martes, 7 de abril de 2015

Mitin en el PP La Junta directiva que hoy reúne a seiscientos dirigentes del PP se cree que llegará, a lo sumo, a ser eso, un inmenso mitin en el que los militantes y dirigentes del partido ensalzarán los méritos del gran líder Rajoy, capaz de haber reconducido al país, gracias a una política de reformas-recortes desde la situación de crisis-casi rescate hasta una recuperación todavía tímida, apenas apreciable por el conjunto de los ciudadanos, pero que promete ir a más… si no se interrumpe la política económica en marcha. Esa es la primera advertencia que viene repitiendo Rajoy: Ojo, no interrumpan las políticas que se han puesto en marcha, porque podríamos retroceder en el tiempo. Es una advertencia que viene a cuento de Podemos, que sigue sien do el gran miedo alentado por el PP, pero también de Ciudadanos, convertido en segunda sigla del PP o partido alternativa al partido gobernante, similar a él en casi todo su programa. De hecho, Cristina Cimientes ya propone, de antemano, alguna clase de entendimiento “de base” entre el PP y Ciudadanos, para no tener que negociar en cada situación que se presente tras las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo. Por el contrario, cada vez parecen mayores las posibilidades de que Podemos pueda llegar a entendimientos con el PSOE. Vamos a ver en qué quedan las aproximaciones de la líder de Podemos y la líder de la Junta andaluza a la hora de preparar la votación de investidura para los próximos cuatro años, pero Teresa Rodríguez y Susana Díaz parece que avanzan en sus entendimientos… Pues bien, esas son las perspectivas con la que ha arrancado el gran concilio pepero: unas elecciones de resultados inciertos, pero con muy probable tendencia a la baja en buena parte de las posiciones vencedoras del PP en comicios anteriores, y ante lo cual, no habrá más remedio que determinar posiciones de entrada para renegociar la continuidad de cargos y responsables. A Rajoy, de antemano, y desde sus veinte años de cargo permanente y de responsable reelegido una y otra vez, pese a sus meteduras de pata constantes, le dijo que no acudiría a esa macroreunión el alcalde de Valladolid, José León de la Riva. Le ha dicho que si hay normas nuevas que atender, que las envíe por escrito, pero que de lo contrario, prefiere esperar y ver el espectáculo desde Valladolid. Rajoy traga y calla, más le vale… Y Cospedal, no digamos. Que bastante tiene con los planteamientos que le hacen Arenas y Santamaría, y contra los que vociferan Riolobos y algún otro manchego de pro… Cospedal resulta pieza fácil para Rajoy, que le da los poderes que quiere y le mantiene en Toledo, en una duplicidad sorprendente y de equilibrios permanentes. Otro tanto sucede con Javier Arenas, cuya incapacidad se ha demostrado una y otra vez, pero que sigue a la diestra del padre Rajoy, mientras al otro lado de esa misma mesa de dirección se sienta y sonríe Cospedal., la del contrato-finiquito de Bárcenas… Por lo demás, si en las semanas anteriores hablamos largo y tendido de la tragedia del avión derribado contra los Alpes por un piloto suicida, ahora toca hablar de tres espeleólogos, posiblemente menos prudentes de lo que debieron, que se adentraron en el Atlas marroquí con todo el riesgo de su aventura, y que finalmente, en dos casos, perecieron víctimas de ese mismo tiempo, y acaso, también, de la tardanza del régimen marroquí por acudir a su salvamento. Pero no están para eso los gobiernos, ni el marroquí ni el español, por mucho que alguno de los aventureros sea funcionario público y policía en activo. La tragedia del Atlas seguirá dando que hablar, y con ella, las críticas a la relativa inoperancia de las autoridades marroquíes. Pero tampoco estaría de más que sus mandos advirtieran a los funcionarios que el cuidado de la propia vida depende, en primer lugar, de uno mismo, y no de auxilios exteriores extraordinarios y excepcionales. Cada cual es dueño de sus actos y de los riesgos que asume… En el caso del piloto alemán, la compañía Luftansa es probable que tenga que pagar un `precio m muy costoso por la frivolidad de no vigilar suficientemente la salud mental de su trabajador en la cabina de vuelo… JOSÉ CAVERO

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