sábado, 4 de agosto de 2012

SE VA DE VACACIONES A LA ESPERA DE LAS CONDICIONES DE DRAGHI


Rajoy ya está pensando en el segundo rescate
¿Cómo se explicaba este viernes el subidón de la bolsa y la nueva recaída de la prima de riesgo, después del descalabro de la víspera, tras la intervención de un  Draghi que defraudaba profundamente? La Vanguardia se esfuerza en explicar el fenómeno: Cuando todo parecía perdido, los mercados volvieron a dar la sorpresa con una espectacular recuperación que casi borró el desplome del día precedente. Cada vez resulta más difícil interpretar el comportamiento de los mercados, añade, salvo que se recurra a los rumores. Los de este  viernes versaban sobre la posibilidad de que el fondo de rescate europeo (FEEF y luego el MEDE), comprara deuda española e italiana, comenzando por los bonos a corto. Los números muestran que la prima de riesgo se desplomó en la jornada 51 puntos hasta los 542,5 mientras que el Ibex consiguió su segunda mayor subida del año con un alza del 6%, situándose por encima del cierre del miércoles. Los rumores se reforzaron después de que en la comparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la que no descartó la posibilidad de solicitar un rescate de la economía europea. Era la primera vez que Rajoy dejaba la puerta abierta a solicitar ese rescate. "Lo que quiero es conocer cuáles son esas medidas, lo que significan, lo que pretenden y si son adecuadas, y entonces, a la vista de las circunstancias, tomaremos una u otra decisión. Pero no tengo tomada ninguna decisión y haré lo que creo que conviene al interés general de los españoles", dijo el presidente del Gobierno en rueda de prensa. La Vanguardia cita a Luis Benguerel, responsable de Interbrokers, quien señala que circula un rumor sobre la posibilidad de que "el fondo de rescate europeo esté sondeando a las entidades financieras" para que le presten dinero con el que comprar deuda. Esa posibilidad habría llevado a los grandes bancos a adquirir deuda de Italia y España para venderla al fondo cuando comience a comprarla. Como en las últimas veces que el Banco Central Europeo (BCE) compró deuda comenzó por la de corto plazo, fue ésa, precisamente, la que más se rebajó. La rentabilidad baja porque, al haber más demanda de bonos, lo que se produce es un encarecimiento del precio, lo que implica una menor rentabilidad. Otro experto, Antonio Hormigos, presidente de Mirabaud Gestión, considera que "parece que se están repensando las palabras de Draghi. Aunque no compre deuda ya, está claro que el BCE ha marcado el camino: compra de deuda a cambio de condiciones, y sobre todo en los plazos cortos, en los que incluso podría intervenir el BCE directamente para lograr que la política monetaria tenga efectos homogéneos en toda Europa". En una línea parecida, añade La Vanguardia, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, considera que los mercados puede que no entendieran "correctamente" las importantes medidas adoptadas por el BCE, en declaraciones a la televisión finlandesa MTV3.  De hecho, además de la española, el resto de las grandes bolsas europeas se recuperaron también este viernes de las caídas del día precedente. Unas subidas generalizadas que se producían en una jornada en la que trascendió que los países de la zona euro preparan una reunión extraordinaria del Eurogrupo para la primera semana de septiembre, donde se trataría tanto la situación de Grecia como la de España, según una fuente comunitaria. El plan es que los ministros de Finanzas de la zona euro se encuentren primero en Bruselas y pocos días después en Chipre, en una reunión ya prevista.
Por su parte, advierte el analista de El País que si hay algo que Mariano Rajoy detesta, es reaccionar en caliente. El jueves, nada más conocer que Mario Draghi empujaba claramente a España e Italia a pedir ayuda al fondo de rescate y someterse a nuevas condiciones, si quieren que el BCE les compre deuda, Rajoy esquivó la pregunta clave: ¿Pedirá esa ayuda? La dureza de Draghi y el desplome inmediato de los mercados le pilló por sorpresa, y prefirió esquivar la cuestión y ganar un poco de tiempo. Pero, 24 horas después, este viernes, con tiempo para prepararse, reflexionar y analizar el aparente callejón sin salida en el que le han metido los alemanes y el BCE, el presidente daba la respuesta esperada, abriendo clarísimamente la puerta a pedir ese nuevo “rescate suave” del que tanto había huido hasta ahora. “No tengo tomada ninguna decisión. Haré lo que convenga al interés general de los españoles”, apuntó, lejos del “no habrá nuevo rescate” habitual. Pero lo más interesante, y que muestra en qué punto está Rajoy en este momento, fue su insistencia en querer conocer las condiciones. El Ejecutivo insiste en que, en cualquier caso, el rescate no es inminente. Se piensa en septiembre u octubre, cuando España tiene que hacer frente a importantes vencimientos de su deuda, 24.000 millones de euros.
Según la información de El País, tras la rueda de prensa del viernes, Rajoy se fue a Galicia para disfrutar de unos días de vacaciones, posiblemente poco más de una semana. Después tendrá despacho con el Rey  y tal vez más vacaciones. Y el 24, Consejo de Ministros. No parece que se espere ninguna novedad para los próximos días. Aún así, el presidente se marcha con todo el operativo preparado para regresar rápidamente o hacer gestiones desde allí. La canciller Merkel está de vacaciones en Italia estos días y desde allí habló con François Hollande y pactaron un comunicado conjunto. Esto es, la política no para estén donde estén los líderes. Pero se observa que una eventual petición formal de España, como sucedió con el rescate bancario, tendría que llegar en una reunión del Eurogrupo, y que no hay ninguna prevista en agosto, entre otras cosas porque muchos ministros de Economía están de vacaciones. Se estaría planteando una reunión extraordinaria en la primera semana de septiembre, cuando podría España plantear su petición, a la vez que Italia, o antes que los italianos, que parecen más dispuestos, pero preferirían que los españoles rompan ese complejo hielo. Rajoy aprovechó una pregunta para aclarar que no tienen por qué ir juntos. “El presidente Monti y cualquiera tomará las decisiones que considere oportunas”. En cualquier caso todo indica que Rajoy empieza a asumir una decisión, la de aceptar un nuevo rescate suave, que le ha costado mucho asimilar por los costes políticos que tiene la imagen de que bajo su mandato se haya pedido a Europa dos rescates y también por los costes económicos de las posibles condiciones. Fuentes del Gobierno explican que, en todo caso, éste segundo rescate será un proceso lento, como casi todo en Europa, como lo ha sido la fijación de las condiciones del rescate bancario. Pero parece evidente que el Ejecutivo ya admite, al fin, que está encima de la mesa la nueva petición de ayuda, la segunda. De hecho, Rajoy, en una segunda respuesta, habló casi como si ya estuviera negociando. “¿Qué se pretende comprar en el mercado secundario, obligaciones a seis meses o bonos a 10, 5 ó 7 años? Porque, evidentemente, no es lo mismo. ¿Cuál es el procedimiento que se va a utilizar, el del ESM que aún no existe? ¿Cuáles son las modalidades que dijo el señor Draghi? No las conocemos. Haré lo que considere que es mejor pero para eso tengo que saber de qué estamos hablando”. Al Gobierno le preocupan también las “estrictas condiciones” de las que habló Draghi. El Ejecutivo confía en poder convencer a sus socios de que ya está haciendo bastantes recortes y no le pueden pedir más. Le inquieta sobre todo que le pidan un recorte en pensiones, lo que más teme Rajoy. El presidente dijo el viernes: “Con los datos que yo manejo, no tengo intención de bajar las pensiones, y como ya he dicho muchas veces, sería lo último que bajaría”. Esa cautela de “no tengo intención” es la misma que utilizó para el IVA, y otros impuestos, antes de subirlos…
Mientras tanto, Rajoy sigue moviéndose para intentar que se apliquen los acuerdos de la última cumbre y así pueda intentar evitar pedir el rescate suave o al menos hacerlo en mejores condiciones, cuando entre en vigor el ESM. El presidente ha enviado una carta a Herman Van Rompuy, el presidente del Consejo Europeo, en la que exige que se pongan en marcha los mecanismos acordados en la última cumbre. Rajoy pide muy claramente a Europa que compre deuda de los países que cumplen y recortan, como España. Rajoy recuerda que los nuevos mecanismos no se han puesto en marcha cuando se esperaba, el 9 de julio. Por eso pide una urgente reunión del Eurogrupo para tomar esas decisiones. Rajoy se mostró impaciente con Europa e indignado con una situación en la que Alemania se financia a tipos negativos y España lo hace al 7%. “Si hablamos de un proyecto político, de convivencia, no se pueden aceptar estas diferencias en una zona de moneda común. No sucede en ningún área monetaria del mundo, es imposible que pase”, lanzó con evidente molestia.
Entre tanto, el Gobierno prorrogará la congelación de la oferta de empleo público, es decir, no se repondrán las plazas de las personas que se jubilen, durante los años 2013 y 2014, según el plan presupuestario enviado a la Comisión Europea para cumplir con el déficit público. En el plan se recoge que el ajuste para la función pública será mayor del calculado inicialmente. El pasado 13 de julio, el Ejecutivo había cifrado en 9.220 millones de euros el ahorro en esta partida hasta 2014. Y se estimó que el recorte tendrá un mayor peso en 2012, con los 5.430 millones que se obtendrán al eliminar la paga extra de Navidad de los trabajadores públicos. Sin embargo, en el plan aprobado el viernes en el Consejo de Ministros, que Mariano Rajoy no mencionó en su comparecencia, el recorte asciende a 14.520 millones hasta 2014, es decir, 5.300 millones más de lo previsto hace tan sólo tres semanas. Según un documento del Ministerio de Hacienda, que proporciona El Mundo, el grueso de ese recorte recaerá en la congelación de la oferta del empleo público. Con ello se ahorrarán 1.800 millones de euros en 2013 y de 3.500 millones en 2014. Aunque no se prevén más recortes en la 'masa salarial', según fuentes de Hacienda, otras medidas adicionales para los trabajadores públicos, ya anunciadas, serán "la supresión de tres días de libre disposición de empleados públicos, la reducción de créditos y permisos sindicales y la modificación del régimen retributivo del personal al servicio de las Administraciones durante la situación de incapacidad temporal". El Ejecutivo contempla, en total, un ajuste de 102.149 millones de euros hasta 2014, que se pretende lograr recortando el gasto y aumentando los ingresos, con las subidas de impuestos ya aprobadas. Recordemos que, en julio, Rajoy anunciaba que el ajuste sería de 65.000 millones de euros. Vemos ahora que la cifra se ha visto aumentada en un 57%, ya que también se han incluido los "efectos" de medidas y paquetes de ajuste ya aprobados hasta ahora. Entre ellas, la subida de impuestos, como el IRPF o el IVA, y los planes para las comunidades (19.734 millones). También se cuenta con una mayor recaudación, cuando mejore la economía en 2014, y con un aumento de los recortes en algunas partidas, como el mencionado en funcionarios…
En cuanto a los diarios, son monotemáticos, en sus principales aspectos informativos: Rajoy abre la puerta a otro rescate, asegura El País, que añade que tomará la decisión cuando conozca los planes del BCE. Dice El Mundo, Rajoy estudiará pedir al fondo de rescate quie compre deuda, y que tomará una decisión cuando conozca las medidas anunciadas por Draghi. Según ABC, los mercados ya descuentan que habrá ayuda a España, y Rajoy no descarta pedir que el fondo europeo compre deuda española. Dice La Vanguardia que la posibilidad de un rescate a España desata la euforia de los mercados y que Rajoy abre la puerta a solicitar la ayuda. En El Periódico de Cataluña, se lee “rescate a la vista·, y que Rajoy ya estudia las condiciones del Plan Draghi. O en El Economista: España negocia  en secreto el rescate con Alemania. Algunos otros diarios “navegan el aguas exteriores, como La Razón o La Gaceta: Objetivo, salir de la crisis, dice el primero, Y el segundo, el deseo de un Rajoy ya en Sanxenxo: “A quien pueda, feliz verano”
No hay duda de que, como insistió Rajoy en su comparecencia, el Gobierno trabaja a destajo para ver por dónde corta y dónde ingresa, con la mayor urgencia y eficacia… El precio de pagar la deuda sigue creciendo y se acumula 

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