martes, 10 de marzo de 2015

Las damas del PP Rajoy las ha presentado como “el futuro”, como excusa para no referirse a González y su ático problemático. El futuro son Esperanza Aguire y Cristina Cifuentes, y el futuro de sus relaciones personales ha comenzado a batirse desde el primer momento: Esperanza no quiere dejar la presidencia del PP de Madrid, e impone su voluntad a Rajoy y a Cospedal. Y aclara a su “amiga Cristina” que ella es liberal, siempre ha sido liberal, frente a Cristina, que procede de las Juventudes de Alianza Popular. O sea, que la Espe tiene un cierto pedigree. Y por supuesto, tiene sus propias ideas o manías que la acompañarán siempre, y que no oculta desde el primer momento: En el caso de imponer su candidatura a la alcaldía de la Villa y Corte no piensa pisar el palacete de Cibeles que habilitó Gallardón y que ha disfrutado Ana Botella. Ese palacete de Cibeles le parece un disparate más de su amigo-pero menos, Gallardón, o de su amiga pero menos Botella. No piensa ponerse a la alguna de sus megalomanías, de manera que pasará al viejo despacho de otros antecesores, como Barranco, Alvarez del Manzano… Y por supuesto, le importa una higa los 500 millones que costó el traslado y la habilitación de ese lujoso palacio para uso de la alcaldesa de turno. Doña Espe nunca reparó en gastos, como demuestran las obras de la Ciudad de la Justicia que dejó empantanadas tras una obra colosal pero inconclusa. Ni su red de hospitales, en muy buena medida sin utilizar, o cerrados a medias, y con unos lujos de pasillos e instalaciones vacíos que muestra, por ejemplo, el hospital de Puerta de Hierro trasladado a Majadahonda. Esta doña Espere, autodenominada liberal, y más rancia que nadie, está dispuesta, desde el primer momento, a llevarse todos los grandes titulares posibles, caiga quien caiga- Si hay que tirar la moto del agente de movilidad, pues se tira, si es preciso, para salir de un intento de sanción por aparcamiento en doble fila. ¿Esto es lo mejor de lo que podría disponer el PP para in ten tar no perder Madrid? Es una conclusión bastante triste y lastimosa, pero es lo que dan las encuestas que encarga Arriola. Esperanza, al precio que sea, y caiga quien caiga. Por lo visto, la posibilidad que se barajó, de designar candidata a Sáenz de Santamaría estuvo lejos de igualar a doña Espe, y deberá seguir al lado de Rajoy disfrutando de la luz que éste le permita…, pero sin vida ni iniciativa propia. Y mientras tanto, seguimos a la espera de comprobar si Rajoy o su ministro Fernández, tienen algo que decir sobre González y su ático envenenado, o sobre los comisarios que han destapado pastel tan maloliente. Ni Fernández ni Cosidó tienen nada que decir sobre un personaje tan versátil como el comisario Villarejo, millonario en propiedades y en asuntos varios. Esas también deben ser demostraciones de la transparencia que elaboró y explicó la ya mencionada Santamaría. ¿Transparencia? ¿Datos? Si fue una historia de los tiempos socialistas… Como lo eran los negocios de Gurtel, de Bárcenas, las tarjetas black de Caja Madrid y hasta las eventuales subvenciones de Venezuela a Podemos. El Gobierno nada tiene que decir sobre viejos asuntos, porque ya ha decidido que está pisando la línea del futuro, con las veteranísimas Aguirre y Cristina… Por lo demás, en Andalucía se produjo el primer debate electoral entre tres de los cinco candidatos que parece que deberán repartirse el nuevo Parlamento: Susana Díez, Juanma Moreno y Maíllo, de PSOE, PP e IU. Esta vez no han tenido cabida ni Podemos ni Ciudadanos, que estarán en otros debates. Lo importante será que el 42 por 100 de los aún indecisos andaluces, se decante y se defina por alguna de las opciones, o de los programas. O sea, que casi todo está por decidir aún. Y no parece que el primer gran debate ayudara a resolver nada, salvo el tú más de las corrupciones de socialistas y peperos… JOSÉ CAVERO

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