Riesgo de que la crisis se
le vaya de las manos a Rajoy
Primera cuestión, ¿quién
lleva la voz cantante, quién controla el timón de las
reformas-reajustes? Se supone que, tierra adentro, Rajoy, o acaso
Sáenz de Santamaría, y fuera de aguas exteriores, De Guindos, que
habla idiomas... Luego, en materia divulgativa y de respaldo,
Cospedal, a quien, como “segunda del partido”, tiene la tarea de
apoyo a las medidas del Gobierno. Ahora, por ejemplo, ha sido la más
evidente y directa: Nos ha dicho que es obligación de todos los
partidos y de todos los ciudadanos, así lo ha dicho, apoyar al
Gobierno de España para que España no sea intervenida. Así se
claro. Cospedal dice tal cosa mientras De Guindos, en una oportuna
declaración efectuada en Barcelona, proclama que “ni estamos
intervenidos ni habrá rescate total”. Y que -dice De Guindos-, el
Gobierno valora el esfuerzo de Cataluña. Lo dice en el momento en el
que “salta” y rasga la “costura catalana”, después de que
Artur Mas interpretara que la advertencia que es una amenaza de
intervención la advertencia de que Cataluña es una de las
autonomías que aún requieren mayores ajustes para atenerse al 1,5
por 100 del déficit prescrito para los Gobiernos regionales, sin
excepción. Artur Mas dice que eso es una injusticia, porque nadie
como Cataluña ha recortado sus gastos... Probablemente porque nadie
como Cataluña tenía tanto que recortar.
Pues bien, en los últimos
días, ha cundido el pánico al comprobar que los mercados siguen sin
dar por buenos los pasos que dan, Rajoy, SSS y el Gobierno de ambos.
La puesta en marcha de las directrices de Bruselas-Berlín no parecen
suficientes a esos poderosos señores dueños de la deuda sin pagar.
Seguramente, por varias razones. La primera de ellas, por la
calamitosa política de información que sigue poniendo en marcha el
Gobierno. Dice una cosa al país, otra a quienes leen inglés o
alemán y también es distinta la versión de “las medidas” del
“tijeretazo” o del “rajonazo”, para cada día de la semana.
Todavía no sabemos la cifra total de los ahorros o de los ingresos
extraordinarios del Gobierno, porque las cifras de los cálculos no
cuadran. Y el orden de ese “ajuste” anunciado no es menos
lamentable: Rajoy empezó a desgranarlo, en su comparecencia en el
Congreso, por la reducción de concejales, que, si no sucede nada
extraño, deberá producirse, tras las correspondientes reformas, con
ocasión delas elecciones autonómicas y municipales de dentro de dos
años... Pero hay otras urgencias, probablemente más rentables para
el Estado, como la aplicación del nuevo IVA, desde el primero de
septiembre. Tampoco ha habido claridad sobre tal reforma, lo que
seguirá en el grupo del IVA hiperreducido, lo que pasa del bloque
del ocho al diez por ciento, y lo que pasa del 18 al 21 por 100. En
esta materia, el desastre en explicaciones ha sido Cristóbal
Montoro, ya conocido por la inadecuación en su trato con sus
colegas del Congreso, con los consejeros de Economía y Hacienda, o
con los periodistas. Sus malos modos sólo son parecidos a los de
Andrea Fabra, a quien, por cierto, ha respaldado muchos colegas, pero
no la secretaria general del PP, Cospedal, que le ha sacado tarjeta
amarilla. Por lo menos. Llamar hijo de puta en el hemiciclo, a quien
sea, los adversarios socialistas o el grupo de cinco millones de
parados, no parece una demostración de buen decir. Como tampoco lo
fue el aplauso de la bancada popular a cada una de las medidas,
dolorosas, sin duda, que iban encajando funcionarios o ciudadanos en
general.
El Gobierno,además, ha
tenido un par de deslices más, en esta ceremonia de divulgar los
alcances de “la tijera”: entre los funcionarios afectados por los
recortes de gastos están bomberos, policías, Fuerzas Armadas... Y
no parece que se haya pensado en que esto iba a suceder de este modo.
De ahí que sorprendiera, en primer lugar al Gobierno, la
“comprensión” que los policías antidisturbios hicieron hacia
los funcionarios que protestaban en la calle contra los recortes que
les afectaban. También a los oficiales, los policías, los bomberos,
los médicos, las enfermeras, afecta la supresión de la paga extra
de Navidad de este año, y más aún cuando no queda claro cuándo se
recuperará ese “derecho adquirido” de las catorce pagas
anuales... El otro desliz se ponía de relieve este lunes en
Cataluña, cuando Artur Mas se daba por aludido a la advertencia de
Cristóbal Montoro, efectuada el jueves anterior al consejero Mas
Colell, de que si no se seguían recortando los gastos de los
presupuestos catalanes, el Gobierno central intervendría las cuentas
catalanas. AV Mas le faltó tiempo para poner el grito en el cielo. A
Mas y a Durán, su portavoz en Madrid, por igual. Los dos invocaron
el “venganza catalana te alcance”, Mariano Rajoy: rompen con el
PP y dejarán sólo al PP para que resuelva sus papeletas de la
crisis por su propia cuenta y sin apoyos exteriores. De Guindos,
presente este lunes en Barcelona, ha tenido que sofocar este
incendio catalán proclamando que “el Gobierno valora el esfuerzo
de Cataluña”, y que nadie tiene propósitos de intervenir a
Cataluña. “El Gobierno, declara este martes a La Vanguardia, no
debe intervenir en una comunidad autónoma salvo en una situación
absolutamente excepcional, en la cual no estamos en este momento”.
Pero las piedras y los gritos ya se han lanzado, y no suelen regresar
de inmediato, a su punto de origen. Tardará en curarse la injuria...
¿Se le está yendo de las
manos la crisis y sus soluciones a Rajoy y sus colaboradores del PP?
Unos cuantos elementos no han dado la talla, ciertamente.
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