sábado, 1 de noviembre de 2014

La tabarra de las encuestas Con toda probabilidad, de aquí a las elecciones del año que viene, vamos a estar pendientes, entre muchas cosas, naturalmente –si hemos salido o no de la depresión económica, si hay y cuánto crecimiento, si hay o no crecimiento del empleo, si se mantienen o decrecen los niveles de la corrupción que nos asedia, si Cataluña resuelve sus problemas de comprensión con el resto de Estado…, y también, qué van observando las encuestas de opinión, y más en particular, las encuestas electorales. En estos días se ha hablado de un par de ellas, coincidentes, ya como las anteriores, en poner de relieve el auge imparable de las aspiraciones del grupo Podemos de Pablo Iglesias y el 15-M, así como la paralela caída de las dos grandes firmas tradicionales en el Parlamento español, PSOE y PP, así como de las siguientes dos fuerzas actualmente consagradas por el voto ya emitido; IU y UPyD. Desde luego, todo hace sospechar que vamos a tener un mapa político nuevo y revolucionado. Convulso, incluso, como consecuencia de lo que esas encuestas empiezan a vaticinarnos. Desde luego, los medios informativos estamos haciendo, como antes se decía, “el caldo gordo” a Podemos y sus líderes, muy a menudo en los medios informativos, y frente a los cuales, algunos “viejos” líderes no tienen la reacción mínima de responderles, replicarles o contestar con la misma moneda: la utilización de los medios informativos. Nadie duda de que Pablo Iglesias se ha hecho “un nombre” desde su aparición casi clandestina en algunos medios, como sucedía con las tertulias de Intereconomía TV, en El Gato al Agua, y algunas otras eventuales y ocasionales apariciones en escena. Hoy es plato de primera presencia en La Sexta, en la Cuatro, en Telecinco… Y Pablo Iglesias no ha descartado que, en el caso de que llegara a la presidencia del Gobierno, que hoy por hoy es su meta, pondría en marcha un programa, a ejemplo de Chávez o Maduro, en el que unos pocos periodistas le hicieran a él, presidente de la Nación española, las preguntas que la actualidad reclamara en cada instante. Pues bien, las encuestas nos están conduciendo en esa dirección, de ver si demasiada tardanza a Iglesias a la cabeza del consejo de ministros. ¿Cómo reaccionan Rajoy y Sánchez? Pues, todavía, desde la incredulidad y el desconcierto. Y peor aún, si cabe, Rosa Díez y la dirección pecera, ésta última siempre más “espabilada” . a la hora de reclamar presencia en los medios, sobre todo los públicos. Está también abierto el debate de en qué medida el nuevo director-presidente de RTVE viene a “amarrar” la información del gobierno y a impedir que otras fuerzas tenga parecida presencia en la tele “de todos”. El elegido por el PP ya es persona bien conocida en los platós, tanto de la propia RTVE como de Telemadrid, y ni siquiera él ha ocultado que ha prestado “otros servicios al PP” y a medios conservadores “afines”. Su primera actuación ha sido la de destituir al jefe de informativos, Julio Somoano, afín, como él mismo, al PP y sus enseñanzas… Samoano ha sido sustituido, qué casualidad, por quien era jefe de opinión del diario La Razón, el diario de Marhuenda, casualmente… Pues bien, nadie duda de que los medios forman ya parte del escenario preelectoral que se nos empieza a presentar en el comienzo de los nuevos tiempos. En cuanto a Cataluña, salta a la vista que las posiciones de las semanas anteriores se han endurecido severamente en los últimos días. Rajoy no está dispuesto a perder la batalla de esa consulta o sucedáneo, ni Mas quiere ceder un ápice en la misma. Uno y otro han pasado a emplear un lenguaje mucho más duro y áspero, incluso a hacer uso de los tribunales de Justicia o tribunales políticos. Ambos creen que la otra parte ha pisado el territorio que le es propio, y que eso no es permisible. Es evidente que Rajoy está del lado del Tribunal Constitucional, o que el TC está del lado de Rajoy, pero Mas no se resigna a esa equivalencia y dispone también de expertos jurídicos decididos a dar esa batalla de la teoría política. Es otra gravísima incertidumbre de nuestro tiempo… JOSÉ CAVERO

No hay comentarios: