidades de Gobierno, o la papeleta llamada Bankia. A menudo,
olvidándose de que buena parte de ese incontrolado déficit del Estado se
origina en las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP, y de que el
carísimo, por costoso, Caso Bankia tiene origen, sobre todo, en la fusión de
Caja Madrid con Caja Valencia, dos cajas que han sido feudo permanente e
histórico del PP valenciano y madrileño, respectivamente… Ciertamente, de entre
todas las problemáticas cuentas autonómicas, hay algunas especialmente
reseñables, como laque ha heredado Alberto Fabra, -“Fabra el bueno”, en
contraposición al Fabra del aeropuerto sin aviones y padre de Andrea-, en la Comunidad Valenciana. En las últimas horas, esas cuentas torcidas y
muy deficitarias de la Comunidad valenciana están dando que hablar. Ya daban
ocasión a la preocupación desde hace mucho tiempo, y desde el Gobierno central
se ha ayudado para que no fuera tan notable el desmadre que dejó Camps, caracterizado por sus gastos excesivos: el
famoso arquitecto a quien Camps apadrinó, la Fórmula Una, la Copa América, los
colegios sin calefacción en invierno, el impago a las farmacias, la privatización
de la medicina, la colosal y costosísima Televisión autonómica, Canal 9, con 1.700 empleados.…Este viernes, el conseller de Economía, Industria y Comercio,
Máximo Buch, se mostraba convencido de que muchas comunidades se adherirán,
como ya se ha apresurado a hacer Valencia, al mecanismo de la liquidez
autonómica aprobado por el Consejo de Ministros en su reunión del pasado 13 de
julio, ya que considera que es el instrumento "más sensato". Buch realizaba
estas declaraciones después de que la Comunidad Valenciana se convirtiera en la
primera comunidad que ha solicitado al Gobierno la adhesión a ese mecanismo de
liquidez autonómica para hacer frente a los vencimientos de deuda en 2012 y
poder atender el pago de otros proveedores. El titular de Economía, explicaba
que el único requisito para ser beneficiario de esas ayudas es "cumplir nuestro
compromiso de déficit. Sólo nos han dicho que
tenemos que llegar al 1,5%", ha indicado Buch.Más bien, que no podemos superar el 1,5 por 100
de déficit anual… Añadido que "lo que es nuevo es que el año que viene el
déficit pasa del 1,1 al 0,7 por ciento", Y sobre el control que se
impondrá sobre las cuentas valencianas, el conseller dijo que "eso es lo
mejor para ver que todas las autonomías cumplen. Nosotros no tenemos nada que
ocultar". Tampoco se mostró preocupado por haber sido la primera comunidad
en pedir esa ayuda: "Tenemos consejo de
gobierno los viernes y uno de los requisitos de este mecanismo era aprobarlo en
consejo de gobierno. Lo hemos hecho el día en que nos tocaba.
Estoy convencido de que a lo largo de la semana que viene se adherirán más
autonomías, porque es lo más sensato".No debe sorprender, porque el
Gobierno revelaba recientemente que ya había hecho entrega de 44 millones a
distintas autonomías para permitirles que sigan pagando sueldos de funcionarios
y otras obligaciones. Buch también afirmó que la Comunidad Valenciana
"tiene ingresos suficientes para nóminas y gastos corrientes, pero hay gastos atrasados en su
pago", así como "serias dificultades de financiación
propia". Por ello, la Comunidad se ha adherido primero a las líneas de
financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO), luego al plan de pago a
proveedores y ahora al nuevo fondo de liquidez. "Tenemos que reconocer que desde que está el Gobierno de Rajoy, las cosas
están mucho mejor para nosotros. Vamos cubriendo nuestras
necesidades", explicó. Y preguntado por si la autonomía valenciana queda
"estigmatizada" por reclamar la ayuda, y si hay relación entre esta
noticia y la escalada de la prima de riesgo, Buch reiteró que en su Gobierno
están "convencidos" de que "una gran mayoría de comunidades
autónomas se van a adherir a esto". "Van a adherirse muchas
comunidades porque es un mecanismo que es el más sensato. La gran mayoría le da la bienvenida y se va a acoger
a él", insistió.
Máximo Buch ha cifrado en unos 400
millones el ajuste que tiene que hacer su comunidad ante la nueva cifra de
déficit. A su juicio, "a pesar de lo doloroso que es, los ciudadanos lo
entienden". En cuanto al presidente de la Generalitat valenciana, Alberto
Fabra, ha desmentido que la Comunidad Valenciana haya solicitado “el rescate”,
como se llegó a asegurar al mediodía del viernes, y ha repetido que el Consell aprobó
este viernes una medida que supone la adhesión a un "instrumento que ha
posibilitado" el Gobierno central para que las comunidades autónomas
tengan "más liquidez". Sobre la
posibilidad de que la Generalitat hubiera solicitado el rescate al Ejecutivo
central dijo de manera tajante: "Desmiento esa afirmación porque no es
verdad", al
tiempo que explicaba que la valenciana ha sido la primera autonomía en pedir
adherirse al "instrumento que ha posibilitado el Gobierno para que las
comunidades autónomas puedan tener más liquidez". "Nosotros hemos sido los primeros en pedirlo, pero detrás van a venir
muchas comunidades a solicitar precisamente lo mismo, al igual que en su día el Gobierno posibilitó
que, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), pudieran cobrar muchos
proveedores", explicó. Y enfatizó que "simplemente es un instrumento
que el Gobierno pone a disposición del resto de administraciones, en este caso
autonómicas, para que puedan tener liquidez, nada más".
Mientras tanto, a Camps lo apostrofaban,
con abucheos y lanzamiento de huevos, este mismo viernes cuando daba lecciones
de responsabilidad política en la universidad
“pepera” de Jávea. A lo mejor no era el conferenciante más
adecuado para hablar de responsabilidades políticas…
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