Los Pujol, en desgracia Desde que, hace un trimestre, Jordi Pujol confesara sus probables delitos fiscales, no hay día que la familia Pujol, alguno de sus hijos, esté en titulares de periódico. El propio don Jordi está, también, en entredicho, y parecería objeto de alguna maldición…Este jueves, los diarios nos hablan de Oleguer, uno de esos vástagos de don Jordi que han dedicado a los negocios sus muchas habilidades, con resultados, según parece, brillantes. Pues bien, Oleguer ha sido detenido por la policía, y le han sido incautados al personaje muchísimos documentos que ayudarán a la policía a hacerse un plano cabal, confían, so re los negocios familiares y sus trucos y trampas… La otra gran información del día se refiere a los nuevos datos sobre la evolución de las cifras del paro o del empleo, en el trimestre. Finalmente, la economía española baja sus cifras del paro del 24 por 100, por vez primera en varios años. Se produce la fecha después del verano, y sólo horas después de que, mientras el ministro Montoro echaba las campanas al fuego, el líder de la oposición, Pedro Sánchez, negaba que existieran razones para ese optimismo gubernamental, que ya sitúa en este mismo año y el siguiente dos años de clarísima recuperación del empleo. ¿Será verdad, que finalmente se afronta el problema del paro y empiezan a producirse datos felices en materia tan agónica? ¿Será verdad que ya no es todo campaña electoral de cara a las elecciones de 2015, como han sospechado desde la Oposición mes tras mes, en el último año? El confidencial Periodista Digital reproduce las declaraciones efectuadas por el sociólogo Amando de Miguel al diario El Mundo y a Susana Griso, sobre su mala situación presente. Según estas revelaciones, Amando, durante muchas décadas asiduo a muchas tertulias y columnista habitual en distintos medios informativos, pasa por momentos sumamente difíciles, por –viene a explicarnos él mismo- haber vivido por encuita de sus posibilidades. Todos sus males actuales se originan en la construcción de un chalé, en la sierra madrileña, por un coste de unos dos millones de euros, que lo ha conducido a su situación ruinosa: No le alcanzan a pagar gastos ni su jubilación en la Universidad, con una pensión de dos mil euros, ni los derechos de autor de 150 libros publicados, ni ningún otro ingreso de los que obtiene, y en cambio, sus obligaciones de pago le arrastran dolorosamente a una ruina cada vez mayor. Hasta el punto de que ofrece, hasta la fecha en vano, la venta de su formidable biblioteca para salir del mal trance… El reportaje presenta a Amando en tan serias dificultades que hasta parece que pagar la comida le resulta sumamente difícil de conseguir. Y mientras tanto, por ahí ha andado, a todo tren y en vehículos de alta gama, un individuo con cara de niño, y sin más méritos que el descaro y la jeta, que aparecía en toda suerte de eventos y parecía disponer de padrinos poderosísimos. Me refiero al que ya viene llamándose El Pequeño Nicolás, cuya vida y milagros se ha relatado con detalle en muchos medios, estos días, para pasmo de lectores y escuchantes. Es el contraste que ofrece la sociedad española de nuestro tiempo: un emérito doctor en sociología frente a un chaval desvergonzado y atrevido, todos peleándose por los titulares escandalosos de los Pujol, las tarjetas negras de Caja Madrid, los Bárcenas, Acebes y tantos otros aprovechados de una coyuntura favorable, que ahora les pasa factura…. JOSÉ CAVERO