Rajoy ya está pensando en el segundo rescate
¿Cómo se explicaba este viernes el subidón de la bolsa y la
nueva recaída de la prima de riesgo, después del descalabro de la víspera, tras
la intervención de un Draghi que
defraudaba profundamente? La Vanguardia se esfuerza en explicar el fenómeno: Cuando
todo parecía perdido, los mercados volvieron a dar la sorpresa con una espectacular recuperación que casi borró el desplome del día
precedente. Cada vez resulta más
difícil interpretar el comportamiento de los mercados, añade, salvo que se
recurra a los rumores. Los de este
viernes versaban sobre la posibilidad de que el fondo de rescate europeo (FEEF y luego el MEDE), comprara deuda española e italiana,
comenzando por los bonos a corto. Los números
muestran que la prima de riesgo se desplomó en la jornada 51 puntos hasta los 542,5
mientras que el Ibex consiguió su segunda mayor subida del año con un alza del
6%, situándose por encima del cierre del miércoles. Los rumores se reforzaron
después de que en la comparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la que no descartó la posibilidad
de solicitar un rescate de la economía europea. Era la primera vez que Rajoy
dejaba la puerta abierta a solicitar ese rescate. "Lo que quiero es
conocer cuáles son esas medidas, lo que significan, lo que pretenden y si son
adecuadas, y entonces, a la vista de las circunstancias, tomaremos una u otra
decisión. Pero no tengo tomada ninguna decisión y haré lo que creo que conviene
al interés general de los españoles", dijo el presidente del Gobierno en
rueda de prensa. La Vanguardia cita a Luis Benguerel, responsable de
Interbrokers, quien señala que circula un rumor sobre la posibilidad de que
"el fondo de rescate europeo esté sondeando a las entidades
financieras" para que le presten dinero con el que comprar deuda. Esa
posibilidad habría llevado a los grandes bancos a adquirir deuda de Italia y
España para venderla al fondo cuando comience a comprarla. Como en las últimas
veces que el Banco Central Europeo (BCE) compró deuda comenzó por la de corto
plazo, fue ésa, precisamente, la que más se rebajó. La rentabilidad baja porque,
al haber más demanda de bonos, lo que se produce es un encarecimiento del
precio, lo que implica una menor rentabilidad. Otro experto, Antonio Hormigos,
presidente de Mirabaud Gestión, considera que "parece que se están
repensando las palabras de Draghi. Aunque no compre deuda ya, está claro que el
BCE ha marcado el camino: compra de deuda a cambio de condiciones, y sobre todo
en los plazos cortos, en los que incluso podría intervenir el BCE directamente para
lograr que la política monetaria tenga efectos homogéneos en toda Europa".
En una línea parecida, añade La Vanguardia, el comisario europeo de Asuntos
Económicos y Monetarios, Olli Rehn, considera que los mercados puede que no
entendieran "correctamente" las importantes medidas adoptadas por el
BCE, en declaraciones a la televisión finlandesa MTV3. De hecho, además de la española, el
resto de las grandes bolsas europeas se recuperaron también este viernes de las
caídas del día precedente. Unas subidas generalizadas que se producían en una
jornada en la que trascendió que los países de la zona euro preparan una
reunión extraordinaria del Eurogrupo para la primera semana de septiembre,
donde se trataría tanto la situación de Grecia como la de España, según una
fuente comunitaria. El plan es que los ministros de Finanzas de la zona euro se
encuentren primero en Bruselas y pocos días después en Chipre, en una reunión
ya prevista.
Por su parte, advierte el analista de El País que si hay algo que Mariano Rajoy detesta, es reaccionar en caliente. El
jueves, nada más conocer que Mario Draghi empujaba claramente a España e Italia a pedir ayuda al fondo de rescate y
someterse a nuevas condiciones, si quieren que el BCE les compre deuda, Rajoy
esquivó la pregunta clave: ¿Pedirá esa ayuda? La dureza de Draghi y el desplome
inmediato de los mercados le pilló por sorpresa, y prefirió esquivar la
cuestión y ganar un poco de tiempo. Pero, 24 horas después, este viernes, con
tiempo para prepararse, reflexionar y analizar el aparente callejón sin salida
en el que le han metido los alemanes y el BCE, el presidente daba la respuesta
esperada, abriendo clarísimamente la puerta a pedir ese nuevo “rescate suave”
del que tanto había huido hasta ahora. “No tengo tomada
ninguna decisión. Haré lo que convenga al interés general de los españoles”,
apuntó, lejos del “no habrá nuevo
rescate” habitual. Pero lo más interesante, y que muestra en qué
punto está Rajoy en este momento, fue su insistencia en
querer conocer las condiciones. El Ejecutivo insiste en que, en
cualquier caso, el rescate no es inminente. Se piensa en septiembre u octubre,
cuando España tiene que hacer frente a importantes vencimientos de su deuda,
24.000 millones de euros.
Según
la información de El País, tras la rueda de prensa del viernes, Rajoy se fue a
Galicia para disfrutar de unos días de vacaciones, posiblemente poco más de una
semana. Después tendrá despacho con el Rey
y tal vez más vacaciones. Y el 24, Consejo de Ministros. No parece que
se espere ninguna novedad para los próximos días. Aún así, el presidente se
marcha con todo el operativo preparado para regresar rápidamente o hacer
gestiones desde allí. La canciller Merkel está de vacaciones en Italia estos
días y desde allí habló con François Hollande y pactaron un comunicado
conjunto. Esto es, la política no para estén donde estén los líderes. Pero se
observa que una eventual petición formal de España, como sucedió con
el rescate bancario, tendría que llegar en una reunión del
Eurogrupo, y que no hay ninguna prevista en agosto, entre otras cosas porque
muchos ministros de Economía están de vacaciones. Se estaría planteando una
reunión extraordinaria en la primera semana de septiembre, cuando podría España
plantear su petición, a la vez que Italia, o antes que los italianos, que
parecen más dispuestos, pero preferirían que los españoles rompan ese complejo
hielo. Rajoy aprovechó una pregunta para aclarar que no tienen por qué ir
juntos. “El presidente Monti y cualquiera tomará las decisiones que considere
oportunas”. En cualquier caso todo indica que Rajoy empieza a asumir una
decisión, la de aceptar un nuevo rescate suave, que le ha costado mucho
asimilar por los costes políticos que tiene la imagen de que bajo su mandato se
haya pedido a Europa dos rescates y también por los costes económicos de las
posibles condiciones. Fuentes del Gobierno explican que,
en todo caso, éste segundo rescate será un proceso lento, como casi todo en
Europa, como lo ha sido la fijación de las condiciones del rescate bancario. Pero
parece evidente que el Ejecutivo ya admite, al fin, que está encima de la mesa
la nueva petición de ayuda, la segunda. De hecho, Rajoy, en una segunda
respuesta, habló casi como si ya estuviera negociando. “¿Qué se pretende
comprar en el mercado secundario, obligaciones a seis meses o bonos a 10, 5 ó 7
años? Porque, evidentemente, no es lo mismo. ¿Cuál es el procedimiento que se
va a utilizar, el del ESM que aún no existe? ¿Cuáles son las modalidades que
dijo el señor Draghi? No las conocemos. Haré lo que considere que es mejor pero
para eso tengo que saber de qué estamos hablando”. Al Gobierno le preocupan
también las “estrictas condiciones” de las que habló Draghi. El Ejecutivo
confía en poder convencer a sus socios de que ya está haciendo bastantes
recortes y no le pueden pedir más. Le inquieta sobre todo que le pidan un
recorte en pensiones, lo que más teme Rajoy. El presidente dijo el viernes:
“Con los datos que yo manejo, no tengo intención de bajar las pensiones, y como
ya he dicho muchas veces, sería lo último que bajaría”. Esa cautela de “no
tengo intención” es la misma que utilizó para el IVA, y otros impuestos, antes de subirlos…
Mientras
tanto, Rajoy sigue moviéndose para intentar que se apliquen los acuerdos de la
última cumbre y así pueda intentar evitar pedir el rescate suave o al menos
hacerlo en mejores condiciones, cuando entre en vigor el ESM. El presidente ha enviado una carta a Herman Van Rompuy, el
presidente del Consejo Europeo, en la que exige que se pongan en marcha los
mecanismos acordados en la última cumbre. Rajoy pide muy claramente a Europa
que compre deuda de los países que cumplen y recortan, como España. Rajoy
recuerda que los nuevos mecanismos no se han puesto en marcha cuando se
esperaba, el 9 de julio. Por eso pide una urgente reunión del Eurogrupo para tomar
esas decisiones. Rajoy se mostró impaciente con Europa e indignado con una
situación en la que Alemania se financia a tipos negativos y España lo hace al
7%. “Si hablamos de un proyecto político, de convivencia, no se
pueden aceptar estas diferencias en una zona de moneda común. No sucede en
ningún área monetaria del mundo, es imposible que pase”, lanzó con evidente
molestia.
Entre tanto, el Gobierno prorrogará la
congelación de la oferta de empleo público, es decir, no se repondrán las
plazas de las personas que se jubilen, durante los años 2013 y 2014, según el
plan presupuestario enviado a la Comisión Europea para cumplir con el déficit
público. En el plan se recoge que el ajuste para la función pública será mayor
del calculado inicialmente. El pasado 13 de julio, el Ejecutivo había cifrado en
9.220 millones de euros el ahorro en esta partida hasta 2014. Y se estimó que
el recorte tendrá un mayor peso en 2012, con los 5.430 millones que se
obtendrán al eliminar la paga extra de Navidad de los trabajadores públicos. Sin embargo, en el plan aprobado el viernes en el
Consejo de Ministros, que Mariano Rajoy no mencionó en su comparecencia, el
recorte asciende a 14.520 millones hasta 2014, es decir, 5.300 millones más de
lo previsto hace tan sólo tres semanas. Según un
documento del Ministerio de Hacienda, que proporciona El Mundo, el grueso de
ese recorte recaerá en la congelación de la oferta del empleo público. Con ello
se ahorrarán 1.800 millones de euros en 2013 y de 3.500 millones en 2014. Aunque
no se prevén más recortes en la 'masa salarial', según fuentes de Hacienda,
otras medidas adicionales para los trabajadores públicos, ya anunciadas, serán
"la supresión de tres días de libre disposición de empleados públicos, la
reducción de créditos y permisos sindicales y la modificación del régimen
retributivo del personal al servicio de las Administraciones durante la
situación de incapacidad temporal". El Ejecutivo contempla, en total, un
ajuste de 102.149 millones de euros hasta 2014, que se pretende lograr
recortando el gasto y aumentando los ingresos, con las subidas de impuestos ya
aprobadas. Recordemos que, en julio, Rajoy anunciaba que el ajuste sería de 65.000
millones de euros. Vemos ahora que la cifra se ha visto aumentada en un 57%, ya
que también se han incluido los "efectos" de medidas y paquetes de
ajuste ya aprobados hasta ahora. Entre ellas, la subida de impuestos, como el
IRPF o el IVA, y los planes para las comunidades (19.734 millones). También se
cuenta con una mayor recaudación, cuando mejore la economía en 2014, y con un
aumento de los recortes en algunas partidas, como el mencionado en funcionarios…
En cuanto a los diarios, son
monotemáticos, en sus principales aspectos informativos: Rajoy abre la puerta a
otro rescate, asegura El País, que añade que tomará la decisión cuando conozca
los planes del BCE. Dice El Mundo, Rajoy estudiará pedir al fondo de rescate
quie compre deuda, y que tomará una decisión cuando conozca las medidas
anunciadas por Draghi. Según ABC, los mercados ya descuentan que habrá ayuda a
España, y Rajoy no descarta pedir que el fondo europeo compre deuda española. Dice
La Vanguardia que la posibilidad de un rescate a España desata la euforia de
los mercados y que Rajoy abre la puerta a solicitar la ayuda. En El Periódico
de Cataluña, se lee “rescate a la vista·, y que Rajoy ya estudia las
condiciones del Plan Draghi. O en El Economista: España negocia en secreto el rescate con Alemania. Algunos
otros diarios “navegan el aguas exteriores, como La Razón o La Gaceta:
Objetivo, salir de la crisis, dice el primero, Y el segundo, el deseo de un
Rajoy ya en Sanxenxo: “A quien pueda, feliz verano”
No hay duda de que, como insistió Rajoy en
su comparecencia, el Gobierno trabaja a destajo para ver por dónde corta y
dónde ingresa, con la mayor urgencia y eficacia… El precio de pagar la deuda
sigue creciendo y se acumula
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