jueves, 15 de mayo de 2014

El juez constata la financiación ilegal Por lo menos en dos ocasiones, que yo recuerde, el presidente Rajoy echó en cara al PSOE que fuera el único partido que había sido condenado por financiación irregular –Caso Filesa. Algunos otros partidos, como CiU han estado acusado del mismo pecado. Y en los últimos tiempos, el propio PP, por virtud-vicio de Gurtel-Bárcenas, han visto en sus propias carnes semejante delito. Probable delito, claro, por cuanto aún no tiene juici9o ni sentencia. Es cierto que en una ocasión anterior, cuando Naseiro ocupó la condición en la administración que luego ejerció Bárcenas, se estuvo a punto de una condena de esa especie, pero las habilidades jurídicas del PP, de las que dieron demostración en los comienzos del caso Gurtel, nuevamente, invalidaron las escuchas de los presuntos delincuentes e invalidaron el proceso mismo. Ahora, si nada tuerce el destino proyectado por causa de Gurtel-Bárcenas, el PP parece bastante encaminado a a ser sentenciado por financiación irregular del partido. El juez Pablo Ruz, en un auto que se ha divulgado en las últimas horas, constata esa financiación ilegal, así como lo sobresueldos percibidos por altos cargos del partido gobernante. Ya se sabe qué significa financiación irregular de un partido: Que no ha jugado con las cartas de la ley a la hora de enfrentarse a unas elecciones, porque ha dispuesto a más posibilidades que las otras fuerzas, y verosímilmente, ha abusado de esa condición para acometer más gastos y menos controlados que la competencia. En cuando a los sobresueldos percibidos, por altos mandos del PP, resulta bastante evidente que el partido ha dispuesto de dinero abundante para pagar a sus más fieles funcionarios, posiblemente sin dar cuenta debidamente a la Hacienda Pública de esos ingresos extraordinarios. Por lo demás, parece que la tarea del juez Ruz es del todo irreprochable: No se ha escuchado una sola voz crítica, ni siquiera entre los presuntos inculpados… Fernández suele hilar escasamente fino en los asuntos que aborda. Por ejemplo, el asesinato de una militante del PP de León por otras dos militantes del PP de la misma provincia. Todo permite concluir que hubo ene. crimen un afán evidente por asesinar a una rival que impedía la realización personal de su adversaria. Es cierto que desde las redes sociales se ha recordado la trayectoria de la asesinada, y se extrajeron conclusiones probablemente no gratas para cierta clase política. La señora Carrasco se había significado por la acumulación de cargos y por el ejercicio despótico de los muchos poderes cumulados. Y nadie, en el partido, parece que opuso a que siguiera por esa senda del abuso manifiesto en tiempos de precariedad. ¿Qué hay de malo en condenar conductas inapropiadas, y reclamar que se eviten casos como el de esa prepotente mujer? Pues el señor Fernández ha llegado a comparar el caso con el terrorismo yihadista y se propone actuar contra quienes han afeado las conductas de asesinas y asesinada. Claro que tienen distintos grados de culpa. Como también la tiene el partido que facilitó esa clase de situaciones anómalas y abusivas… La juez Alaya insiste en sus pesquisas y en sus averiguaciones y culpabilizaciones. Ahora el apunto es el banquero Braulio Medel, presidente de Unicaja, y perpetuo funcionario de entidades bancarias. Alaya ha visto en su conducta una clara responsabilidad la hora de pagar el fondo de los falsos expedientes de regulación de empleo. ¿Habrá quien se salve de la vestal sevillana investida de juez? JOSÉ CAVERO

No hay comentarios: