Rajoy, firme, exige Es noticia, y relevante, que finalmente, el jefe del Gobierno haga y lance a Artur Mas las exigencias mínimas para negociar: Primero retira usted su plan-amenaza de secesión, en segundo lugar hace explícito su plan alternativo, y a partir de ahí, comenzaremos a negociar. Y punto. Eso es lo que permiten las leyes vigentes, y ninguna otra cosa nos admiten ni toleran ni a usted ni a mí… Ahora, dirá Artur Mas que bueno, que sí, que retira provisionalmente esa propuesta de independencia, pero que si viera que sus aspiraciones caen en saco roto y no avanzan por caminos alternativos, volverá a sus pretensiones iniciales, y lo hará con más fuerza y sin frenarse en fechas alternativas. Hará una declaración unilateral de independencia, y se acabó el juego. O empezará otra clase de juego de mayor envergadura, más severo y radical. Junqueras tiene que estar que se sube por las paredes, y Mas debería estar pensando alternativas a lo que don Mariano replantea, después de grandes esperas y tras llamarle ambiguo e indeciso un millón de veces. Mientras tanto, Artur Mas y los suyos, lanzan una ofensiva internacional para defender su desafío. Eso entra dentro de los planes de no detenerse ni frenar de don Arturo. Poco se sabe de los costes que tienen esas aventuras “extramatrimoniales” de Mas, pero no hay duda de que ayudarán poco a los recortes de gastos “suntuarios” y perfectamente prescindibles de una Generalitat que ya cuesta muchísimo más de lo que todos previeron. Las cuentas de Mas y Culell sobre el déficit público siguen salidas de madre, y alguna vez Rodrigo Rato debería plantarse para decirles que hasta saquí hemos llegado, y que no habrá un céntimo más de lo presupuestado y comprometido. Pero para eso falta otro ataque de razón, de firmeza y de valentía desde el Gobierno central, para que no todo siga igual pero con costes añadidos y sin final… La señora Alaya, juez de los de Sevilla, lleva tocando palillos donde no debe desde hace semanas y meses. Sus superiores en la administración de Justicia ya le han puesto varias banderillas de aviso, y sobre todo, pende de sus gestiones que acaben de una vez. Sin duda es muy goloso y tentador su oficio, y tener a sus pies, rendidos y humillados, a casi doscientos imputados por un caso de corrupción a todas luces impresentable. Se le recuerdan a la ilustrísima jueza que el tribuna provincial ya le ha dado varios varapalos durante los tres años de investigación. Pero la juez no se arruga, es evidente y es digno de elogio que no lo haga ni retroceda ante otros poderes. Pero la juez debería recordar que sólo está ahí para completar el sumario, lo antes y lo mejor que sepa y pueda. Y en función de cómo lo hará pasará o no pasará a la historia de los sumarios bien o mal hechos. Lo puede pifiar en cualquier momento, por ese ansia de protagonismo que parece perderla de vez en cuando. La formación de los parados es la otra grandísima cantera de irregularidades y robos más o menos programados que se viene registrado en nuestro país, y que merecen las atenciones de los jueces y de la opinión pública. Desde el Forcen, de hace ya más de un par de décadas, esos cursos han estado siempre marcados por el escándalo y las sospechas de que había algo turbio, algo inconfesable, algún abuso sistemático y robos por doquier. Y así ha venido demostrándose. Las centrales sindicatos y los gobiernos regionales se han visto, muy a menudo, de la mano en estos desfalcos sistemáticos. Y ya iba siendo hora de que alguien tirara de la manta y pudiera fin a tanto abuso, así en Madrid como en Andalucía… JOSÉ CAVERO