jueves, 6 de noviembre de 2014

Negociar, después de todo Ha dicho Artur Mas que “cuando haya pasado” el 9 de noviembre, enviará una carta a Mariano Rajoy para instarle a negociar. Desde luego, no será igual, o eso es lo que se imagina y pretende Mas: Que Rajoy esté convencido de que, de uno u otro modo, por la legalidad o contra ella, Cataluña logrará la independencia, y antes, que podrá recurrir a una consulta “según la ley”, que ahora no cabe en la Constitución ni en el Derecho del Estado español. Para Rajoy también será un tiempo distinto. Habrá empleado con Mas recursos que jamás empleó con anterioridad, y los grados de su desconfianza estarán en los límites de lo tolerable, porque Mas ha empleado la tozudez, la astucia, la intolerancia con tal de sacar adelante sus planes, contra viento y marea. Y sobre todo, porque habrá intentado colocar a los catalanes muy decididamente contra el Estado español, y habrá logrado, con toda probabilidad, que se haya incrementado el número de los partidarios de autodeterminarse, convirtiéndose en Estado propio. No habrá servido otra serie de argumentos: que les irá mucho peor, que el comercio con productos catalanes se deteriorará gravísimamente, que la deuda pública de Cataluña se disparará, que quedará fuera de las instancias europeas actuales y de la protección defensiva de la OTAN…, y así sucesivamente. Todo eso habrían logrado las ideas y propósitos de Mas y Junqueras. Y eventualmente, la pérdida del govern catalán por parte de Mas… Cambia la política y cambian los políticos. Alfonso Guerra termina su ciclo de político activo, que se ha prolongado casi medio siglo, en su mayor parte en el Congreso de los Diputados, como diputado veterano y eficiente. Le ha dado tiempo, además, a atender otros cuantos frentes, como la vicesecretaria general del PSOE, o como la vicepresidencia del gobierno de Felipe González, Aquella fructífera relación acabó cuando Guerra presumía y se otorgaba todos los méritos del Gobierno, como sin González apenas existiera. Lo cierto es que la desconfianza entró en esa relación y se quebró en unos cuantos meses. Y por si fuera poco, los abusos de confianza de un hermano de Alfonso Guerra, Juan, debilitaron sus propias fuerzas y su presencia en la vida pública. Se hicieron muy famosos, en su tiempo, los “cafelitos de Juan Guerra”, que el hermanísimo empleaba para sus propias operaciones e ingresos. Desde luego, nada o muy poco que ver con los comisionistas que proliferarían más tarde, los Urdangarín, los Gurtel y los Púnica, auténticos profesionales del sablazo, que ha reclamado atenciones amplísimas en nuestros días como individuos con un solo y decidido propósito: recaudar para su propia cuenta personal… Por cierto, que mañana, el caso Noos-Urdangarín es probable que tenga una fecha decisiva, y determinarte, por ser el momento en el que será preciso decidir si la Infanta doña Cristina se sienta o no ante los juzgadores del caso. Hay división de opiniones, como casi siempre la hubo sobre este particular. Algunos pensamos que sí, que la hermana del Rey debiera dar cuenta y razón de los desmanes de su propia familia –la que componen ella y Urdangarín-, y que ha causado un quebranto formidable, y un desgaste horrendo, posiblemente definitivo, a la Casa Real y a la Corona de España. Quitarle o restarle responsabilidades a uno de los dos miembros de la pareja hace a esa parte menor de edad y ajena a los problemas que afronta cada miembro de la pareja. No sería justo que “el atleta” Urdangarín afrontara en solitario las penas de telediario, y las restantes penas, que ha de suponerle, con toda probabilidad, el juicio y la probable condena por los hechos de abuso de posición dominante que ha ejercido. ¿No disfrutó Cristina de los bienes adquiridos por la “astucia” de su cónyuge? ¿No estaba suficientemente informada de las fechorías que cometía su marido? Considerar que ha ejercido como disminuida mental y no se ha enterado de lo que sucedía en su propia< casa, equivale a la actitud de Ana Mato, de que no sabía que tenía en Jaguar regalado por El Bigotes, en el garaje de su casa de alcaldesa de Pozuelo… Hace tiempo que terminaron las esposas bobas e ignorantes. JOSÉ CAVERO

No hay comentarios: