Teresa sin Ebola Ahora, a la auxiliar de enfermería Teresa Romero le quedan unos cuantos días de observación y recuperación. Durante un par de semanas ha estado tocando las puertas del más allá, y final y felizmente se ha quedado entre nosotros. Pero ya no tiene los maléficos virus que se han llevado por delante a unos cuantos miles de africanos, incluidos os dos misioneros que llegaron a morir en su tierra española y al Carlos III. Teresa deberá irse informando de su propia trayectoria, y de paso, tendrá noticias de las tarjetas de Blesa, Rato, y otros envidiables personajes. Teresa bien merecería una tarjeta, si se dieran en nuestros días. Pero, como el resto de los mortales “vulgares” será sólo espectadora del fraude, y quedará pasmada con las “hazañas” de los personajes de este anti-drama, que sumaban a sus buenos sueldos de cada mes y año, las cantidades que el faraón Blesa se dignaba añadir a sus cuentas. ¿Y dice usted que Blesa aún sigue en la calle, y que no hay cárcel para él? ¿Y dice usted que han expulsado de la carrera judicial al juez Elpidio Silva porque tuvo los santos cojones de llevarlo un día a la cárcel de Soto del Real, con un tal Bárcenas y otros de su calaña? Pues yo tampoco entiendo nada de estas historias de buenos y malos, de pillos y golfos. Y Teresa se va a quedar a cuadros, y preferirá seguir curando a enfermos terminales o casi. Lo cierto es que la coincidencia en el tiempo de los safaris de Blesa y Rato con las andanzas de Teresa por los pasillos del Hospital de Alcorcón y la habitación del Carlos III, nada tienen que ver ni tienen parecido alguno con las suites de esos grandísimos golfos, y otros cuantos más, que se han dilapidado el tesoro público en beneficio propio y exclusivo. ¿Y no encuentra Blesa 16 millones con los que contrarrestar el saqueo de Caja Madrid? Antes se hubiera dicho, “pues, a galeras”. A remar, y no en un yate con maderas nobles, sino en dirección a la Isla del Diablo y otros tugurios infernales que siempre hubo. Porque 16 millones para Blesa han sido una minucia, una propina, una broma, al lado de sus sueldos de cada año durante más de una década, desde que el señorito Aznar lo destinara a Caja Madrid, como muy amado miembro de la banda del pupitre y de las oposiciones a agente tributario… Artur Mas perecerá víctima de sus propias contradicciones y de sus deseos de sobrevivir a cualquier precio. Ya que el Estado no le permite un referéndum, Mas recurre a otras fórmulas que sus propios socios, Esquerra, Omnium Cultural, la Asamblea nacional catalana, discuten y rechazan. Si no hay referendum, habrá elecciones y pocas cosas más quedan por hacer…, salvo en el proyecto de Mas, decidido a seguir mareando la perdiz y aburriendo al personal con sus excentricidades. Señor Mas, quítese usted de en medio, y deje que circulen otras iniciativas menos contradictorias y confusas, como el plebiscito con urnas pero sin autorización, o unas elecciones sin opciones políticas, para ir todos juntos contra el Estado español… La iniciativa de Jordi Ebole de trasladar a Andalucía al líder de Esquerra, Oriol Junqueras, para dialogar en su programa con unos pocos andaluces resultó una comedieta irrelevante y poco creíble. ¿Junqueras quiere ahora hacerse popular y hasta apreciado por los no catalanistas? Jordi, elige asuntos menos escabrosos, por favor… El encuentro de Mas con Felipe González tenía mucha m,ás trascendencia, pero fue pospuesto hasta el amanecer… Podemos ya empieza a tener programa electoral, lo que no deja de ser un avance sustancial en la organización de la nueva fuerza política. Es verdad que puede irse pareciendo a otras fuerzas políticas., cosa que repugna a muchos de sus dirigentes, pero no tendrá más remedio que luchar contra la casta con sus mismas armas: Las armas de los votos populares organizados. A medida que se aproxime a la realidad, Podemos, Pablo Iglesias y sus socios, serán menos populistas, menos utópicos y más accesibles al pueblo soberano. JOSÉ CAVERO