La gran chapuza del Ebola Este país avanza, o no avanza, mediante, a través o pese a los grandes problemas a los que periódica y sucesivamente se enfrenta: dimite el secretario general del PSOE y lo sucede un nuevo líder con nuevas ideas y ganas renovadas. Artur Mas convoca “su consulta nacional!” contrariando la voluntad del Gobierno y la de “su” Tribunal Constitucional. En medio de este fragor jurídico político, dimite el ministro de Justicia, Ruiz Gallardón, porque no obtiene el apoyo del gobierno para “su” particular ley del aborto. Jordi Pujol riñe a quienes le hicieron preguntas sobre su insólita revelación de que, durante 34 años, ha mantenido cuentas bancarias ocultas, en paraísos fiscales. Sigue la escalada de declaraciones “de calentamiento” de Artur Mas y Oriol Junqueras. Graves dificultades para el candidato Arias Cañete para conseguir el cargo comunitario de comisario, dadas las resistencias de buena parte de los eurodiputados con su propia biografía personal y sus declaraciones públicas. Estalla el caso de las tarjetas en negro u ocupadas de Caja Madrid, mediante las cuales, más de ochenta altos cargos percibieron fondos no declarados, sin límite o con los límites que impuso Blesa, máximo responsable del invento. Comienza la dimisión y el bochorno de los propietarios de esas tarjetas benéficas. Estalla el caso de la auxiliar de enfermería afectada por el virus del Ebola, tras haber colaborado en la asistencia sanitaria de los dos misioneros españoles repatriados desde Africa por su grave, y mortífera, enfermedad…. Casi podríamos decir que no hay semana sin un gran notición, y que el último anula buena parte de la atención que se estaba prestando al anterior. No ha terminado de debatirse el caso de las cajas de Blesa-Caja Madrid y ya tenemos sobre la mesa la conveniencia, o no, de que dimita la ministra de Sanidad, Ana Mato por las chapuzas descubiertas en el combate del Ebola en España… Este es, ahora mismo, el gran asunto que prácticamente, tiene anulados a todos los demás anteriores, pese a que ninguno se halla solucionado con su totalidad. El Ebola ocupa los grandes titulares de los diarios y los primeros espacios de los informativos radiotelevisivos. Y hay ya unas cuentas conclusiones claras. Prime ra y principal,. Sigue debatiéndose la oportunidad de haber acogido con tan frivolidad e improvisación a los dos misioneros hispano-africanos, que vinieron a morir a España, y posiblemente, han podido traer riesgos de muerte con ellos. Por más que nos duela, este país no estaba preparado para atender a esos enfermos, y la dolencia de la auxiliar contagiada lo pone de manifiesto: Algo falló en la prevención para que la enfermedad no alcanzara a quienes trataron al enfermo: los trajes no eran los adecuados, la formación del personal no fue suficiente, el hospital hubo de `prepararse con urgencia porque llegaba el enfermo y no se sabía dónde atenderlo, los distintos gobiernos de la asignatura Sanidad fueron permanentemente opacos sobre la enfermad y los enfermos… En fin, una sarta interminable de chapuzas, -las ya reveladas y las que cabe sospechar que se revelarán en los próximos días-, y que explican la sensación de inseguridad y hasta de pánico incipiente que puede estar llegando a una sociedad que ve mal gestionadas las finanzas, la política, los negocios públicos y privados, la sanidad… No es ajena a esta sucesión de improvisaciones el president Mas y su cohorte catalana independentista, que se ve abocada a secundar lo que dictan el Gobierno y el tribunal Constitucional acerca de sus deseos de consultar a la población catalana sobre sus deseos de independizarse de España. También en esta materia hay una clara falta de sintonía entre las fuerzas políticas españolistas: Mientras unas, sobre todo el PP, pretenden que Cataluña se ciña estrictamente a lo que determinan las normas vigentes, consienta y calle, otras, como el PSOE, aspiran a que se proceda a revisar y reformar la Constitución para darle más cómoda cabida a los catalanes en la familia española. Rajoy hizo la semana pasada una aún tibia y poco contrastada declaración sobre los propósitos de reforma constitucional. Pero prefiere ganar “por goleada, y por retirada del contrario, antes que por cesión a te sus argumentos… JOSÉ CAVERO