domingo, 20 de abril de 2014

El ministro Gallardón, al congelador No él, brillante ministro, sino su obra. En este caso, el futurible nuevo Código Procesal Penal, o reforma de la ley de Enjuiciamiento criminal de 1882, de la que ya se nos anuncia que no verá la ley en la presente legislatura. Gallardón, ambicioso reformador de leyes y códigos, una vez más choca con los de su Gremio: Tribunales de máxima instancia, juristas, fiscales, y hasta el mismísimo gobierno del que forma parte. Definitivamente, deberá esperar a la legislatura siguiente, para ver si tiene más suerte que en la presente, en la que el toro de don Alberto será devuelto a los corrales hasta una mayor y mejor maduración. Como la del propio y muy ambicioso ministro. En otros tiempos, el PP atribuía a Zapatero la constante improvisación. Pues, anda que… ¿Y qué pasa con la pretendida reforma del aborto, que también ha venido patrocinando el mencionado Gallardón, y que divide en dos a los legisladores y políticos? Qué afán por “modernizar” y rectificar lo existente, para volver a posiciones de antes… Casi sin aviso previo, nos dejó Gabo. Era sabido que andaba con dificultades de salud crecientes, y que cualquier día se detendría la magistral maquinaria del colombiano que se inventó Macondo, entre otros escenarios portentosos. Gabo es de los pocos sabios que en el mundo han sido que ha visto cómo sus libros eran estudiados por varias generaciones sucesivas de alumnos de medio mundo, por lo menos, y leídos con entusiasmo por la otra mitad, en lengua original o traducidos a todas las lenguas. Ahora se le tribuyan homenajes póstumos por doquier, en sus patrias real o adoptivas, y por los muchísimos millones de ciudadanos que alguna vez se acercaron al insigne creador de mundos nuevos. A un mes de las elecciones europeas, en España y en los restantes países de la Unión empiezan a florecer las encuestas electorales. Las españolas, como la de El Mundo conocida ayer, aseguran que el PP mantiene una ventaja de unos pocos puntos al PSOE. En los sondeos encargados por el propio parlamento europeo también se concede una mínima ventaja, de apenas cuatro votos, a los populares democristianos frente a los socialdemócratas: 28,3 frente al 27,8, pese a un descenso considerable, de 61 diputados, de los democristianos. Son solamente encuestas, pero revelan a las claras que el bipartidismo no está en crisis, por mucho que lo proclamen los aspirantes a suceder a los mayoritarios. Y que es mucho lo que pueden determinar las correspondientes campañas en cada país y ante cualquiera de los candidatos. Por cierto, que aún seguimos sin saber las razones de la tardanza de Rajoy en anunciar a Cañete, cuando todo el mundo lo daba por hecho desde hacía varias semanas. ¿Para mantener las expectación, para pensárselo mejor, por si acaso? Cañete y el PP se creen victoriosos “de antemano”, pero no está todo dicho, todavía… Ahora se nos revela que hay una serie de tranvías, como los de Jaén, Parla y Vélez, que el tribunal de Cuentas ha determinado que son ruinosos. Pero, y los otros tranvías ligeros, como el de Pozuelo, ¿cómo van? Porque nunca nadie se ha referido, ni para bien ni para mal, a aquellos viejos planes con los que Esperanza Aguirre se propuso salvar el tráfico entre los pueblos de la Comunidad de Madrid. No habrán sido tan catastróficos, financieramente hablando, como la Ciudad de la Justicia de doña Espe? No vendría, de vez en cuando, algún resultado de aquellas aventuras que pagamos todos… JOSÉ CAVERO

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