Valenciano venció a Cañete Hubo, finalmente, gran debate Cañete-Valenciano, y oh sorpresa, la mayor parte de los analistas han dado como vencedora ala señora Valenciano, candidata del PSOE, frente al señor Cañete, sobrado candidato del PP. Cañete y quienes han aparecido como probables máximos valedores y padrinos. Rajoy y Arriola, tienen que estar debatiendo qué hizo mal su hombre, que no tuvo en cuenta los avisos que había dado la adversaria: No hay una sola mención a la mujer, basta ya de herencia recibida, sobre todo cuando la herencia recibida es justamente la contraria a la que dicen –el déficit no fue una ocultación socialista, sino una ocultación de las CCAA del PP, menos chulería por la salvación bancaria, que se produjo sobre todo, por el desmadre del banco del PP, Caja Madrid y por las rivalidades y aspiraciones de Aguirre-González-Blesa y Rajoy por la incompetencia de cada uno de ellos. ¿No habrá sido la demostración clara de que ya estuvo bien de la herencia recibida, y que la tal herencia podría ser un dato que pague quien lo emplée? Si el debate televisivo se convierte en datos de la jornada electoral, el PP habrá sufrido un primer y grave varapalo, del que no son ajenos el candidato y quien lo designó. Y a la hora de dar clases de presencia ante las cámaras, adviertan a don Cañete que es feísimo el ensalivamiento blanco y untuoso que va acumulando en un borde de la boca y que traslada al otro borde a medida que habla y habla. Y también convendría que le advirtieran que conviene que lleve aprendida la lección y no se limite a leer las chuletas que le han preparado sobre las materias más abstrusas de descalificación del adversario y para beneficio de los propios. Se supone que Cañete lo sabía todo, tenía todos los merecimientos en materia europea. Y pinchó una y otra vez ante la amabilidad de la contrincante, cuya sonrisa chocaba con el encorsetamiento del doctor que todo lo come, que ha hecho notables estropicios en las costas españolas, y que se permite crear la mayor confusión sobre las fechas de caducidad de los productos. Hay otros debates, con participación de “los otros candidatos”, todos expectantes ante la posibilidad de que el bipartidismo sea cada vez menor. Pero nada indica que vaya a ser de ese modo, y la aparición en escena de esos aspirantes “de segunda” ha dicho bien poco a su favor. ¿Sobresale alguno? Parece improbable que recordemos un solo nombre de ese conjunto multicolor, que a buen seguro, tendrán una mala tarde el domingo del recuento… Cuentan desde León que donde pereció la señora Carrasco apareció hoy un letrero que venía a decir “aquí fue asesinado un bicho”, o algo parecido. No es improbable que el episodio Carrasco, que es el episodio de una destacadísima militante del PP asesinada por otras dos relevantes militantes del mismo partido, también “cotice” en la campaña electoral. Y las sandeces que algún ministro, en particular el Fernández, ha dicho sobre el particular, no es improbable que, a su vez, cuenten. La población ha sido mucho más congruente que alguno de sus políticos, que debieran haber tomado buena nota sobre hasta dónde ha llegado el hastío, la desatención y el abandono de los gobernados por los bien pagados gobernantes. Después de todo, en León se acabaron los días del drama y del duelo, y a la Carrasco reinante le han sustituido ya otros militantes de segunda o de tercera, sin relevancia política ni de biografía acumulativa, como doña Isabel. Descanse en paz. Y que la Justicia termine de ofrecernos todos los datos del muy preparado crimen perpetrado a orillas del Bernesga… JOSÉ CAVERO