Los mercados, y Rajoy,
defraudados por Draghi
Como era previsible, la presión para que
España pida el rescate total ha vuelto este viernes a los mercados después del
fiasco de la intervención, en la tarde del jueves, del presidente del Banco
Central Europeo, en la que Mario Dragui condicionó la
compra de deuda a que Mariano Rajoy pida una nueva ayuda económica al fondo
creado para apoyar a los países en riesgo. Este viernes, la prima de riesgo
abría al alza y volvía a tocar los 600 puntos, tras el fuerte repunte de
la jornada anterior, cuando el diferencial de lo que España paga por colocar su
deuda frente a lo que le cuesta a Alemania se disparó casi cien puntos y la
Bolsa se hundió un 5%. De este modo, la rentabilidad del bono a 10 años sigue
por encima del 7%.
Como interpreta La Vanguardia, Mario
Draghi, el presidente del BCE,
chocó ayer en Frankfurt contra el nuevo muro de Berlín. El italiano se quedó
sin poder anunciar la "suficiente" respuesta que con tanta
repercusión sísmica había evocado una semana antes para aplacar la crisis del
euro. Tuvo que consolarse con anunciar para septiembre hipotéticas compras,
condicionadas por el rechazo de Alemania, de bonos de España e Italia, con la
esperanza de que esa difusa promesa tranquilice a los mercados. Y a cambio de tan
tímido anuncio, Draghi acababa pidiendo a los gobiernos de España e Italia, a los
que busca ayudar con su propuesta de compra de deuda, que soliciten ayuda al Fondo Europeo de estabilidad, un
rescate camuflado, bajo "estricta condicionalidad". Y aún en ese
caso, aclaró Draghi, habría que convencer al Bundesbank, el banco central
alemán, para que aceptara, en ese nuevo escenario, que el BCE comprase bonos de deuda en el
mercado. En resumen, lo que acordó el consejo del BCE es una "orientación.
El comité de política monetaria, el de riesgo y el de mercados, trabajarán
sobre esta orientación y entonces tomaremos una decisión final".
Insostenible para España e Italia. Con ese deplorable panorama,
presionados hacia el rescate, chocaron los jefes de Gobierno de España e
Italia, Mariano Rajoy y Mario Monti, en una conferencia de
prensa programada desde días antes, cuando las cosas parecían pintar mejor. El
italiano, desfondado, tras una gira por media Europa en busca de apoyos que
ayer no se materializaron, y sometido a un enorme desgaste interno; condenado a
volver a Roma de vacío pese a contar con un compatriota al frente del BCE.
Rajoy, también tocado, e inconcreto y evasivo en sus respuestas. Ambos echaron
mano de las buenas maneras y formas consolándose con que Draghi había anunciado
que sí habría compras de deuda, obviando tanta la condicionalidad como que el
BCE deberá volver a discutir el asunto en septiembre.
Los diarios de este viernes se centran, prácticamente todos ellos, en relatar esa rueda de prensa de Monti y Rajoy mientras los mercados se hundían por causa de las nuevas excusas de un Draghi entregado a las tesis de Merkel, Schäuble, y su presidente del Bundesbank. Monti respondió con un débil "no sé si se pedirá (la ayuda), habrá que ver las modalidades", a la pregunta de si se planteaba solicitar el rescate. Y Rajoy, como viene siendo habitual en él, evitó responder a los periodistas que, en varias ocasiones, le preguntaban sobre el asunto. El BCE empuja a España a otro rescate. Draghi condiciona la compra de deuda a que los estados con dificultades pidan primero auxilio al fondo europeo. Rajoy evita pronunciarse sobre si solicitará ayudas de nuevo, cuenta El País en sus grandes titulares de portada. Los de El Mundo aseguran que Draghi cede ante Alemania y hunde a España e Italia. Da un paso atrás, pero anuncia que el BCE intervendrá cuando Rajoy y Monti pidan al fondo de rescate que compre deuda bajo estricta condicionalidad. ABC es menos diplomático: Draghi se arruga. El Presidente del BCE hunde la bolsa y dispara la prima de riesgo al condicionar la compra de deuda a que los países afectados reclamen ayuda. Rajoy y Monti no entran al trapo del BCE de pedir rescate. La Vanguardia habla de “jarro de agua fría”: El BCE aplaza intervenir en el mercado por la cerrada oposición de Alemania. Dragi descarta comprar bonos de Espña e Italia si primero no piden el rescate. Monti no descártale rescate y Rajoy evita pronunciarse. El Periódico de Cataluña: Draghi enfría la ayuda a la deuda española. La Razón se inventa un término nuevo para referirse a la escasa simpatía que ahora suscita el presidente del BCE: Draghifobia. Los mercados se hunden tras la decepción por la falta de medidas del presidente del BCE. La presión de Alemania se impone y sólo se comprará deuda si lo piden los países. Rajoy y Monti confían en que habrá medidas no convencionales para evitar el fondo de rescate. La Voz de Galicia insiste: El BCE sólo auxiliará a España si pide el rescate. Rajoy elude concretar si la solicitará y dice que se limitará a seguir con su programa de recortes para cumplir los objetivos sobre el déficit. La gaceta es más interpretativo: Merkel usa a Draghi para castigar a Rajoy por no reformar la estructura del Estado. El BCE no compra deuda española pero al presidente español le parece positivo… Y en El Economista: El BCE se dispone a comprar deuda española pero exige el rescate. Draghi dice estar dispuesto a tomas medidas no convencionales de acuerdo con lo que sea necesario.
Los diarios de este viernes se centran, prácticamente todos ellos, en relatar esa rueda de prensa de Monti y Rajoy mientras los mercados se hundían por causa de las nuevas excusas de un Draghi entregado a las tesis de Merkel, Schäuble, y su presidente del Bundesbank. Monti respondió con un débil "no sé si se pedirá (la ayuda), habrá que ver las modalidades", a la pregunta de si se planteaba solicitar el rescate. Y Rajoy, como viene siendo habitual en él, evitó responder a los periodistas que, en varias ocasiones, le preguntaban sobre el asunto. El BCE empuja a España a otro rescate. Draghi condiciona la compra de deuda a que los estados con dificultades pidan primero auxilio al fondo europeo. Rajoy evita pronunciarse sobre si solicitará ayudas de nuevo, cuenta El País en sus grandes titulares de portada. Los de El Mundo aseguran que Draghi cede ante Alemania y hunde a España e Italia. Da un paso atrás, pero anuncia que el BCE intervendrá cuando Rajoy y Monti pidan al fondo de rescate que compre deuda bajo estricta condicionalidad. ABC es menos diplomático: Draghi se arruga. El Presidente del BCE hunde la bolsa y dispara la prima de riesgo al condicionar la compra de deuda a que los países afectados reclamen ayuda. Rajoy y Monti no entran al trapo del BCE de pedir rescate. La Vanguardia habla de “jarro de agua fría”: El BCE aplaza intervenir en el mercado por la cerrada oposición de Alemania. Dragi descarta comprar bonos de Espña e Italia si primero no piden el rescate. Monti no descártale rescate y Rajoy evita pronunciarse. El Periódico de Cataluña: Draghi enfría la ayuda a la deuda española. La Razón se inventa un término nuevo para referirse a la escasa simpatía que ahora suscita el presidente del BCE: Draghifobia. Los mercados se hunden tras la decepción por la falta de medidas del presidente del BCE. La presión de Alemania se impone y sólo se comprará deuda si lo piden los países. Rajoy y Monti confían en que habrá medidas no convencionales para evitar el fondo de rescate. La Voz de Galicia insiste: El BCE sólo auxiliará a España si pide el rescate. Rajoy elude concretar si la solicitará y dice que se limitará a seguir con su programa de recortes para cumplir los objetivos sobre el déficit. La gaceta es más interpretativo: Merkel usa a Draghi para castigar a Rajoy por no reformar la estructura del Estado. El BCE no compra deuda española pero al presidente español le parece positivo… Y en El Economista: El BCE se dispone a comprar deuda española pero exige el rescate. Draghi dice estar dispuesto a tomas medidas no convencionales de acuerdo con lo que sea necesario.
Y en la mayor parte de los
diarios se comenta, a continuación que Draghi ha defraudado profundamente, y
que Rajoy estuvo lejos de resultar claro en su juicio sobre el comportamiento
de Draghi. Algún diario recuerda que
cuando el BCE aprobó su primer programa de compra de bonos de España e Italia,
y envió sendas cartas a los entonces jefes de Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero y Silvio Berlusconi, hace justo un año, el 5 de agosto del 2011, la prima de riesgo de la
deuda española era de 369 puntos. Este jueves se volvió a asomar peligrosamente
al abismo de los 600. La debacle en los mercados fue estrepitosa, después de
que Alemania y Draghi no cambiaran de posición pese al optimismo con el que
algunos habían recibido los silencios de Angela Merkel y las paternalistas
declaraciones de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, encomiando las
reformas de los atribulados socios del sur. Parece claro que Jens Weidmann, el
presidente del Bundesbank, el banco central alemán,
emergió victorioso sobre Draghi. Draghi contaba con la esperanza de italianos,
españoles y franceses. Más el apoyo de Timothy Geithner, el secretario del
Tesoro de EE.UU. que, pese a su buena voluntad "no entiende mucho lo que
pasa en la eurozona", como sostiene una fuente informada sobre el
contenido del reciente periplo del estadounidense por Berlín, Frankfurt y
París. Draghi ensayó un movimiento conciliador no proponiendo abiertamente la
compra inmediata de deuda y condicionándola al rescate previo. Al final, se
acordó estudiarlo todo, pero sin ningún compromiso, lo que no evitó que
Weidmann expresara su reserva, como reconoció el propio Draghi.
Observa El País que la
resistencia de Rajoy, el principal valor que destacan todos sus fieles, empezó
a quebrarse este jueves con la nueva jornada desastrosa en los mercados, esta vez muy
inesperada, después de que el BCE defraudara de nuevo las expectativas del
Ejecutivo español. Rajoy, que tardó meses en ceder al rescate bancario, lleva
ahora semanas resistiéndose a pedir al fondo de rescate que compre deuda
española para bajar la prima de riesgo. Pero esa resistencia ya no parece tan
feroz. Su Gobierno ha insistido en que no va a pedir al fondo que compre deuda,
lo que implicaría un nuevo rescate suave y nuevas condiciones. Un desastre
político para Rajoy y económico para España, según la interpretación del propio
Ejecutivo, que teme que entre esas nuevas condiciones estuviera una rebaja de
las pensiones. Por eso se resiste. Pero este jueves el presidente, preguntado
hasta en tres ocasiones en la rueda de prensa conjunta que ofreció con el
primer ministro italiano, Mario Monti, rechazó responder, una prueba evidente
de que ya no quiere comprometerse a nada. Lejos queda la posición oficial: La
semana pasada, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, fue tajante: España no pedirá esa compra de bonos. Rajoy no
quiso ir tan lejos. No contestó. Cuando se le repreguntó si va a pedir la ayuda
o no, dijo “ya le he respondido con meridiana claridad”. Tan evidente era que
no lo había hecho, que se escucharon algunas risas y rumores en la sala prensa. Rajoy deja todo abierto. “No voy a hacer cosas distintas,
no voy a cambiar de opinión”, fue lo más parecido a una respuesta a la
cuestión. Parece que no quiere que le suceda como hace un par de meses.
Entonces fue tajante: “No va a haber un rescate a los bancos españoles”. Dos
semanas después se veía obligado a pedirlo, un golpe muy duro para su
imagen y para la confianza en la economía española. Insiste El País que señalar
que el presidente parece cada vez más acorralado. Rajoy
se resistió hasta que no pudo más al rescate bancario, a la subida del IVA, a
los recortes más duros en sanidad y educación, a casi todas las decisiones
clave que ha tomado en los últimos meses, que siempre han llegado a rastras,
por presiones de la UE y los mercados. Y ahora, de nuevo, parece que los
mercados y el BCE le indican un camino que no quiere tomar. Su comparecencia,
lejos de despejar dudas, las dejó todas abiertas, mostrando un estado de ánimo
del presidente que muchos de los suyos resumen como de enorme frustración e
impotencia porque nada, ni siquiera los durísimos recortes y subidas de
impuestos que le están alejando de su electorado, parece servir para revertir
la situación.
Es decir, no sólo los
mercados: también Rajoy aparece “en fase de desplome progresivo”…
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