viernes, 14 de noviembre de 2014

Hay otras materias Aunque parezca mentira… Pueden suceder más cosas que las relacionadas o relacionables con casos de corrupción. Por ejemplo, podemos estar en vísperas de que se proceda a una reconsideración del gobierno catalán, con Mas al frente pero formado por Convergentes y Socialistas, una vez que la relación de Mas y Jonqueras pasa por momentos delicados, y cuando los de Unió también titubean sobre su apoyo estable a los convergentes. O pudiera producirse lo nunca visto hasta el momento: que gobierno y Oposición se pongan de acuerdo para reconocer al Estado palestino, aunque ya ha dicho el ministro Fernández que mejor sería que los veintiocho de la Unión decidieran hacer ese reconocimiento al unísono, todos a una, y no sólo país por país. Hemos visto en los últimos días la decisión de la ministra de exteriores comunitaria, una italiana, de proceder a dar ese paso, con notable enfado de los dirigentes judíos de Netanyahu. Nos declararían odio eterno… Es decir, que hay algunas cosas fuera de los ámbitos de la corrupción, materia en la que inevitablemente nos hemos ido especializando todos, y que nos ha causado profundo desasosiego nacional. Hasta el punto de pensar que no cabe otra preocupación que las tramas de financiación ilegal, las tramas de robo y saquero `permanente de los ciudadanos, de los ayuntamientos, de todo. Ahora, está de la mayor actualidad el caso de los ERE andaluces, y más concretamente, el de los casos que personalizan Chaves y Griñán, cuya situación ya ha pasado a consideración del Supremo por causa de su aforamiento. Es decir, que finalmente la juez Alaya cede parte de su “botín de guerra”, con la que ha estado entretenida los últimos años. La controversia se suscita por la condición de estos dos expresidente andaluces, y si son o no son implicados, o es lo que primero se tiene que aclarar, para ver si dejan o no su condición de aforados. Carlos Floriano ya ha hecho su propia filosofía sobre el particular: entiende que los socialistas se niegan a actuar del modo que ellos piden a otros partidos, y que se resisten a que sus presuntos implicados dejen el escaño en el momento de ser señalados por el juez. Los socialistas razonan que aún en esta fase, hay una presunción de inocencia que evita que nadie esté juzgado y sentenciado sin haberse sentado con anterioridad en el banquillo. Ese es el punto de la controversia que alivia las muchas presiones que en los últimos tiempos vienen padeciendo los populares, tan repetidamente presentes en casi todos los casos de corrupciones y corruptelas. Hablando de otro de ellos, el caso Monago, está por ver con qué nos sorprende ahora el bombero extremeño, y si se obsesiona en resistir y aguantar, con el paraguas nada benefactor de Mariano Rajoy. Monago, a estas alturas, es evidente que ya es un cadáver político, por el que pocos apuestan, salvo acaso él mismo, que se ha aficionado al mando, el poder, los micrófonos y los fotógrafos. Hay que ver qué poco tiempo se tarda en familiarizarse con esos trucos que suelen acompañar a los políticos y a los famosos, o a las políticos famosillos… Lo cierto es que no debiera sorprendernos que Monago se eche a un lado y deje lugar a otro. Sobre todo, una vez que los comunistas que le han venido dando su apoyo parecen convencidos de que sus gastos de viajes a Canarias lo desaconsejan como compañero de gobierno… Mientras tanto, Monago ha conseguido una leve novedad: que los viajes de los parlamentarios tengan un mínimo control parte de los correspondientes partidos. O sea, que no tendría por qué volver a haber casos Monago. Por más que el presidente de ambas Cámaras, Jesús Posada, haya preferido pasar ese control a los partidos y no quedárselo para sí mismo. Ya no está para esos trotes ni para sumarse problemas nuevos… ¿Y qué me dicen del petróleo? Sigue bajando el barril, pero baja de manera imperceptible su “traducción” a litros de gasolina. Otro escándalo de cada día… JOSÉ CAVERO

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