Feliz verano…, el que pueda.
Rajoy puede
Los españoles que están en condiciones económicas de hacerlo, se supone
que, como todos los meses de agosto, están ya, en buena medida, disfrutando,
como suele decirse, de unas bien ganadas vacaciones. La despedida, el pasado
viernes, del presidente Rajoy, tras su comparecencia en rueda de prensa, no
pudo ser más desafortunada: “El que pueda, feliz verano”, dijo. Y los demás, o
sea, el que no pueda, le faltó decir, como hubiera dicho la diputada popular Andrea
Fabra, “que se jodan”. En los días siguientes a esa despedida, los lectores de
periódicos o espectadores de programas informativos en la tele, hemos podido
observar a Rajoy en traje de baño, o bajo la suave lluvia gallega, O sea, el
presidente está de vacaciones de verano, no se sabe si largas o breves, pero
puede hacerlo… Le acompañan su esposa Viri y sus hijos Mariano y Juan, y en
alguna ocasión, también el presidente Feijoo, que parece el hermano siamés del
presidente. “Me
tomo unos días”, había añadido Rajoy en los corrillos de la prensa con total
naturalidad, tras su balance de siete meses, de recortes sin final, de primas altísimas y de un posible segundo
rescate… En
unas consideraciones que se pueden leer este domingo en El Confidencial, comenta
Alberto Pérez Jiménez las vacaciones que disfrutan Rajoy en Galicia y Zapatero
en Canarias. El mismo Mariano Rajoy que hace un año afeaba a Rodríguez Zapatero que
pretendiera irse con sus niñas y Sonsoles a
Doñana en plena crisis de la prima. Y rememora: “qué tiempos aquéllos, en que
el diferencial alemán rondaba el 300 y parecía el fin del mundo”. Pues bien,
Rajoy se ha ido ahora a Pontevedra.- Sintetizo su análisis: “El presente y el
pasado de la crisis. Dos españoles que sí pueden disfrutar del verano en la
España del tupper, ésta en
la que muchas familias se rompen el alma para llegar a fin de mes y en la que
se ha institucionalizado ya que los niños lleven la comida desde casa al
colegio en un tupper, para poderse ahorrar los 90 euros de
media que supone el comedor escolar. Esta
España en la que, a la inventiva familiar siempre se enfrenta la voracidad
recaudatoria: le ha faltado tiempo a la Generalitat catalana, la misma
que gasta 300 millones al año en sus 7 televisiones autonómicas y 3 canales de
radio, para anunciar que quiere cobrar 3 euros diarios a cada niño que lleve el
almuerzo de casa. Por el desgaste del comedor, se supone. Y la Generalitat
valenciana, la de los aeropuertos fantasma para que paseen los abuelos con sus
nietos, la de la Gürtel y los dispendios, se suma rápidamente y anuncia también
que estudia cobrar el impuesto del tupper”.
Por cierto, que he visto, en algún
medio informativo, traducido el “tupper” de tanto uso actual, para recuperar el
término de toda la vida: la tartera. El observador y firmante citado
anteriormente llega a muy penosas conclusiones, tras su análisis de vacaciones
de los líderes y la paralela preocupación por el coste de los comedores
populares en tiempos de crisis aguda: “La relación entre los españoles y
sus políticos galopa sin control hacia el precipicio de un desencuentro cuyas
consecuencias pueden ser irreparables. El
CIS lo refleja periódicamente y mañana mismo volverá a certificar (que los políticos)
son el principal problema del país tras la economía y el paro. Esta misma semana, diputados que
llegaban a Barajas se encontraron con la negativa, entre acusaciones e
insultos, de varios taxistas que rechazaron llevarles al Congreso. Todo un
síntoma de una enfermedad que, a la vuelta del verano, puede convertirse en epidemia”.
En estos mismos días, hay otra preocupación nacional “de segundo grado”,
y que apenas aflora, pero resulta de muy generalizado comentario: el medallero
español en los Juegos Olímpicos de Londres. Gracias a una nadadora de Badalona llamada
Mireia Belmonte, vamos ya… por tres. Ni las 18 de Seúl ni mucho menos las 20 de
Barcelona…Lo malo es compararse con los restantes países del medallero global: Nuestras
tres nos sitúan en el lugar número 36 del conjunto, y “sólo” por detrás de los
Estados Unidos, que reúne 54 (eso era ayer) , de China, que tiene 53, de Gran
Bretaña, con 29, de Rusia, con 28, Japón con 24, de Corea del Sur, con 17, de Alemania,
Francia, y Australia, también con más de veinte, de las 13 de Italia… Y en el lugar 36, tras Holanda, Kazajistán,. Corea del Norte, Nueva Zelanda,
Cuba, Ucrania…, aparecen España y sus tres medallas olímpicas. Claro que llegará
alguna más. Que no cunda el pánico…Leo en La Vanguardia, a propósito de tan magro
resultado (todavía provisional; apenas un
avance…) que los ingleses se han mostrado preocupados por el medallero
español. Además, creen que la prensa del Reino Unido echa la culpa de la crisis en Europa a nuestro país y a
Grecia. Se refieren los británicos a la crisis financiera, de deuda, de
mercados, de euro, y no a la crisis del medallero español. Pero es bien sabido
lo que suele decirse: que el nivel olímpico de un país suele ser un buen
reflejo de sus posibilidades técnicas, científicas, de capacidad y poder
adquisitivo. No sé incluso si de esperanza en el futuro del país y de sus
sucesivas generaciones…
O sea, que las nuestras estarían, como el veraneo, en muy desgraciada posición,
a poco que se les compare.
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