sábado, 11 de agosto de 2012

LA REPUBLICA INDEPENDIENTE Y SOCIALISTA DE MARINALEDA

Un semana hablando del “asaltante” Gordillo


El parlamentario de IU-CA y alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, denunció el sábado, a través de su cuenta de Twitter que ha recibido una amenaza de muerte tras el asalto a los supermercados y a una finca del Ministerio de Defensa. "Me han dicho 'me he comprado una pistola del calibre 22 para matarte'", asegura en un tuit. Antes de participar en la ofrenda floral y en la lectura de un manifiesto de IU-CA ante el monumento de Blas Infante, en el lugar donde fue fusilado el Padre de la Patria Andaluza, Sánchez Gordillo precisó que la amenaza había sido a través de "una llamada al Ayuntamiento de Marinaleda" y que pensaba poner una denuncia, según cuenta El Mundo. El cabecilla de los asaltos a centros comerciales para 'repartir comida al pueblo' da credibilidad absoluta de la amenaza. "Es que yo ya he sufrido dos atentados de la extrema derecha, uno en los años 80 y otro en el 97, y siempre que hay movida recibo muchas amenazas. Uno no se fía demasiado y, si la derechona que está muy nerviosa, la extrema derecha no digamos", explicó Sánchez Gordillo.

Mientras tanto, los tres miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) detenidos en Jaén por su supuesta implicación en el asalto a un supermercado en Écija (Sevilla) han quedado en libertad tras prestar declaración ante el juzgado de guardia, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJA). Los tres jornaleros han sido imputados por robo con violencia y deberán comparecer los días 1 y 15 en sede judicial. Entre tanto, quedan a disposición del juzgado que instruye la causa. Cabe recordar que, tras el asalto a dos supermercados en Écija (Sevilla) y Arcos de la Frontera (Cádiz) fueron detenidos siete miembros del SAT en Jaén, Hornachuelos (Córdoba), Fuentes de Andalucía (Sevilla), Cuevas de San Marcos (Málaga) y en el desalojo de la finca de Las Turquillas, que había sido ocupada por el SAT. Además, la Policía Nacional entregó un oficio en el Ayuntamiento de Marinaleda (Sevilla) en el que insta a su alcalde y diputado autonómico por IU, Juan Manuel Sánchez Gordillo, a que se presente a declarar ante un juzgado de Écija por su implicación en el asalto a un supermercado de la localidad sevillana. Sánchez Gordillo ha señalado que su formación ha protagonizado estas acciones "simbólicas" como medio para denunciar que la pobreza tiene rostro y exigir medidas para los sectores más desfavorecidos, y ha pedido al ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, que "se vaya a su casa", porque considera que "es un inútil que no se sabe las leyes", ya que, según explica, ha emitido una citación "que no es legal" para declarar ante el juzgado de Écija que "no es competente", en relación con los asaltos a supermercados registrados esta semana, organizados por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), al que él pertenece. Sánchez Gordillo expresó su "sorpresa" al conocer que se había entregado en el registro del Ayuntamiento de Marinaleda una citación, "pero que no procede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), sino que es una citación de la Dirección General del Ministerio de Interior y de la Jefatura de la Policía Nacional". Godillo lamenta que ni el ministro ni la Policía se saben las leyes, “pues me citan a comparecer ante el juzgado de Écija, cuando éste no es competente en este caso, algo que reconoce la propia juez". Sánchez Gordillo ha explicado que, por su condición de aforado, al ser diputado autonómico, debe ser el Tribunal Superior de justicia de Andalucía (TSJA) el que le envíe la citación "y el TSJA no ha cursado ninguna orden para que tenga que ir declarar". Por ello, considera que no tiene que ir a declarar y que tendrá que esperar a que le cite el TSJA, "y por ahora no hay tal citación". "No puedo ir a un sitio donde no tengo que ir y además el tribunal competente no me ha citado", dice. Sánchez Gordillo, según el relato de La Vanguardia, pide al ministro de Interior que "se aprenda la ley y aprenda a respetar el Estatuto de Autonomía, que está siendo vulnerado, pues a mí me tiene que convocar el TSJA, pero eso se lo ha pasado la Policía por el forro de las narices, por no decir otra cosa". Además, lamenta la "poca vergüenza del ministro, que debería irse a su casa por inútil", toda vez que considera que la citación formulada "no es legal y no responde a una legalidad, y se han saltado la legalidad establecida". Lamenta que el ministerio "vuelve a convertirse en fiscal y juez y se salta la ley a la torera, cuando no es ni fiscal ni juez, lo que es muy torpe y le pido que se vaya". Preguntado por la petición de reprobación anunciada por el PP-A, Sánchez Gordillo asegura que le da "la risa", ya que "parece que no tiene nadie a quien reprobar, cuando podrían hacerlo con Rato o con los directores de bancos que han engañado a tantas personas mayores con las preferentes". "Un diputado no debe estar solo en el Parlamento sino con la gente en la calle, y soy más digno parlamentario estando con los problemas concretos de la gente que estando en la playa diciendo que van a reprobar a Sánchez Gordillo", y pide que "se repruebe a Mariano Rajoy, que ha defendido la soberanía de este país" y lamenta que "aquéllos que son tan patriotas estén trabajando como mamporreros para los bancos alemanes". Considera que "la función de un diputado es luchar por la gente que no come todos los días y por familias que están por debajo del umbral de la pobreza".

A Sánchez Gordillo dedicaba este sábado el diario en Internet Público un amplio reportaje tras su “expropiación forzosa” de alimentos en varios supermercados para entregárselos a los más necesitados. Público dice de él que, sin duda, es un dirigente singular dentro de la clase política española.”Heterodoxo entre los heterodoxos, sus últimas acciones han recibido críticas incluso desde sus propias filas en Izquierda Unida, donde su organización, el Colectivo Unidad de los Trabajadores- Bloque Andaluz de Izquierdas, está integrado desde 1986. Junto a su eterno compañero de lucha jornalera, Diego Cañamero, Gordillo ha sido un histórico dirigente del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), columna vertebral del actual SAT. Además, desde 1979 es alcalde de Marinaleda, pequeña localidad sevillana donde. durante los últimos 40 años, la izquierda ha tenido una hegemonía absoluta. El apoyo y compromiso de los vecinos del pueblo ha permitido poner en marcha un verdadero experimento político y económico, una suerte de isla socialista en mitad del campo andaluz. Enemiga eterna de los terratenientes y de la derecha, dice Público, “la Marinaleda roja ha caminado por la historia de España desde la Transición, pasando por la entrada en Europa y el fin del referente del comunismo con la caída de la Unión Soviética, hasta el siglo XXI. Finalmente, llegó la crisis económica y esta población andaluza ha tenido la oportunidad de probar si su particular utopía en 25 kilómetros cuadrados es realmente una alternativa frente a los mercados. Su tasa de paro actual es del 0%. Una buena parte de los habitantes están empleados en la Cooperativa Humar - Marinaleda S.C.A, creada por los propios jornaleros tras años de lucha. Durante mucho, los campesinos estuvieron ocupando las tierras de Humoso, donde hoy está la cooperativa, y cada vez que lo hacían eran desalojados por la Guardia Civil. Finalmente, en 1992 consiguieron su objetivo: "la tierra para el que la trabaja", y la finca pasó a su propiedad. En su web aclaran que su "objetivo no es el beneficio privado, sino la creación de empleo mediante la venta de productos hortícolas saludables y de calidad". Todos los sueldos en la cooperativa son iguales, unos 1200 euros al mes. En sus campos se producen habas, alcachofas, pimientos del piquillo, pimientos morrones y aceite de oliva virgen extra, controlados por los mismos trabajadores en todas las fases de producción. Las tierras, situadas en la Vega del Genil, son propiedad de "toda la comunidad", y además cuentan con una fábrica de conservas, una almazara, invernaderos, instalaciones de ganadería y una tienda. El salario de todos los trabajadores, sin importar cuál sea su puesto, es de 47 euros por jornada, seis días por semana, a razón de 1.128 euros al mes por 35 horas semanales. En las temporadas altas, en la cooperativa llegan a trabajar alrededor de 400 personas y como mínimo hay unas cien. Pero cada puesto de trabajo no es propiedad de un vecino en concreto, sino que se van rotando para que todos puedan cobrar algo, siguiendo la máxima de "trabajar menos para trabajar todos". Además, también hay gente que trabaja en pequeñas parcelas de su propiedad. El resto de la economía la ocupan sectores básicos del medio rural, como tiendas, servicios básicos y deportes. Prácticamente todos en el pueblo cobran lo mismo que un jornalero, alrededor de 1.200 euros al mes. El propio Gordillo explicaba recientemente a Público cómo está afectando la crisis a Marinaleda. "Se nota un poco en los precios de los productos agrícolas y en la financiación. Tenemos problemas de liquidez, pero estamos vendiendo bien los productos". De esta forma, "en términos generales, en la agricultura y en la alimentación se ha notado menos en la crisis. Lo que ocurre es que la gente que se había ido del campo para trabajar en la construcción está volviendo en demanda del empleo. Así que no sólo hay que mantener el empleo que existe, sino que hay que incrementarlo. La agricultura ecológica da más empleo que la tradicional, eso es cierto. Claro que para salvarla de la situación de la crisis y del encarecimiento de los productos agrarios, estamos intentado un comercio horizontal, con un diálogo de cooperativa a cooperativa y estableciendo relaciones con otros países donde haya experiencias de este tipo". Siempre según el mismo reportaje, en materia de vivienda, los vecinos ayudan en la construcción de los bloques y luego pagan 15 euros al mes por una casa. Frente al ‘boom inmobiliario' y la especulación que se apoderó del ladrillo español durante las últimas décadas, Marinaleda decidió ir, precisamente, en dirección contraria. Allí es posible tener una casa en buenas condiciones, de 90 metros cuadrados y con terraza, por 15 euros al mes. La única condición es que, siguiendo la filosofía asamblearia y horizontal por la que guía todas sus actividades, cada persona debe ayudar a la construcción de su vivienda. Con un suelo que ha conseguido alternando compra y expropiación, el Ayuntamiento ofrece un terreno y proporciona los materiales necesarios para la construcción de la vivienda, que realizan los propios inquilinos o bien éstos pagan a alguien que les reemplace. De esta forma, paga a albañiles profesionales para que asesoren a los vecinos y lleven a cabo las labores más complicadas. Además, como medida para fomentar la colaboración, los futuros vecinos no saben cuál de las viviendas que se edifican va a ser la suya en el futuro. En materia de Educación, explican los vecinos, tenemos todas las necesidades cubiertas, y la gente se acomoda un poco. Donde antes una gran parte de los jornaleros apenas sabían escribir, hoy hay una guardería, una escuela y un instituto que tiene hasta cuarto de la ESO. Tanto la guardería como el colegio cuentan con un servicio de comedor que cuesta sólo 15 euros al mes. Sin embargo, "la tasa de fracaso escolar es un poco alta, porque la gente ve que tiene casa y trabajo asegurados y muchos no ven la necesidad de esforzarse en los estudios. Es uno de los puntos que tenemos que mejorar", cuenta uno de los vecinos. El compromiso y la conciencia política entre los habitantes de Marinaleda es superior a la cualquier otro pueblo de la zona, y "es algo que también está muy presente entre los jóvenes", según su testimonio. "Aquí todos los jóvenes tienen ideas políticas. Sin embargo, nuestro compromiso queda muy lejos que el que tuvieron nuestros padres en su época, que lo dieron todo por tener esto". A día de hoy "tenemos todas las necesidades cubiertas y la gente se acomoda un poco". En fin, los pilares fundamentales sobre los que se sustenta el modelo económico de Marinaleda son la igualdad y la participación del pueblo. Y estos principios se expanden a todos los ámbitos de la vida, también la política. Allí no existe la Policía y las decisiones políticas se toman en una asamblea en la que todos los vecinos están llamados a participar. "La asamblea decide y el partido y el sindicato hacen suya esa decisión y la aplican en el Ayuntamiento". Por otra parte, "está el ‘grupo de acción', que trata los temas urgentes más del día a día. Son las personas que quieren unirse voluntariamente para repartirse tareas que son necesarias hacer por el pueblo", explica un vecino. "Es un espacio muy heterogéneo, en el que estoy desde yo, que tengo 21 años, hasta el Sánchez Gordillo. Somos más o menos el mismo número de hombres y mujeres". En cuanto a los impuestos, "son muy bajos, los más bajos de toda la comarca". Los presupuestos se eligen en plenos públicos y la gente en asamblea va aprobando cada partida que se realiza. Luego, se va haciendo barrio por barrio, pues cada uno cuenta con su propia asamblea de vecinos, y es ésta la que se decide en qué se invierte cada euro proveniente de la partida que ha destinado el ayuntamiento”.

O sea, la República Independiente del “atracador” Sánchez Gordillo…

Por la transcripción,

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